En las PASO había ganado el kirchnerista Agustín Rossi. El socialismo, en tanto, queda tercero y Cambiemos consigue renovar las cinco bancas de diputados que ponía en juego.
Las proyecciones más optimistas del gobierno nacional se cumplieron con creces en Santa Fe: Cambiemos logró un amplio triunfo sobre el peronismo en el tercer distrito electoral del país, uno de los territorios que el oficialismo aspiraba a sumar para exhibir su avance político en el país. Los números finales definirán el reparto definitivo de las bancas, pero la lista que encabeza el radical Albor Cantard prácticamente se asegura quedarse con 5 de las 9 que estaban en juego.
El Frente Progresista, la alianza de socialistas y un sector de radicales que gobierna la provincia desde 2007, quedó en un lejano tercer lugar.
Escrutadas el 95,51 por ciento de las mesas, Cambiemos cosecha 715.039 votos (38,05%) contra 480.150 (25,55%) del PJ. El Frente Progresista obtiene 270.788 sufragios (14,41%) y el massismo queda cuarto, con 85.195 (4,53%).
Cambiemos se impuso en Santa Fe por primera vez en una elección legislativa -sólo había logrado ganar con Mauricio Macri, en la presidencial de 2015- y revirtió la derrota de las PASO de agosto, cuando el peronismo había conseguido una exigua victoria. Amplió en más de 200 mil votos su cosecha de las primarias.
“Con más del 60 por ciento de nuestras mesas testigo escrutadas podemos anticipar un triunfo resonante de Cambiemos en Santa Fe. Es una tendencia irreversible”, anunció Cantard, en medio de un clima de euforia, pasadas las 21. Los números oficiales confirmaron más tarde esa proyección.
En el hotel Río Grande de la capital santafesina, donde se montó el búnker de Cambiemos, atronaba un grito de apoyo a José Corral, intendente local, presidente de la UCR y aliado clave del macrismo en esta provincia. “Socialistas, socialistas, no te lo decimos más, en el 2019, voten a José Corral”, se entusiasmaban los militantes. El titular del radicalismo fue un aval clave para definir la candidatura de Cantard y aspira en dos años a pelear por la gobernación. El resultado es, también, una victoria personal para él.
El peronista Agustín Rossi, cabeza de lista del peronismo, reconoció la derrota pasadas las 22. Ganador de la interna en su partido, pero resistido por algunos sectores internos, el ex ministro del kirchnerismo desmintió que la derrota se deba a una dispersión del voto justicialista que no lo apoyaba.
“Lo que sucedió fue que los votos de otras fuerzas, o el 5 por ciento que no votó en las PASO, o los votos de fuerzas menores, se redistribuyeron de manera distinta”, evaluó al admitir el triunfo de Cambiemos. Proyectó que el peronismo se quedaría con tres bancas.
La victoria de Cambiemos fue tan amplia que apenas transcurridas dos horas y media del cierre el escrutinio fue el propio gobernador de Santa Fe, el socialista Miguel Lifschitz, el primero en la provincia en reconocer formalmente los resultados. Hasta se permitió felicitar públicamente a Mauricio Macri.
“Aprovecho para enviarles nuestras felicitaciones al presidente de la Nación y a los integrantes de la lista, que han resultado triunfadores en esta oportunidad”, aceptó.
En el socialismo gobernante masticaban bronca por no haber logrado terciar con más fuerza en la polarización que, aquí también como en otros lugares del país, lograron imponer Cambiemos y el kirchnerismo.
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