Un guía turístico pasaba por impactante el camino East Taiheng, construido completamente de vidrio y ubicado a 1.180 metros de altura, en China. Comenzó a ver una suerte de grietas en el cristal y escuchó como si se estuviera quebrando. Sus gritos de desesperación se viralizaron.
El guía, muerto del susto, cayó en el vidrio y trató de sujetarse para evitar irse al vacío.
Al darse cuenta de que solo se trataba de efectos especiales, se sentó más tranquilo y soltó una sonrisa.
Ese camino tiene 266 metros de longitud y casi al final hay un sensor infrarrojo que detecta el movimiento de las personas la cual activa los sonidos y las imágenes que simulan el rompimiento del vidrio.
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