Wesley Mathews de 37 años abandonó a su hija adoptiva Sherin Mathews de 3 años como castigo porque la pequeña no quería terminar su leche. Tal y como recoge The Daily Mirror, cuando el padre volvió a los 15 minutos al callejón donde había dejado a la pequeña, ella ya no estaba.
Los servicios policiales han confirmado que el padre no denunció la desaparición hasta pasadas 5 horas. Los investigadores han informado que la pequeña Sherin sufre problemas de desarrollo y tiene habilidades limitadas de comunicación verbal.
La policía detuvo al padre de la niña aunque fue puesto en libertad al día siguiente tras pagar la fianza impuesta. Los servicios sociales se han llevado a la otra hija de la familia de 4 años del domicilio.
Los investigadores han explicado que la pequeña fue vista por última vez con un top rosa y pantalones de pijama negro.
No es la primera vez que ocurre un hecho así, en el año 2016, un niño japonés fue abandonado en un bosque por sus padres a modo de castigo. La historia acabó con un final feliz.
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