El norte de Misiones recibe a Macri con fuertes expectativas ante la sobreoferta de madera y la falta de un proyecto industrial de envergadura en la región

La Nación destinó a Misiones la suma de 56 millones de pesos para el pago de la deuda de planes forestales de productores de la provincia en lo que va del año, pero aún se adeuda aproximadamente más de 160 millones de pesos en el marco de la operatoria de la Ley 25.080, y  su prórroga a través de la Ley 26.432. El debate de la promoción forestal está instalado en la agenda pública nacional para analizar las políticas de desarrollo foresto-industrial de corto, mediano y largo plazo, frente a la deuda millonaria con los productores y el potencial de la región para la industrialización de las plantaciones. 

En este contexto, el norte de Misiones recibe mañana al Presidente de la Nación, Mauricio Macri, donde tiene previsto una agenda de reuniones políticas y oficiales en Puerto Iguazú, en la que incluyeron una visita a la nueva planta de generación de energía de Pindó SA, en Puerto Esperanza, la primera empresa del país en entregar energía renovable a partir de biomasa forestal al Programa RenovAr que promueve el gobierno nacional.

La Ley 25.080 tiene fecha de vencimiento en su vigencia en diciembre de 2018, después de 20 años de aplicación llega el momento de elevar al Congreso Nacional un proyecto por su prórroga, con modificaciones para subsanar los problemas que se han detectado en su aplicación o sin ellas, o con un nuevo proyecto de Ley que permita la promoción de la industria de base forestal en forma integral, principalmente frente al potencial de la región entre Misiones, Corrientes y Entre Ríos donde se consolidó la cuenca con casi 900 mil hectáreas -principalmente de pinos y eucaliptos- que demandan proyectos de inversión para su industrialización y valorización de la materia prima.

“En Misiones hemos crecido con el apoyo de la normativa nacional. En 2010 teníamos 365 mil hectáreas, y al 2017 contamos con 419 mil hectáreas de bosques cultivados, en el marco de la Ley  25.080. Más allá del retraso en la aplicación de los beneficios, lo importante es que en todas las actividades productivas se fue incorporando el árbol en las chacras y campos de la provincia”, valoró el subsecretario de Desarrollo Forestal del Ministerio del Agro y Producción de la Provincia, Juan Ángel Gauto, en la entrevista con Misiones Online TV, invitado por el programa Debate sobre el Futuro donde se explayó con una mirada positiva frente a la potencialidad que presenta esta actividad para la región NEA.

Pero la implementación de la normativa para aplicar los beneficios de incentivos económicos y fiscales siempre presentó dificultades, y con la experiencia de gestión Nación-Provincia fueron superando a través de los años algunas trabas burocráticas, pero otras se mantienen.

En 2017, fueron 440 productores misioneros beneficiados con 56.663.351 pesos, para una superficie forestada de 18.900 hectáreas. “La deuda actual con la Provincia de los planes forestales inspeccionados y enviados a Nación es de 160.116.507 pesos”, confirmó el subsecretario en la entrevista con ArgentinaForestal.com

Del Presupuesto Nacional del presente año, el Ministerio de Agroindustria de la Nación ya ejecutó la totalidad de 150 millones de pesos que fueron aprobados a nivel país para destinar al pago de la deuda con productores: “Estamos gestionando un pedido de partidas extras presupuestaria, hay un compromiso del gobierno nacional de cancelar toda la deuda que se tiene en el marco de la operatoria con el sector en 2018, fecha que culmina la vigencia de la normativa”, explicó, por su parte, la subsecretaria de Desarrollo Foresto-Industrial del organismo nacional, Lucrecia Santinoni. Pero aún no se confirmó el monto solicitado ni si habrá posibilidades de aprobación de fondos para ir disminuyendo la millonaria deuda con los productores forestales del país.

Para el Presupuesto Nacional 2018, el planteo del sector sería la necesidad de que se destinen 365 millones de pesos para cancelar la deuda acumulada de las campañas anuales realizadas en el marco de la Ley 25.080, ya que es el monto de planes que fueron aprobados en las provincias, es decir, certificados administrativamente por la Dirección Forestal de Agricultura y que ya están en espera de pago por medio de las resoluciones correspondientes.  De esos fondos, 160.116.507 pesos deberían ser destinados a Misiones.

“El Presidente (Mauricio Macri) asumió el compromiso de saldar esta deuda desde inicio de su gestión, como también expresó su compromiso de aumentar el presupuesto nacional para destinar a la actividad. En esto se está trabajando en forma coordinada entre Nación, Provincias y Privados. Se revisarán los números en estos meses, se solicitarán partidas extras para este año y se planteará el incremento de los fondos nacionales que se destinará al sector forestal en 2018. Hay un reconocimiento a la importancia de la actividad, y esto se vio reflejado recientemente, tras la reunión que se concretó semanas atrás con la Mesa de la Cadena Foresto-industrial, donde por primera vez el mandatario recibió a los integrantes del sector privado y se conformaron comisiones de trabajo”, agregó, por su parte, el subsecretario Gauto.

Consideró que lo trascendental de este encuentro privado-Estado fue que permitió plantear el “relanzamiento de la política forestal de la Argentina”, con medidas de fondos, ejecutivas y planificadas por temáticas en diversas mesas que se conformarán en estas semanas con la participación articulada entre organismos, provincias y representantes de la cadena foresto-industrial, dado que ya tienen en agenda un próximo encuentro con Macri en noviembre para analizar los puntos prioritarios acordados en las reuniones de trabajo.

“El cumplimiento del pago de la deuda, más la prorroga y modificaciones fue uno de los puntos que se planteó en el documento de la Mesa en el encuentro con el Presidente, además de solicitar medidas que permitan mejorar el escenario de inversiones, reactivar las exportaciones forestales y la instalación de fábricas de celulosa en el país. Sobre este último punto, vale aclarar que en el caso de Misiones es muy difícil pensar en una nueva planta de celulosa, porque hay oportunidades en otras industrias de base, con la transformación física de la madera o la biomasa forestal”, aclaró el funcionario en la entrevista.

Nación analiza modificaciones

Pero la normativa que marcó la evolución de las plantaciones forestales en el país, la Ley 25.080, cumplirá sus 20 años de vigencia al 2019, por tanto las autoridades nacionales y las provincias se encuentran realizando un balance de los resultados de su aplicación para debatir la elaboración de un proyecto de Ley por su prórroga, modificaciones o nueva normativa que acompañe el desarrollo foresto-industrial del país.

En la Argentina, de las 4,33 millones de hectáreas potenciales para forestación, sólo un 31% se encuentra plantada al 2017. Y en tierras aptas para los bosques cultivados de la Argentina se logran una de las mayores tasas de productividad mundial.

Durante el periodo 1998-2018, los datos oficiales de Nación indican que fueron 41.249 planes forestales beneficiados por los Aportes Económicos No Reintegrables (AENR) de la Ley 25.080, con un total de 2.557.527.098, de los cuales el 83% fueron destinados a las provincias de la Mesopotamia (Misiones, Corrientes y Entre Ríos).

Pero la ley otorga otros beneficios económicos, además de los AENR, como estabilidad fiscal nacional y provincial, lo que hace que en total se haya destinado al sector forestal del país -a través de la operatoria-  unos 4.066.631.925 pesos en estos 20 años de vigencia.

Al respecto, Lucrecia Santinoni remarcó que “hubo un aumento de la superficie forestada en este período de 1998-2018, logrando en la actualidad disponer de una masa forestada de  1,3 mil de hectáreas en la Argentina. Pero la meta, con la Ley, era lograr 2 millones en 10 años, meta que no se logró ni con la prórroga de otros 10 años más”, expuso la funcionaria durante su disertación en el ciclo de conferencias de la Feria Forestal Argentina realizada en Posadas.

 

 

En ese contexto, explicó la etapa de gestión nacional que se transita: “Con la normativa de promoción se enfocó el estímulo en la producción primaria, pero no se consideró zonificación ni priorización de destinos según cuencas, los beneficios fiscales lo aprovecharon solamente empresas integradas, y faltaron indicadores de resultados más allá de la superficie forestada”, dijo.

Por otra parte, desde lo operativo, agregó que “hubo limitaciones con la gestión de trámites provinciales (poco personal, sin recursos para instrumentar Ley). Por ser generosos en los tiempos, para que un productor pudiera cobrar el subsidio correspondiente a su plan, los plazos se extendieron entre 3 a 4 años promedio”, sostuvo la funcionaria.

Analizando este escenario, en la actualidad las autoridades nacionales debaten algunos aspectos para mejorar la Ley o incorporar modificaciones. «Se lograron algunos consensos para presentar próximamente un proyecto en el Congreso de la Nación.  Para ello, estamos terminando el Inventario Forestal Nacional y el Censo Nacional de Aserraderos, que nos permitirá acceder a información y conocer cuantitativa y cualitativamente las plantaciones forestales existentes, evaluando el impacto de las distintas medidas implementadas a los largo de los años de promoción de la actividad”, señaló Santinoni.

Será a partir de este conocimiento que se definirá una estrategia para maximizar los beneficios de las plantaciones forestales dentro de un marco de sustentabilidad ambiental, económica y social. Entre los puntos que ya se habrían logrado consensos, estaría ampliar los objetivos y alcances de la Ley actual (ej: industrias puedan obtener beneficios sin estar integradas con la producción primaria); apoyar la instalación de nuevas industrias y ampliación de las existentes, aumento de productividad- innovaciones de productos y procesos; lograr el aprovechamiento integral de productos y subproductos de origen foresto-industrial ; incluir sistemas agroforestales; incorporar manejo forestal sostenible durante todo el ciclo productivo y buenas prácticas en la industria; continuar promoviendo uso de material genético de calidad; entre otros aspectos.

Paralelamente, desde la Nación tendrían en estudio incorporar evaluaciones ambientales estratégicas (social, económica, ambiental), incluir algunas prácticas de protección (tratamientos sanitarios en forma excepcional), incluir el tratamiento diferenciado para agricultores familiares, e instrumentar un sistema para funcionar como facilitadores para acceso al crédito de forestadores e industrias (además de beneficios fiscales actuales y nuevos).

 

Misiones busca consenso por la prórroga

Al respecto del debate por la continuidad, modificación o nueva ley de promoción, el subsecretario de Desarrollo Forestal de Misiones indicó que la Provincia “también quiere incorporar varias modificaciones en la operatoria, y más aun si hay predisposición desde la Nación a incorporar lecciones aprendidas, ya que las hay de estas dos décadas de experiencias. Eso estaría muy bueno, pero se debe entender que muchas de estas lecciones aprendidas pueden ser incorporadas en el decreto reglamentario y resoluciones, no es necesario ir por modificaciones de la ley de fondo. Con resoluciones o revisiones del decreto reglamentario vigente, que el Ejecutivo Nacional puede ajustar, podríamos mejorar instrumentos y muchos aspectos de la operatoria actual”, consideró  Gauto, representante forestal del gobierno provincial.

Entre las modificaciones, el funcionario planteó para Misiones que las medidas que se necesitan son para desarrollar la base industrial para el consumo mediato del excedente de biomasa forestal (8 millones de m3/año – región), afianzar al pequeño productor forestal como integrante clave del sector foresto-industrial (cohesionar oferta con la continuidad AENR), desarrollar la producción y consumo de bienes finales (Vivienda y el Mueble), promover la bioenergía, entre otros aspectos que se analizan para apuntalar proyectos competitivos.

 

 

La sobreoferta de madera es la mayor preocupación de los productores

El empresario y productor forestal de la zona norte de la provincia, Ernesto Reig, junto al ingeniero agrónomo Manfredo Seifert, de la Cooperativa Agrícola Mixta de Montecarlo y vicepresidente de la Federación de Cooperativas Agrícolas de Misiones (Fedecoop), plantearon a los representantes del área forestal de la Provincia y la Nación el crítico escenario que atraviesan en la actividad por arrastrar desde hace varios años una abrupta caída de las ventas de rollos y, consecuencia de la sobreoferta existente, una desvalorización de precios: “Lo que pagan en el mercado por el rollo de madera es muy inferior a los que se paga en Corrientes o Entre Ríos, en el caso de Misiones”, aseveraron.

Frente a esta realidad, sumado al retraso continuo del pago de planes forestales en el marco de la operatoria de la Ley 25.080, los productores marcaron una visión muy contraria a lo que hasta ahora se había expresado desde diversos ámbitos, ya que -en representación de los silvicultores- Seifert sostuvo que “no estamos de acuerdo con prorrogar la Ley 25.080 para promocionar la plantación, en este contexto de excedente de materia prima y bajos precios. No vemos fundamentos para promover que se siga plantando con recursos del Estado que no están, y elaboramos un documento técnico que respalda nuestra posición”, sostuvo con firmeza a los funcionarios el vicepresidente de la Fedecoop.

El planteo fue tras las conferencias realizadas en la Feria Forestal Argentina, por la subsecretaria de Desarrollo Foresto-industrial del Ministerio de Agroindustria de la Nación, Lucrecia Santinoni; y posteriormente el subsecretario de Desarrollo Forestal del Ministerio del Agro y Producción de Misiones, Juan Ángel Gauto.

Como silvicultor y técnico, Seifert consideró que “no hay ningún fundamento para prorrogar la normativa. Independientemente de los problemas de gestión de la operatoria, de que no se cumplieron en tiempo y forma los pagos a los productores, o se pagaron con retrasos sin actualización de costos en el marco de una época inflacionaria, lo que más pesa en realidad, y que se desprende de los informes oficiales del censo de aserraderos, es que por año sobran 7 millones de metros cúbicos de madera. Esto, incluso, a pesar de que se fue forestando muy poco en los últimos años, hoy nos sobra mucha madera en la región”, graficó el profesional en la entrevista con ArgentinaForestal.com.

«El escenario actual es muy desalentador para el silvicultor misionero», aseveró el técnico. “Estamos frente a una situación que pesa mucho al productor, porque todo lo que sobra se mal vende. La verdad es que estamos enfrentando un escenario no sustentable para la actividad forestal, incluso forestadores importantes de toda la vida están realizando tala rasa y pensando qué destino le darán a sus tierras, porque la forestación no es rentable. Esa es la realidad que estamos enfrentando”, advirtió Seifert.

En ese contexto, consideró que habría que “priorizar medidas sobre cómo vamos a descongestionar estos 7 millones de m3 que nos están sobrando en la región, crear los mercados, en cómo hacemos para volver a exportar, pero no con una ley que promocione más plantaciones para un mercado que no hay. Porque al no estar movilizada esta actividad, no se genera trabajo ni ingresos económicos”, recalcó.

Para el vicepresidente de la Fedecoop, habría que buscar otras formas de promoción: “No se puede seguir buscando incrementar la oferta, hay que tomar medidas para ver cómo hacemos para traccionar la demanda. Usar esos recursos de promoción para descongestionar esta sobre oferta. Esa es nuestra mirada sobre este tema que hoy tanto se habla, y quisiéramos tener un espacio institucional para poder plantearlo”, pidió el productor a las autoridades.

Por su parte, el empresario maderero Ernesto Reig, focalizó su preocupación en la desvalorización de la materia prima. “Soy productor forestal, y el mayor problema es el precio bajo por la madera y que tampoco tenemos donde ubicar en el mercado esta madera”, dijo.

Agregó que la demanda cada día es menor, los bosques cultivados se van acumulando, y no se hacen las tareas silviculturales (por costos), practicas de manejo que debieran hacerse para garantizar la calidad de la madera.

“El sobrante de madera que tenemos en la actualidad es nuestra principal preocupación como silvicultores, cada vez se achica más el mercado, la demanda es cada vez menor, y así se termina el negocio”, acotó Seifert.

“Esta es la realidad cotidiana que se va profundizando, y no tenemos espacios donde plantear nuestra visión desde las cooperativas”, reclamó el vicepresidente de Fedecoop.

En esa línea, expresó que “lo peor» es que desde las cooperativas «no vemos una “lucecita” de esperanza en el horizonte que nos indique que las cosas van a cambiar. Los silvicultores misioneros están desalentados con respecto a la actividad forestal, ya que no podemos proyectar ni hacer análisis de viabilidad de nada en este escenario. Realmente es preocupante, el panorama es muy oscuro para la actividad”, expresó el dirigente de la Fedecoop.

Desde su perspectiva, plantear en este contexto una prórroga de la Ley de promoción forestal es un sinsentido. “No hay ningún fundamento que avale, a nuestro entender, o justifique incrementar la oferta de madera en la región, me parece inviable. Los recursos del Estado son escasos, o no están, o no llegan. Que se quiera continuar prorrogando una ley para seguir incrementando las plantaciones en un escenario con semejante sobreoferta nos parece que es dilapidar recursos del Estado que, encima, no existen”, recalcó.

“La biomasa no es la solución”

Por su parte, Reig analizó que “tampoco la solución para el sector forestal vendrá ni con una o dos plantas de biomasa forestal en la región. Eso va a ayudar a la competitividad de la cadena forestal, pero el problema de fondo que estamos teniendo los forestadores es que hemos plantado durante las campañas 2005, 2006, 2007, 2008, y en la actualidad tenemos los rollos pero no tenemos industrias donde ubicar la producción, por un lado. En particular, tengo plantaciones en la zona de Puerto Esperanza, donde las industrias que están activas tienen su propia materia prima o compran por cupos y a precios bajos. En la actualidad, en el mercado es difícil acceder a un precio que sea un negocio rentable la actividad forestal”, explicó.

El reconocido empresario de la zona norte reflexionó en que “más allá de entender las lógicas conductas del libre mercado, oferta y demanda, donde se compra lo más barato posible y se vende lo más caro posible, la realidad es que en el escenario actual donde, lamentablemente, tampoco somos competitivos para exportar, no vemos una voluntad del gobierno o Estado, para solucionar los problemas de  competencia que existen en el mercado interno en esta actividad, porque al no salir al mundo, grandes, medianos y Pymes vuelcan toda su producción a la venta interna, único destino que desde hace varios años tiene la madera en la Argentina, y frente a esta situación es imposible de recuperarse”.

Los datos expuestos por las autoridades validaban de alguna manera los planteos de los productores, ya que el dato más relevante que se desprende del Censo Nacional de Aserraderos es que, en el caso de Misiones, entre 2015-2017 se cerraron un 22% de las industrias (167 aserraderos micro, pequeños y medianos). “Ninguna industria se cierra si se esta ganando dinero”, señaló Reig.

“El problema principal es que no estamos exportando. El mundo consume madera, hay mercado, por lo tanto, urge que se genere el escenario para que la industria vuelva a exportar la madera. La materia prima la tenemos, pero falta voluntad de solucionar esta situación en el país. Si en Misiones hay 4.449 propietarios con menos de 100 hectáreas de bosques cultivados, unas 46.887 superficies forestadas, quiere decir que esta crisis está afectando a todas estas familias que han confiado en la actividad en la provincia, que han invertido, pero el escenario de la actividad es desalentador”, planteó en la entrevista, al igual que Seifert, el empresario maderero.

«La caja chica del aserradero puede ser a futuro la biomasa forestal, pero lo que mueve la rentabilidad y sustentabilidad de un productor es el rollo de madera que ingresa a la industria», concluyó Reig.

 

 

Por Patricia Escobar 

 

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