Nutrición: Adelgazar no es cuestión de magia

 

Adelgazar “5 kilos en una semana”, “perder la grasa abdominal”de manera rápida o “llegar perfecta al verano en dos meses” son promesas tentadoras, y aunque frecuentemente se recomienda tener precaución ante estos supuestos, muchas personas lo intentan con diferentes métodos “milagrosos”.

Los llamados productos milagro que encontramos en revistas, publicidades de redes sociales o televisión, prometen estos resultados tan deseados como peligrosos y falsos, ya que, hasta el momento no se han presentado evidencias científicas que prueben dichas “propiedades”.

El deseo de bajar de peso y lograr un cuerpo “ideal”, lleva a muchas personas a probar estos productos que parecen ser “magníficos”, cuyos efectos requieren poco o nada de esfuerzo (dietas o actividad física) y un tiempo corto, lo cual es muy tentador, pero, debemos pensar siempre en primer lugar en la salud, y que el bajar de peso, implica, si o si, un cambio de hábitos alimentarios, porque, si bien, hay productos que nos hacen perder kilos en semanas, después aparece el tan temido “efecto rebote”, que sucede justamente porque el cuerpo no resiste un cambio tan brusco y, después de periodos de restricción, necesita reponer las perdidas, produciéndose así, un aumento de peso, incluso mayor al del inicio del tratamiento, sin mencionar los efectos adversos en el organismo que los mismos producen, como daños en el hígado, intestino, estómago, en el sistema hormonal, nervioso, deshidratación, anemias, deficiencias nutricionales varias, entre otros.

La recomendación es tomar conciencia de que la magia no existe, y mucho menos en lo que respecta a la salud. Si bien, modificar los hábitos alimentarios requiere esfuerzo y perseverancia, es lo único que nos garantiza un verdadero cambio con resultados duraderos y sin riesgos para la salud.

Para poder llevar adelante un plan posible de realizar, agradable y adecuado a nuestras necesidades personales, debemospedir ayuda a los profesionales de la salud (medico, nutricionista, endocrinólogo, etc.), quienes se han capacitado durante años para tratar tanto la obesidad como cualquier otra enfermedad aguda o crónica y enseñarnos a lograr objetivos concretos y posibles según nuestras necesidades y posibilidades individuales. Cada persona es diferente en todos los sentidos, por lo tanto, algo que le  resultó positivo en uno, puede no ser lo mismo en otra persona, incluso pudiendo tener un efecto contrario.

Lic. Romina Krauss

M.P. n° 147

 

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