El Learnability es tendencia en la cuarta revolución industrial

Está claro que la sociedad está cambiando y el mundo laboral es parte de este movimiento que comienza a reconocerse como la 4ta Revolución Industrial. Esta revolución, tal como las anteriores, implica un cambio rotundo en el estilo de vida de todos los niveles sociales e impacta especialmente en la comunicación, el consumo y la forma en que nos relacionamos con el otro y trabajamos. En este contexto, el learnability es un factor clave.

El learnability se define como «el deseo y la capacidad de adaptar rápidamente las habilidades para seguir siendo competitivos a lo largo de su vida laboral«.  Está claro que la tecnología evoluciona mucho más rápido que los procesos de aprendizaje por lo que, el impacto y la adaptación es distinta según la generación a la que cada uno pertenece; hecho que vale tanto, dentro como fuera de las organizaciones. En este sentido, es importante mencionar que en la última década el éxito profesional reside tanto en la habilidad de adaptación como en la voluntad y predisposición para seguir aprendiendo.

 

El 65% de los trabajos que la Generación Z realizará aún no han sido creados, y, gracias a la tecnología actual, hasta el 45% de los trabajos existentes podrían ser automatizados. Esto no necesariamente significa menos empleos, pero sí implica empleos con habilidades diferentes, que requieren de un aprendizaje continuo y constante.

Estudios demuestran que la empleabilidad, entendida como la capacidad para obtener y mantener un trabajo, no depende de lo que se aprendió, sino de la capacidad de aprendizaje de cada individuo.

Es debido a estos cambios que las empresas han comenzado a desviar la mirada  de cada candidato de los títulos universitarios que poseen a la capacidad que tienen de adquirir nuevos conocimientos. Estas capacidades son observables a través de diferentes cocientes: CQ (inteligencia Creativa), el EQi (Inteligencia Emocional), entendida como el conjunto de habilidades sociales y emocionales que influyen en cómo percibimos y nos expresamos; desarrollamos y mantenemos relaciones sociales; afrontamos los problemas; y utilizamos información emocional de modo eficaz) y la learnability (IQ inteligencia cognitiva).

 

Estos nuevos valores de empleabilidad son los que ahora es necesario considerar en los procesos de búsqueda. Las empresas demandan en los candidatos más desarrollo y adquisición constante de nuevas aptitudes y expertise.

En este sentido, se espera que a futuro el conocimiento y la capacitación se transforme en colaborativa. Las empresas mismas deben fomentar una nueva cultura de aprendizaje que se inicia entrenando aquellos empleados que cuentan con un cociente de aprendizaje alto entre los altos mandos; y éste es un nuevo concepto en proceso de capacitación en las organizaciones que siempre fue hacia abajo. Los ejecutivos y los altos directivos deberían tener la tarea de mejorar la capacidad de aprendizaje propia y de los empleados en toda la organización. Ellos configuran el clima de los equipos y asientan la cultura de la organización como catalizadores o bloqueadores de los vínculos, las dinámicas tanto como de la capacidad de aprendizaje.

 

Ya no se trata de cambiar sino de evolucionar, incluir lo anterior para incorporar lo nuevo, mirar al futuro para que nazca lo diferente . Este es un valor que consideran las presentes y probablemente futuras generaciones de trabajadores para elegir la empresa en la que trabajar ya que el eje está día a día más centrado en la innovación.

 

 

(*) Socia de M-R Partners

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