Los secretos de «Oktubre», de Los Redonditos de Ricota, a 31 años de su salida a la venta

 

El segundo disco del grupo liderado por el Indio Solari y Skay Beilinson se caracterizó por una jugada visión política e ideológica al poner el foco en la revolución rusa de 1917 y el accidente de Chernobyl de 1986​. La historia de Ji ji ji y de la tapa del álbum.

 

 

«De regreso a octubre, desde octubre. Sin un estandarte… de mi parte, te prefiero igual, internacional». La corta letra de Fuegos de oktubre -la canción que inaugura el disco- es toda una declaración de principios, al igual que el diseño de la tapa de álbum, realizado por el artista plástico Rocambole.

 

Oktubre salió a la venta el 4 de octubre de 1986 y fue presentado el 18 y 25 de ese mes en Paladium ante 1.200 personas. En esos shows estuvo como invitado el tecladista Andrés Teocharidis, quien unos meses después -en el momento en que el grupo decidió incorporarlo como miembro estable- murió en un accidente.

 

Según indica una de las máximas conocidas en el ambiente del rock, un grupo tiene toda una vida para hacer su disco debut, pero para el segundo cuenta con mucho menos tiempo. Por eso suele ser un álbum particularmente difícil. «Nosotros tuvimos diez años para hacer el primero y sólo uno para el segundo», confirmó esa teoría Skay Beilinson en una entrevista con La Mano en 2006.

 

«En aquella época, cuando entrábamos a grabar, en realidad ya todos los temas habían sido tocados en vivo. Con el paso del tiempo eso cambió, pero en ese momento, todas las canciones ya las habíamos tocado», recordó el guitarrista.

 

 

 

La leyenda cuenta que el tema surgió cuando Skay estaba zapando con su guitarra en un balcón mientras recordaba melodías de Jimi Hendrix. Se encontraba acompañado por la Negra Poly -su mujer y mánager de la banda-; y el Indio Solari, quien tras escuchar la introducción de la canción agregó el famoso estribillo «No lo soñé».

 

En una entrevista en 2007 con la revista Rolling Stone, el cantante recordaría Ji ji ji: «Yo estoy hablando de la psicopatía, de la paranoia, de todos esos males del promedio de la cultura rock. Porque esta cultura ha pasado por diferentes etapas como cualquier cosa que nace, se desarrolla, crece… se remata. Hubo momentos de plenitud, de euforia, de politización, de bajón, de introspección. Todo eso ha pasado casi como un pulso vital y yo creo que las canciones que uno hace -aunque no quiera o aunque lo haga mal- dan como una pintura de cómo se vivían ciertas cosas en cada momento».

 

 

Respecto al título del tema, agregó: «Para mí es muy significativo. Porque Ji ji ji es una risa medio perversa, marca una bidimensionalidad. Es como que todo lo que está diciendo no es ninguna afirmación. Porque si tenemos el cuchillo sobre la mesa, es simplemente un cuchillo, no es bueno ni es malo. La cocaína es una cosa, no es la culpable de nada».

 

En la letra original, Ji ji ji concluía con «Olga Sudorova, vodka de Chernobyl ¡Pobre la Olga, crepó!» Sin embargo, la canción fue escrita a inicios de 1986 como referencia a la adicción, pero desde ese momento hasta la publicación y edición del disco ocurrió el accidente de Chernobyl, que llevó a las víctimas a ingerir vodka hasta morir como consejo engañoso del gobierno ruso. Como consecuencia, se decidió a reemplazar el final con efectos de sonidos del accidente, sirenas y gritos de «¡Chernobyl, Chernobyl!», en referencia al accidente nuclear.

 

 

«En el segundo disco de Los Redondos la idea principal era recordar admirativamente los procesos revolucionarios y las luchas protagonizadas por las masas en la historia de la humanidad, en cuanto fueran sometidos contra sus opresores», recordó el artista plástico y diseñador gráfico Ricardo Cohen, más conocido como Rocambole, en diálogo con Télam en 2016.

 

Rocambole fue el responsable de la parte gráfica de Los Redondos: hizo el arte de tapa de todos los discos, los afiches y las entradas.​ Además, realizó algunos diseños de portada para Frank Zappa, Charly García y Miguel Cantilo, entre otros.

 

 

En la conversación con Télam, destacó: «En lo que atañe a mi parte en el asunto, ese disco significó la difusión de mis trabajos visuales de una manera que jamás podría haber imaginado. Más tarde el público se apropió de esas imágenes aplicándolas en remeras, banderas, paredes, mochilas y en cuanta posibilidad hubiera incluyendo los tatuajes en la piel. Se transformaron en íconos populares. ¿Qué más puedo pedir como reconocimiento a mi tarea?».

 

El disco es uno de los favoritos de los fanáticos y se transformó rápidamente en un éxito con hits inolvidables, como el mencionado Ji ji ji y los aclamados Preso en mi ciudad, Música para pastillas y Ya nadie va a escuchar tu remera, entre otros.

 

Ficha técnica

 

Músicos

 

Indio Solari – voz // Skay Beilinson – guitarra // Tito Fargo D’aviero – guitarra rítmica // Semilla Bucciarelli – bajo // Piojo Ábalos – batería // Willy Crook – saxofón

 

Músicos invitados

 

Daniel Melero – teclados // Claudio Cornelio – percusión

 

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