Esclerodermia: la enfermedad que endurece al cuerpo poco a poco

Afecta a 3 de cada 10 mil personas en el mundo. Te enseñamos a prevenirla con una serie de consejos.

En el mundo existen todo tipo de enfermedades, y las que nos pueden llegar a parecer más extrañas podría ser más comunes de los que nos parece. Ese es el caso de la esclerodermia, que afecta a 3 de cada 10 mil personas, aunque en distintos grados.

Este mal, que afecta principalmente a mujeres de entre 35 y 40 años de edad, es una enfermedad autoinmune que endurece la piel y los órganos. Al no haber cura, los tratamientos consisten en minimizar los síntomas.

La esclerodermia es una enfermedad del sistema inmune que ataca a los tejidos sanos del cuerpo. Hace que se produzca demasiado colágeno, que puede afectar a las articulaciones, tendones y órganos internos.

A pesar de que su causa es desconocida por la ciencia, los especialistas sospechan que puede tener que ver con ciertos genes. La variedad más leve, la esclerodermia localizada, solo afecta a la piel.

En casos extremos, llamada sistémica, la esclerodermia puede llegar a afectar la circulación de la sangre y comprometer órganos internos, por lo que la vida de los pacientes puede legar a estar en peligro.

Hábitos saludables ayudan a controlarla

El doctor Ernesto Crescenti (MN: 50.776), médico, investigador y director del Instituto de Inmunooncología que lleva su nombre, cuenta cómo la alimentación resulta clave para que los pacientes mejoren su calidad de vida:

1. Evitar el consumo de cafeína. Un 30% de los pacientes con esclerodermia desarrollan problemas en distintos órganos, sobre todo en los riñones. Hay que evitar el consumo de cafeína porque incrementa el riesgo de que se creen cálculos renales, además de que recrudece el daño renal en personas que sufren una enfermedad de riñón.

2. Dejar de fumar. Siempre es saludable dejar de fumar, aunque la persona esté sana. En concreto, los pacientes con esclerodermia deben dejar atrás el tabaco porque éste aumenta las complicaciones circulatorias de los dedos.
3. Hidratarse de forma adecuada. Beber mucha agua durante todo el día ayudará a mantener la hidratación de los tejidos, además de que facilitará la deglución e ingesta de alimentos. Esta puede verse afectada en el caso de tener problemas en el tracto gastrointestinal, que afecta a gran parte de los que padecen esclerodermia.
4. Ingerir aceites omega 3, omega 6 y alimentos con antioxidantes. Estas son sustancias inmunoreguladoras que ayudan a mantener la flexibilidad de las membranas celulares, asegurando la nutrición celular.
5. Dejar de comer cereales y harinas refinadas. Estas no aportan tantos nutrientes como los integrales, espesan la sangre y activan los dolores óseos. Además, no permiten que se absorba bien el calcio y el hierro.
6. Evitar alimentos pegajosos o secos si se tiene problemas con la deglución.Sustituirlos por alimentos blandos como legumbres, purés o cremas de verduras, huevos revueltos, fruta triturada o en compota, queso fresco, etc.
7. No consumir alcohol. El alcohol estimula la producción de ácido en el estómago y retarda el vaciado gástrico, algo perjudicial para los pacientes que presentan problemáticas gastrointestinales.
8. Comer alimentos con fibra. Incorporar a la dieta, por ejemplo, cereales integrales, frutas, verduras y legumbres ayuda al tránsito intestinal. Eso sí, dependiendo de las complicaciones derivadas de los problemas gastrointestinales, la ingesta de fibra deberá ser más controlada.
9. Humedecer ciertos alimentos. Hacerlo antes de consumirlos favorece su deglución. También se puede suavizar con aceite, manteca o salsas.

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