El episodio ocurrió esta mañana en la intersección de las avenidas López Torres y Comandante Rosales. Las piedras rompieron el vidrio trasero de la unidad y no se registraron heridos.
Según informó la policía los niños pretendían subir a un colectivo urbano con una bicicleta, pero como no le permitieron porque estaba lleno, arrojaron piedras en la parte de atrás del rodado, rompiendo el vidrio. La cortina atenuó los golpes y ayudó a que los pasajeros no salgan lesionados.
Los vecinos los retuvieron hasta que llegó la policía.