La historia del «ingeniero youtuber de armas tumberas»: cómo lo delataron y cómo cayó

Nahuel Maffullo, de 23 años, oriundo de Monte Grande, enseñaba en videos desde su canal de la red social a fabricar pistolas nueve milímetros de doble caño con precisión casi industrial. Hoy está preso en Ezeiza: el fiscal Leonel Gómez Barbella elevó su causa a juicio oral la semana pasada.

Nahuel Maffullo, de 23 años, oriundo de un barrio pobre de Monte Grande, podría haber sido alguien brillante, prometedor. Podría haber recibido un estímulo para sus capacidades y su intelecto, una beca de una universidad para estudiar y ser un ingeniero, un diseñador industrial. Ciertamente tenía las aptitudes.
Hoy, Maffullo, sin antecedentes penales, flacucho, fan del heavy metal y de los dibujos animados japoneses, está preso en el penal de Ezeiza, a donde ingresó a mediados de marzo pasado. Una beca universitaria o cualquier chance en la vida parecen fuera de cuestión. Lo que Nahuel muy probablemente recibirá en los próximos meses es una sentencia de un tribunal federal de Lomas de Zamora, todo por jugar con los juguetes equivocados, por desperdiciar sus talentos en pistolas. Un fiscal federal pidió a un juez que Maffullo sea enviado a juicio oral y público. El delito que se le imputa y que lo llevó a prisión: tenencia y fabricación ilegal de armas.
Las armas tumberas son un clásico del delito provincial, los caños soldados que escupen perdigones suelen encontrarse en operativos, son trabajos crudos, brutos. En el fondo su casa en Monte Grande, en una pieza que él mismo construyó con instalación eléctrica incluida, Nahuel elevó la tumbera bonaerense a una suerte de arte. Maffullo, un autodidacta sin estudios terciarios, fabricó sus propias armas desde cero, no caños soldados sino pistolas y escopetas reales, de apariencia y eficiencia casi industrial. Lo contó todo por Youtube, cada paso, desde su canal Bunker67, en 17 videos, para más de 6500 suscriptores con más de medio millón de vistas.
Maffullo construyó él mismo, por ejemplo, una escopeta calibre 12.76. Luego subió la apuesta con lo que fue su obra maestra: una pistola doble caño capaz de disparar no solo balas calibre .9 mm sino también de calibre .38, un proceso que mostró en dos videos.
Sus conocimientos de tornería eran evidentes, hasta mostró cómo se vería el arma en un render y creó una animación digital para mostrar la trayectoria de las balas. Perforó metal, talló y pulió él mismo las cachas de madera. Finalmente, la probó. Construyó en el sótano de su casa un pequeño túnel, una suerte de polígono. Puso una vieja guía telefónica como blanco. Nahuel disparó: las balas de su pistola casera perforaron el volumen de más de 500 páginas. «Quedó totalmente destruida», dijo en su video.
El 15 de marzo pasado, la División Armas de la Policía Federal -que depende de la Superintendencia de Delitos Federales de la fuerza- allanó la casa de Maffullo tras un pedido del fiscal federal Leonel Gómez Barbella, bajo la firma del Juzgado Federal N°2 de Lomas de Zamora. Le encontraron un revolver calibre .32, dos partes de pistolones, cuatro partes de escopetas, 14 cartuchos de escopeta, ocho cartuchos a bala, dos cuchillos, tres portacerrojos de armas largas y herramientas para su fabricación, como un taladro y una amoladora de banco. La escopeta y el pistola doble caño fueron incautados, sin su mecanismo de disparo.
La semana pasada, luego de seis meses de cárcel, el fiscal Gómez Barbella pidió al Juzgado N°2 que Maffullo sea enviado a juicio oral. Infobae -que introdujo la historia del joven tras su detención- accedió al pedido del funcionario. Subir sus filmaciones a Youtube, precisamente, fue lo que causó la caída del joven «ingeniero» de pistolas tumberas.
Una denuncia anónima recibida a través de la ANMAC por la UFI-ARM, el ala de la Procuración dedicada a investigar el tráfico de armas, encabezada por los fiscales Jorge di Lello y Franco Picardi, indicaba: «Quiero denunciar al canal Bunker67 de Youtube donde enseñan a hacer armas caseras ya que es un peligro». Quien envió ese mensaje no era un usuario casual: dio explícitamente a la Justicia el nombre de Maffullo, que tenía «un polígono en su casa» en «la zona de Esteban Echeverría». Así, la Justicia comenzó a constatar la identidad del joven. Los registros del ex RENAR revelaron que Maffullo no es un usuario registrado de armas. La PFA fue despachada para constatar su domicilio.
Tras ser arrestado, Maffullo se negó a declarar. Un psiquiatra del Cuerpo Médico Forense que lo revisó dos días después de su detención lo consideró imputable, sin «síntomas de alteraciones psicopatológicas». La pena máxima que puede tocarle de cara a la acusación del fiscal Gómez Barbella puede ser dura de acuerdo al Código Penal: hasta 12 años de prisión.
 
 
Fuente: Infobae

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