Presentaron a Macri recomendaciones para mejorar la competitividad, inversiones en celulosa y papel y promover el uso de la madera en el país

Empresarios y representantes integrantes de la cadena de valor foresto-industrial de todo el país, en la Mesa conformada por la Sociedad Rural Argentina, fueron recibidos a las 15:15 en Casa de Gobierno por el presidente de la Nación, Mauricio Macri. La reunión contó también con la participación de los gobernadores de Entre Ríos, Gustavo Bordet; de Corrientes, Ricardo Colombi, y de Misiones, Hugo Passalacqua; los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne, y de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y el titular de la Unidad Plan Belgrano, Carlos Vignolo, entre otras autoridades.

Por el sector privado, asistieron directivos de las principales federaciones, asociaciones y cámaras nacionales y regionales. Por la Sociedad Rural, estuvo el presidente Luis Etchevehere, quien fue el que logró este acercamiento directo con el sector privado de la actividad y el mandatario. Por la Asociación Forestal Argentina, asistieron el presidente Osvaldo Vasallo y la directora de Desarrollo Institucional, Claudia Peirano; los empresarios Nicolás Laharrague y Ricardo Austin; por Apicofom, Pedro López Vinader; por la AFCP (Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel), Claudio Terres; por FAIMA, Pedro Reyna; por AMAC, Mercedes Omeñuka; directivos de Asora, entre otros.

Desde la Mesa de la Cadena Foresto-industrial elaboraron una síntesis sectorial que fue consensuada en una reunión ampliada realizada ayer en Buenos Aires, que fue presentada al mandatario para su análisis. El informe contenía aspectos que consideran “urgen” atender para mejorar la competitividad. En el documento, al que accedió ArgentinaForestal.com, marcaron el escenario actual y aporta recomendaciones que impactarían en “aumentar en forma inmediata las exportaciones, las inversiones en plantas de celulosa y papel, la construcción de viviendas de madera y la inversión en plantas de energía de base de biomasa forestal”, afirmaron.

 

Situación actual

-Argentina tiene un patrimonio de 1,3 millones de ha de plantaciones forestales comerciales y 31 millones de ha de bosques nativos en categoría de uso sustentable.

-La cadena foresto-industrial genera 194 mil  puestos formales de trabajo directo e indirecto.

-El 95% de la producción industrial se provee de madera de plantaciones forestales.

-Las plantaciones forestales producen 20 millones de m3 anuales de madera y se cosecha el 50%, quedando disponibles como stock 10 millones de m3 cada año.

-El sector está compuesto por 8.441 unidades productivas, de las cuales el 98% son pequeñas y medianas empresas. El valor bruto de producción de la cadena de valor en 2016 fue de USD 13.016 MM y su participación en el valor agregado industrial fue del 7,4%.

-A pesar de que existe una alta demanda internacional de productos madereros, especialmente celulosa, las exportaciones del sector de base forestal disminuyeron a la mitad, en los últimos cinco años (de 1.102 millones de dólares, en 2011, a 515 millones, en 2016).

-De 2014 a 2016, la demanda interna de productos madereros cayó 30%, asociada a la contracción de la construcción en ese período. Hoy se está revirtiendo.

-El sector foresto industrial tiene una balanza comercial deficitaria de aproximadamente 700 millones de USD, básicamente por la importación de papeles.

 

COMPETIDORES

Entre 2000 y 2015, la superficie plantada en Latinoamérica aumentó un 55%. En ese período, en Brasil se expandió 49%; Chile, 57%; Uruguay, 69%; mientras que en la Argentina sólo creció 12%. Hoy Brasil es el principal exportador mundial de pulpa para papel.

De 1990 a 2015, Brasil invirtió en el sector más de US$ 20 mil millones, Chile US$ 8 mil millones y Uruguay US$ 3 mil millones. Esto les permitió a Brasil exportar US$ 9 mil millones en 2016, pasando de representar el 4% de las exportaciones mundiales de pulpa de papel, al 20%; Chile, exportando cerca de $US 6 mil millones pasó del 2% a 9% y la R.O. del Uruguay, exportó US$ 1,2 mil millones de dólares, pasando del 0 al 3%.

Mientras en Argentina la última inversión “greenfield” en plantas de celulosa y papel fue en 1982 (Alto Paraná) y el sector tiene un alto déficit comercial.

 

POTENCIAL

El país podría triplicar la superficie forestada: de 1,2 millones de hectáreas en la actualidad a 3,5/4 millones. Para el año 2030, se podría llegar a los 2 millones de ha (superficie similar a Chile). Para ello, se requiere triplicar la tasa de plantación actual, de 40.000 ha a 120.000 ha por año.

Poniendo en valor la materia prima disponible actualmente, el sector podría abastecer al mercado interno al mismo tiempo que podría exportar 2.200  millones de dólares.

Al momento de poner en producción una tasa de forestación de 120.000 ha,  podría generar divisas por 6.000 millones de dólares.

Este crecimiento vendría de la mano de la creación de 200 mil nuevos puestos de trabajo, directos e indirectos.

El crecimiento es sustentable: las plantaciones contribuyen en la mitigación del cambio climático y los productos de base forestal son renovables y reciclables.

LIMITACIONES

El sector es muy competitivo a nivel productivo, pero esa ventaja se pierde principalmente por los costos de transporte y logística interna así como la suma de imposición fiscal nacional, provincial y municipal.

La incidencia del transporte y la logística supera el 45% del valor FOB en el caso de la madera, y el 10% del valor FOB en el caso de sus derivados.

La hidrovía es competitiva para Paraguay, que tiene la segunda flota más grande del mundo en barcazas. Actualmente, un flete en barcaza desde Posadas a Rosario es más caro que Posadas-Montevideo.  El transporte a los puertos se hace por camión, por un valor de 45 dólares la tonelada (desde Misiones). Si se pudiera hacer este traslado a través de la hidrovía, el costo se reduciría en un 42%.  Por su lado, la habilitación de los bitrenes permitiría reducir los costos del transporte terrestre hasta los puertos en 30%.

Los costos portuarios son cinco veces más caros que en Brasil y Chile: Por contenedor, los costos portuarios son de 150 dólares en Chile, de US$ 200 en Brasil y China y en Argentina superan los US$ 1000.

En gastos de despachante, naviera, terminal portuaria y depósito fiscal, la Argentina paga 160% más que Uruguay (USD 2344 vs USD 1468). La diferencia más alta está en el depósito fiscal, porque Uruguay consolida en planta.

A estos costos, se le suma  una alta carga tributaria, nacional provincial y local y una fuerte regulación y burocracia  en todos los niveles del Estado (nacional, provincial y local), déficit en la infraestructura eléctrica y  Financiamiento poco adecuado a las necesidades de la foresto industria.

 

RECOMENDACIONES

Para generar las condiciones que mejore la competitividad, aumentar las exportaciones y el mercado interno y atraer las inversiones necesarias para agregar valor al 50% de la producción forestal, que hoy no se está cosechando. Para ello, es necesario:

Competitividad:

-Logística y transporte:

Bitrenes: La habilitación de los bitrenes permitiría una reducción de costos de transporte terrestre de 30%.

Hidrovía: Lograr la misma competitividad de Paraguay para Argentina requiere el mejoramiento de la infraestructura y cambios en la normativa tanto para la navegación como en puertos

Infraestructura: podría ser  habilitado el tramo Eldorado – Posadas – Ituzaingó e Ita Ibaté. Posadas es el que más rápidamente podría empezar a funcionar.  Se requiere el calado del rio Paraná en el tramo Confluencia y Posadas.

Marco regulatorio: Si bien, la derogación de la disposición 1108/13 –que impedía el trasbordo de cargas en Uruguay-  significó una oportunidad para reactivar el uso del transporte fluvial, todavía persisten trabas a nivel normativo:

Modificación de la Ley de Cabotaje que: (i) Otorgue las mismas condiciones para flotas extranjeras que para flotas nacionales. (ii) Promueva una flota nacional competitiva en el Mercosur.

Simplificación de las regulaciones en transporte fluvial.

Reglamentación de la Ley de transporte multimodal.

Puertos: Reducción de costos y regulaciones. Promover y facilitar el establecimiento de aduanas  en origen para evitar el costo del depósito fiscal  y reducir el costo de su uso.

Rutas y caminos: Priorización de las inversiones en rutas y caminos en zonas forestales.

Trenes:  la mejora del Tren Urquiza (hoy parte del Belgrano Cargas) es necesario para optimizar un sistema multimodal de carga.

Infraestructura eléctrica: Es imprescindible la mejora en el acceso y calidad de la energía eléctrica, invirtiendo particularmente en la distribución en zonas de inversión foresto-industrial.
Aumento de la inversión y el consumo de la madera en el mercado interno:

Desarrollar un marco adecuado  para impulsar las inversiones en la industria de la celulosa y el papel: replicando las condiciones que brindan los marcos regulatorios aplicados en Uruguay, Brasil o Chile, se pueden atraer inversiones para dos o tres plantas. Cada planta industrial requiere inversiones de más de US$ 1,5 mil millones.

Promover el uso de la madera en la construcción: el sector podría contribuir a reducir el déficit habitacional de 3 millones de viviendas, por medio de la construcción de casas en forma más rápida, económica y sustentable.  Un gran paso es firmar el «Acuerdo para la promoción de la construcción con madera” y la asignación del 10% de las viviendas sociales a la construcción con madera.

Impulsar las inversiones en energías renovables:

La generación de energía eléctrica a través de biomasa está siendo impulsada por la mesa de PROBIOMASA,  pero los precios licitados (RENOVAR 2) para la instalación de plantas de mayor escala y eficiencia, superiores a los 6MW, son bajos.

Programa de Promoción  para el uso de la biomasa como energía térmica. Impulsar el uso de pellets y chips en calderas, estufas, tanto para los hogares como para las Pymes donde no hay gas natural. Para estas empresas podría significar un ahorro del 40% en el costo de la energía.

Financiación: Disponer de financiamiento con plazos acordes a los tiempos de cosecha (10 a 15 años), para incrementar el área plantada, en sintonía con los créditos que otorga el Banco de Desarrollo (BNDS) de Brasil para los productores forestales de ese país.  También se sugiere la utilización del sistema “Bullet” de amortización de capital y período de gracia para los intereses.

Para créditos a PyMES se necesita  generar alternativas para lograr las garantías necesarias para acceder a las líneas de financiamiento disponibles.

 

Normativa nacional y provincial:

Ley 25.080-  de Promoción de las Inversiones en Bosques Cultivados

Evitar que se profundice la demora en los pagos de aportes económicos no reintegrables. Para ello es necesario  ampliar la partida del Presupuesto 2017, que ya se ha ejecutado completamente (en 100 millones de pesos) y prever un presupuesto adecuado para 2018 (350 millones).

Trabajar en la prórroga del régimen de promoción forestal, que vence en 2018, y considerar su modificación para subsanar los problemas que se han detectado en su aplicación y que la Ley pueda aplicarse en la promoción de la industria de base forestal en forma amplia.

Ley de tierras:  Exceptuar a las inversiones forestales y foresto-industriales de la Ley de Tierras ( Ley 26737)

Zona de Frontera: Ratificar el Decreto Nº 710/1995 que establece que la inversión nacional o extranjera en  proyectos de forestación o instalación de industrias de base forestal en zonas de seguridad de frontera, deberían gozar de un tratamiento similar al que corresponde a los ciudadanos argentinos,

Normativa Provincial:

Entre Ríos: Derogación de la Ley 9.759, ley de la madera y de la ley 9.644, contraria a la industria de la celulosa.

Misiones: Derogación de la Ley 4.438, de insalubridad de la industria celulosa y el papel, y la eliminación del cobro de Ingresos Brutos a las exportaciones.

Corrientes: Establecer un marco regulatorio al artículo 61 de la constitución provincial, que de previsibilidad a esta actividad.

Buenos Aires:  Reducir los trámites innecesarios y la carga fiscal, tal como:

No exigir estudio de impacto ambiental por realizar actividad forestal que ya exige la Ley 25080.

No aplicar guías que burocraticen el transporte de la madera y sus derivados, así como reducir las regulaciones en el transporte por barcaza.

Acordar con los municipios que no se legislen tasas por servicios no prestados ( impuestos encubiertos) que afectan las Certificaciones de Bosques (Ej.: Municipios de Campana y San Fernando)

Regularizar trámites de Tierras Fiscales dando seguridad jurídica a los productores ocupantes.

 

Recursos humanos:   Impulsar la formalización de trabajadores y una reducción de los costos laborales y de la litigiosidad.  Mantener y profundizar los Programas de Certificación de trabajadores y formación continua sectorial en el Ministerio de Trabajo e INET.
Sustentabilidad:Mitigación cambio climático: Considerar el aporte de las plantaciones forestales en una estrategia país efectiva de mitigación de cambio climático: carne carbono neutro a través de la foresto-ganadería; promoción de las viviendas de madera; energía renovable; plantaciones en recuperación de suelos y manejo del agua, etc.

Promover la gestión sostenible de bosques: Considerar reembolsos adicionales en la exportación de productos que cuenten con Certificación Forestal por gestión sostenible (FSC; PEFC/CERFOAR); y la incorporación de los productos certificados en la compra pública como Consumo Sustentable.

Comunicación: Se considera indispensable acompañar las medidas de políticas con una estrategia integral de comunicación hacia la sociedad sobre la importancia de la expansión de las plantaciones forestales en forma sostenible y del uso de la madera como recurso renovable, reciclable y carbono neutro en construcción, energía, muebles, papeles, etc.
Bosques Nativos: Las provincias han identificado 50 millones de ha de bosques nativos  de las cuales han ordenado en Categoría Roja (Conservación): 10.061.753  has ;  en Categoría Amarilla (uso sostenible): 31.784.504  has;  en Categoría verde (susceptible de cambio de uso de suelo):  11.247.369 has.

Este recurso ambiental del país es de alto valor, y requiere una política integral que permita políticas de gestión en conservación y uso sostenible que sean realistas y efectivas.  A 10 años de su sanción, se recomienda la revisión de la Ley 26331 de Ordenamiento Ambiental de Bosques nativos y su aplicación.

 

 

 

Por Patricia Escobar

 

 

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