A los 82′, el misionero se sacó un latigazo de afuera del área que se metió en el ángulo de Lucchetti y puso el 2 a 0 a favor del Rojo, resultado que le dio el pase a cuartos de final de la Sudamericana a los de Avellaneda sobre Atlético Tucumán.
Sin ninguna duda, el posadeño Martín Benítez fue el gran salvador de Independiente en el partido de anoche contra Atlético Tucumán por los octavos de final de la Copa Sudamericana.
Con el partido 1 a 0 y a pocos minutos de verse obligados a definir la serie por tanda de penales (en la ida habían salido airosos los tucumanos por el mismo resultado), el delantero de 23 años recibió la pelota en tres cuartos de cancha y, sin dudarlo, disparó un bombazo a orillas del área que no le dio tiempo de reaccionar a Lucchetti y se internó en el ángulo de su arco.
«Quiero agradecer a toda mi familia y a mis amigos que estuvieron en los malos momentos. La verdad que viví muchas cosas en este club y poder darle esta alegría a la gente me pone muy contento», expresó el jugador con lágrimas en los ojos una vez finalizado el partido.
A pesar de haber sido muy resistido durante la última temporada (incluso estuvo cerca de irse), el delantero decidió quedarse para cumplir su sueño de «irse campeón»: «Me iba a doler mucho irme del club mal con los hinchas. Quiero cambiarlo de a poco con trabajo y humildad».
Por ahora, todo sigue viento en popa para el equipo del misionero, que en la próxima fase enfrentará al ganador de la llave que enfrenta a Estudiantes y Nacional de Paraguay.
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