Forestación: La Provincia pide que se prorrogue la Ley 25.080 tal cual está y que luego se hagan los cambios pertinentes

En medio de la discusión por la posible prórroga de la Ley de Promoción de Bosques Cultivados, el ministro del Agro de Misiones José Luis Garay, advirtió que sería oportuno modificar la norma para adaptarla a los requerimientos que imponen hoy los mercados y para que incluya más beneficios para el eslabón industrial. Consideró empero, que para evitar dilaciones, lo más apropiado sería prorrogar la norma con su texto actual e introducir los cambios que se consideren pertinentes después de que la prórroga sea aprobada.

La Ley 25.080 que prevé subsidios y otros beneficios a los forestadores de todo el país, vence a fines de 2018 y desde el sector de la foresto-industria vienen pidiendo su prórroga por diez años más. El tema difícilmente sea abordado este año por el Congreso nacional, lo que obligaría a resolver en el transcurso del año próximo el trámite legislativo obligado para extender los efectos de la ley.

Atendiendo a que una reforma de la norma demandaría un proceso de debate que podría ser largo y tomando en cuenta que los temas relacionados al sector forestal no suelen ser prioritarios para el Legislativo nacional, desde el Gobierno provincial impulsan la idea de prorrogar la norma tal cual está, tesitura que comparten los representantes del sector privado.

El ministro del Agro de Misiones reconoce sin embargo, que sería oportuno introducir cambios a la ley para que se adapte mejor al mercado y para que sume beneficios para el sector industrial, pero consideró que lo más acertado sería introducir esas modificaciones una vez que la continuidad de la norma esté garantizada.

El principal argumento en contra de una eventual prórroga de la ley 25.080 es el escenario de sobreoferta de materia prima que presenta el sector. Según datos de la dirección de Desarrollo Forestal de la Provincia, en Misiones hay 419 mil hectáreas de bosques cultivados que entregan un volumen de 9 millones de metros cúbicos de biomasa por año, pero la capacidad industrial solo alcanza para industrializar 6 millones de metros cúbicos al año y por cuestiones de mercado, se procesan menos de 4 millones de metros cúbicos.

Garay consideró que a pesar de la sobreoferta de madera, resultaría importante prorrogar la ley, pero también hacer cambios. “Que la ley no sea solo para agregar forestaciones, sino para trabajar en determinado tipo de forestaciones de calidad, promocionando algún tipo de forestación específica y que no sólo promocione la forestación, sino la industrialización de ese excedente y el trabajo con dendroenergía, para incorporar parte de ese excedente de madera a la generación de energía”, indicó.

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