La Argentina atraviesa por su tercer ciclo de endeudamiento externo en cuatro décadas, luego de las experiencias de la dictadura y del neoliberalismo de Menem/De la Rúa. Pese a las consecuencias trágicas que dejaron como saldo las experiencias anteriores, en la actualidad asistimos a un acelerado proceso de toma de deuda, ante la indiferencia generalizada de buena parte de la sociedad.
Andrés Wainer, Radio Libertad
Lo más dramático del caso, es que dichas deudas jamás sirvieron para desarrollar el país o mejorar las condiciones de vida de los argentinos. Por el contrario, el país se endeudó con un objetivo prioritario: favorecer la fuga de capitales de los grandes conglomerados económicos. Esta relación directa entre deuda y fuga es lo que analiza con brillantez el equipo de trabajo encabezado por Eduardo Basualdo en “Endeudar y fugar”, libro editado por Siglo XXI.
La obra se propone reconstruir para dimensionar el alcance macroeconómico de la toma de deuda externa y la fuga de capitales, a partir de “un análisis de la historia económica argentina, de Martínez de Hoz a Macri”. Como afirma Basualdo en el prólogo “la problemática de la deuda externa y la fuga de capitales locales al exterior, han signado, de una forma u otra, el comportamiento económico, social y político de las últimas cuatro décadas en nuestro país”.
Para ello se proponen seis capítulos que, si bien siguen una línea cronológica, se encuentran atravesados por estos fenómenos financieros. La conclusión que se puede extraer de estos estudios, es contundente: el endeudamiento externo es una herramienta destinada a facilitar los negocios financieros de los grandes grupos económicos, cuya cara visible es la fuga de capital. Tan es así que existe una relación directa entre deuda y fuga. Por ejemplo, así lo explican Andrés Wainer y Mariano Barrera en el capítulo 2, titulado “El fin de la valorización financiera y la masiva fuga de capitales locales en 2001”. Es que entre 1991 y 1999, 368 empresas privadas tomaron deuda o fugaron capitales por 21.000 millones de dólares. Pero casi el 70% de ese total, participó de los dos procesos, el de toma de deuda y el de fuga de capitales. Así, los mismos que endeudaron al país en 18.158 millones de dólares, en el 2001 fugaron divisas por 14.395 millones. Entre ellos, las empresas del actual presidente Mauricio Macri, que fugó 112 millones de dólares al extranjero.
El libro se cierra con un capítulo de extrema actualidad, escrito en conjunto por Pablo Manzanelli, Mariana González y el propio Basualdo, que se titula “La primera etapa del gobierno de Cambiemos”, proceso que aún está en marcha. Allí se enfatiza que se produjo una “profunda mutación del régimen de acumulación”, cuyos objetivos son “asegurar el funcionamiento estatal mediante un masivo endeudamiento externo”, pero también “garantizarle al capital oligopólico una mayor tasa de ganancia mediante la valorización financiera, tanto externa como interna”. Solo en el 2016, se fugaron del país 11.666 millones de dólares, casi lo mismo que en los dos años anteriores.
Frente a esta realidad ya histórica de deuda y fuga de capitales, las preguntas son inevitables: ¿Hacia dónde marcha el país en términos económicos? ¿y cuál será el impacto social de estas políticas? Las respuestas, claro está, pueden encontrarse allí en cómo culminaron las experiencias anteriores. O, mejor aún, podemos responderlas leyendo las páginas de “Endeudar y fugar”, un libro clave para entender la actualidad económica de la Argentina.
Ficha técnica
Título: Endeudar y fugar
Autor: Eduardo Basualdo (editor)
Páginas: 224 págs.
Tamaño: 15.5 x 23
ISBN 978-987-629-760-8
Editorial: Siglo XXI Editores
Fecha de publicación: agosto de 2017
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