Reflexión del Pastor Guillermo Decena: Las adicciones

El gran peligro en la adicción es el hecho de rendirse, de entregarse a otro poder permitiendo que la voluntad se torne pasiva. Muchos adictos niegan que hayan entregado su voluntad e insisten en repetir: “Puedo abandonar esto en cualquier momento”. Pero veamos lo que nos dice la Palabra de Dios al respecto.

2° Corintios 3:17 “Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.”

El diccionario define la adicción como Rendir la voluntad a algo, de manera obsesiva.

El gran peligro en la adicción es el hecho de rendirse, de entregarse a otro poder permitiendo que la voluntad se torne pasiva. Muchos adictos niegan que hayan entregado su voluntad e insisten en repetir: “Puedo abandonar esto en cualquier momento”. Pero las cadenas no se rompen hasta que no deciden entregarse al poder del Espíritu Santo para ser liberados.

Dice 1° Pedro 2:11: “Os ruego que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma.”

Las adicciones y las costumbres destructivas lamentablemente son muy comunes, pues vivimos en una sociedad adictiva. El consumo de cigarrillos, el abuso de alcohol o drogas. Hay muchos que son adictos también a los tranquilizantes.

Cada día hay personas que pasan muchas horas diarias en la televisión y la cantidad de esclavos a la pornografía es alarmante. Muchos cristianos luchan en secreto con estos hábitos y no buscan ayuda por vergüenza.

 

Pero, ¿qué es una adicción o un hábito destructivo?

La adicción o hábito destructivo es “aferrarse a un comportamiento, sustancia, actividad o persona que nos cause daño”.

¿Usted considera que tiene vacíos que ha intentado llenar por medio de cosas ajenas a Dios?

El Señor Jesucristo le mostró esto a una mujer adicta a las relaciones con personas. (Ver Juan 4:16-18).

  1. RAICES DE LA ADICCION (ver Romanos 7:14-19)

 

Las adicciones, ya sean drogas, alcohol, gratificaciones personales, pornografía, perfeccionismo o negativismo, generalmente se manifiestan como el deseo de escapar a diversas circunstancias.

Todas las adicciones tienen una raíz espiritual. El ser humano es rebelde y egoísta por naturaleza: desea reconocimiento y satisfacción. La adicción es un reflejo directo de nuestra atadura interna a este pecado de rebelión. La sanidad no es completa hasta que no se haya cortado con esta atadura.

Las adicciones no solamente tienen causas espirituales, sino consecuencias espirituales. Hay muchas maneras en que las adicciones pueden ser destructivas espiritualmente. Hay formas, por ejemplo, de idolatría espiritual que crean adicción, consumen energías y llevan a la auto destrucción; crean una barrera entre el adicto y Dios, impiden la obediencia a su Palabra y, finalmente, perpetúan el pecado.

Muchas veces la persona es llevada a la adicción debido al abuso del que fue víctima en la niñez. Por ejemplo: violación, rechazo, una mala imagen de sí mismo, falta de perdón, culpa o aflicción.

Si en la herencia familiar existen comportamientos de este tipo, hay que tomarlo en cuenta y lidiar con él.

Hay que pedirle al Espíritu Santo que te muestre la raíz que causa la adicción, ya sea tuya o de la persona por quien usted está orando, y busque la sanidad y la liberación en esa área. (Ver Gálatas 5:1)

 

 

 

  1. ATADURAS AL PASADO.

 

Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto “salió con mano fuerte y brazo extendido”, es decir con la poderosa ayuda de Dios! Pero hubo un proceso arduo y doloroso para poder lograrlo. Y esto fue debido a costumbres y mentalidades del pasado.

 

Muchos cristianos batallan con problemas, porque están atados al pasado, y esto les impide su crecimiento espiritual en el presente. Estas ligaduras pueden tener sus raíces en herencias espirituales negativas, y terminan consolidándose y saliendo a luz al abrir alguna puerta, dándole al enemigo el derecho legal de entrar. (Ver 2° Corintios 12:20-21)

 

 

 

III.            SíNTOMAS QUE ACOMPAÑAN UNA ADICCIÓN.

 

Es importante que revises si los siguientes síntomas de adicción no forman parte de tu carácter: negación de la realidad, manipulación, ira contenida, orgullo, egoísmo severo, irresponsabilidad, agresividad, mentir constantemente.

 

Voy a mencionar algunas señales que nos indican si en nuestras vidas hay una adicción o un hábito destructivo:

 

  1. Obsesión mental: Es cuando una idea fija se instala en nuestra mente, la cual controla los pensamientos, y aunque queremos librarnos, no podemos. (Ver 1° Corintios 6:12-13)

 

  1. Negación: Es cuando el mundo nos está aplastando y decimos “todo está bien”, “¿Cuál es el problema?”, “¿Yo adicto?”, “Lo que pasa es que tengo algunos problemas y necesito unos tragos los fines de semana para relajarme” o “amo a ese hombre; por eso permito que me golpee o me humille”; “El alcohol a mí no me hace daño; a los que beben todos los días sí”. “Bueno, la marihuana es una planta”. “Si tu tuvieras los problemas que yo tengo, me entenderías más” y otras tantas frases que solemos escuchar…

 

Ver 1° Juan 2:4  El que afirma: «Lo conozco», pero no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no tiene la verdad.

 

  1. Pérdida de control: Hay una pérdida de control, porque la persona ya no es dueña de su voluntad. Es como si alguien más se apodera de nuestros pensamientos. Consideremos lo que dijo el apóstol Pablo en Efesios 2:1-2.

 

  1. Consecuencias negativas: al principio las adicciones producen algún tipo de placer, una gratificación, un estado de falso bienestar, pero luego comienza a destruir tu vida.

 

  1. Aislamiento

 

 

 

¿Cómo comienzan la adicción y los hábitos destructivos?

 

1° paso: ante una primera experiencia con una actividad, una persona, o una sustancia que logra cambiar su estado de ánimo en forma instantánea.

 

2° paso: la persona no ha sufrido consecuencias negativas, y sigue recibiendo la gratificación y los efectos placenteros que le generan las personas, la actividad o la sustancia a la cual es adicta.

 

3° paso: comienzan a aparecer los problemas y las pérdidas, pues aquello a lo que se aferra empieza a deteriorarle. Se desencadena la destrucción.

 

4° paso: Quedamos atrapados. A pesar del dolor y el sufrimiento, la persona se aferra más a aquello que la tiene esclava.

 

5° paso: La ruina. Ya no le importa la vida, se nota el deterioro moral, económico y espiritual, ya no importa nada. Muchas de estas personas terminan en la prostitución, indigencia, en manicomios, en la cárcel. La Biblia dice: “hay caminos que al hombre le parecen correctos, pero son caminos de muerte”.

 

¿Cómo ser libre de las adicciones y de los hábitos destructivos?

 

La Biblia nos habla de la renovación de nuestra mente en Romanos 12:2 – Juan 3:6 –  2° Corintios 5.17 –  Colosenses 3:5.

 

Hay muchos cristianos que con el nuevo nacimiento sufren muchos cambios en su manera de vivir, pero aún tienen problemas con el carácter.

 

Romanos 7.19 “No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago”.

 

  1. La consejería cristiana: la restauración emocional ocurre luego de un período de tiempo. Aunque llegamos a ser nuevas criaturas instantáneamente en él; estamos en el proceso de conformarnos a su imagen.

 

Somos impotentes ante nuestras adicciones o hábitos destructivos y además, no sabemos cómo manejar nuestras vidas. (Ver Lucas 15:17-18).

 

La falta de dominio propio nos debilita, y es cuando sentimos la necesidad de buscar la ayuda de Dios. Uno de los aspectos que se debe tomar en cuenta es la importancia del discipulado y la consejería.

 

 

  1. SIETE PASOS PARA CAMINAR EN LIBERTAD

 

1)      Identifica el área de conflicto. Pedile al Espíritu Santo que te muestre cualquier área de atadura a la que debas prestarle atención.

 

2)      Confesá y arrepéntite delante del Señor de los pecados que el Espíritu Santo te muestre.

 

3)      Perdoná por decisión propia, todo lo que veas que es una atadura; inclusive, perdónate a vos mismo. Libérate y desechá todo sentimiento que culpe a Dios, y dejate de culpar a vos mismo.

 

4)      Recibí el perdón de Dios y su sanidad.

 

5)      Renunciá al pecado y cerrá la puerta en cualquier área por donde el enemigo pudiera entrar.

 

6)      Pedile al Espíritu Santo que te ayude a romper con los patrones de conducta a los que estás acostumbrado.

 

7)      Permití que el Espíritu Santo vaya formando en vos cada día, la imagen de Cristo.

 

Que Dios nos ayude a ser libres de toda adicción y de todo lo que perjudica nuestras vidas, que tengas una semana de bendición y victoria!

 

Pastor Guillermo Decena, Centro Familiar Cristiano Eldorado.

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