Cuando la mujer comenzó a declarar no sorprendió con sus dichos a las fiscales Verónica Pérez y Fabiola Juanatey, de la UFI N°2 de Lomas de Zamora, sino que les dio la base para comenzar a indagar sobre una sospecha que tenían hace tiempo y que no habían podido profundizar aún. Necesitaban un testimonio como el de Estrella para poder ahondar.
Para las fiscales, lo que contó la abuela de Anahí fue clave. Es que Estrella detalló lo que escuchó cuando los amigos iban a visitar a Anahí a su casa de Valdez al 600, de Lomas de Zamora. «La mujer dijo que su nieta y sus amigos iba a una casa de la reserva natural», explicaron.Por ello, en breve los investigadores podrían citar nuevamente a los amigos de la adolescente asesinada para que aclaren este punto y digan cuál es esa casa. Sería crucial para el caso.
«Es que los investigadores creen que los amigos de Anahí que declararon en la causa omitieron ese dato porque, como son menores de edad, tenían que dar detalles de sus vidas frente a sus padres y eso los ponía en una situación incómoda», esgrimieron las fuentes el por qué hasta ahora las fiscales no habían podido conseguir nada sobre ese punto en particular. «Es más, las sospecha es que el grupo iba a esa casa en las recorridas nocturnas que solían hacer los chicos por la reserva natural», especificaron.
En la causa sí figuraba el dato que Anahí había escrito en su diario, donde describía una propiedad del predio de Santa Catalina de características muy similares a la casa de Marcos Bazán, uno de los acusados del secuestro y el crimen. El otro es Marcelo Villalba, al que además se le imputa el robo del celular y el abuso sexual.
Lo cierto es que las fiscales creen que la casa de la que habla Estrella es la propiedad de Bazán del predio de Santa Catalina, la misma donde el perro Bruno marcó el rastro de la chica en el galpón que funcionaba como «honguera» y en la cocina, también indicó que de allí Anahí no salió viva y que el detenido estuvo en el lugar donde fue descartado el cuerpo: a 231 metros de su casa.
Esa vivienda también fue encontrada una tijera que Anahí solía llevar en su morral para devolvérsela a un amigo que se la había olvidado en su casa en febrero. El útil tenía un detalle particular: una etiqueta pegada donde estaba escrito el nombre «Lautaro M.». Y, recientemente, una pericia complicó aún más la situación de Bazán cuando probó que una pala que había en su propiedad se usó para hacer el pozo donde se descartó el cadáver y donde lo encontraron el 4 de agosto.