La abuela de Anahí Benítez y un testimonio que complica aún más a uno de los detenidos

Contó que la chica solía ir con amigos a una casa en la zona donde la mataron.
«Escuché a los amigos decir que solían ir a una casa en la reserva de Santa Catalina y que Anahí también iba», fue lo que dijo Estrella cuando estuvo ante las fiscales. Sus palabras fueron pausadas pero firmes, y también contundentes para la causa. Así fue el primer testimonio de la abuela materna de la adolescente asesinada, quien se presentó de manera espontánea en los Tribunales de Lomas de Zamora donde investigan el crimen de su nieta.

Cuando la mujer comenzó a declarar no sorprendió con sus dichos a las fiscales Verónica Pérez y Fabiola Juanatey, de la UFI N°2 de Lomas de Zamora, sino que les dio la base para comenzar a indagar sobre una sospecha que tenían hace tiempo y que no habían podido profundizar aún. Necesitaban un testimonio como el de Estrella para poder ahondar.

«Es una señora mayor a la que la familia había querido proteger durante este tiempo», explicaron las fuentes a Clarín las razones por las que Estrella aún no había declarado en la causa por el crimen de su nieta, más aún después del tenor de sus dichos. Y aclararon: «También estuvo con un problema de salud y aunque se la veía entera, su rostro reflejaba que estaba muy dolida».

 

Para las fiscales, lo que contó la abuela de Anahí fue clave. Es que Estrella detalló lo que escuchó cuando los amigos iban a visitar a Anahí a su casa de Valdez al 600, de Lomas de Zamora. «La mujer dijo que su nieta y sus amigos iba a una casa de la reserva natural», explicaron.Por ello, en breve los investigadores podrían citar nuevamente a los amigos de la adolescente asesinada para que aclaren este punto y digan cuál es esa casa. Sería crucial para el caso.

 

«Es que los investigadores creen que los amigos de Anahí que declararon en la causa omitieron ese dato porque, como son menores de edad, tenían que dar detalles de sus vidas frente a sus padres y eso los ponía en una situación incómoda», esgrimieron las fuentes el por qué hasta ahora las fiscales no habían podido conseguir nada sobre ese punto en particular. «Es más, las sospecha es que el grupo iba a esa casa en las recorridas nocturnas que solían hacer los chicos por la reserva natural», especificaron.

 

En la causa sí figuraba el dato que Anahí había escrito en su diario, donde describía una propiedad del predio de Santa Catalina de características muy similares a la casa de Marcos Bazán, uno de los acusados del secuestro y el crimen. El otro es Marcelo Villalba, al que además se le imputa el robo del celular y el abuso sexual.

 

Lo cierto es que las fiscales creen que la casa de la que habla Estrella es la propiedad de Bazán del predio de Santa Catalina, la misma donde el perro Bruno marcó el rastro de la chica en el galpón que funcionaba como «honguera» y en la cocina, también indicó que de allí Anahí no salió viva y que el detenido estuvo en el lugar donde fue descartado el cuerpo: a 231 metros de su casa.

Esa vivienda también fue encontrada una tijera que Anahí solía llevar en su morral para devolvérsela a un amigo que se la había olvidado en su casa en febrero. El útil tenía un detalle particular: una etiqueta pegada donde estaba escrito el nombre «Lautaro M.». Y, recientemente, una pericia complicó aún más la situación de Bazán cuando probó que una pala que había en su propiedad se usó para hacer el pozo donde se descartó el cadáver y donde lo encontraron el 4 de agosto.

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