Un joven fue condenado a 17 años y seis meses de prisión por matar a una adolescente de 16 años a la que le efectuó un disparo en la cabeza el día en que la víctima festejaba su cumpleaños en su casa del barrio porteño de Parque Patricios, informaron fuentes judiciales.

La pena fue fijada por la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional (CNCCC), que redujo en seis meses la que había dictado un tribunal oral al imputado, Vicente Ortellado (20), también responsabilizado por la tentativa de homicidio de la madre de la chica.

En cambio, por el beneficio de la duda, la sala II de la Cámara absolvió a R.M.C., quien era menor de edad cuando, el 19 de abril de 2014, se registró el ataque que, luego de casi tres días de agonía en el Hospital Penna, provocó la muerte de Giovana Noemí Quispe Aruquipa.

Esa noche, se festejaba el cumpleaños 16 de la joven cuando Ortellado ingresó a la casa armado con una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros, y secundado por otros dos jóvenes, uno que se fugó y no fue juzgado en el debate. Ortellado se abrió paso entre los invitados y efectuó un disparo al aire.

Como Eugenia Aruquipe Quispe, madre de la chica, pensó que se trataba de un robo, se puso de rodillas y, según el sumario penal, les suplicó que se llevaran lo que quisieran pero sin hacerle daño a los invitados al festejo. En ese momento, Ortellado aprovechó para gatillar el arma cerca de su cabeza, sin que saliera el tiro.

Fue cuando la cumpleañera identificó a M. C., lo llamó por su nombre de pila,«Richard», y le pidió que se retiraran del lugar, pero Ortellado dirigió el arma hacia la joven y desde corta distancia, le descerrajó un disparo que la impactó en la cabeza y la hirió de suma gravedad. La joven fue trasladada de urgencia al hospital Penna, pero falleció la mañana del 22 de abril de 2014.
Al revisar la condena, los camaristas Luis Niño, Daniel Morín y Eugenio Sarrabayrousse dijeron que se había probado la autoría de Ortellado, pero no que M.C. haya tenido intención de participar del homicidio.

Por su parte, la defensa oficial sostuvo que Ortellado, debido a la intoxicación por bebidas alcohólicas y posiblemente por droga, pudo no haber comprendido la criminalidad del acto que llevaba a cabo, pero el tribunal, en coincidencia con la fiscalía, consideró que ese estado debe probarse de manera concreta, lo que no ocurrió.

También sostuvo la defensa que Ortellado «no tuvo intención de matar», pero los camaristas recordaron desde qué distancia y a qué parte del cuerpo de las víctimas dirigió los disparos.