Comunidad científica expuso su preocupación por la débil política ambiental internacional en la conferencia mundial SER2017

La comunidad científica internacional está «profundamente preocupada» por los «retrocesos» en materia de política ambiental en Brasil bajo el gobierno de Michel Temer, afirmó Bethanie Walder, directora ejecutiva de la Sociedad Internacional para la Restauración Ecológica (SER), organizadora de la 7ª Conferencia Mundial sobre Restauración Ecológica -que se realizó entre el 29 de agosto y 1 de septiembre en Foz do Iguazú, Paraná (Brasil)-, en conjunto con la Sociedad Brasileña para la Restauración Ecológica (SOBRE) y la Sociedad Iberoamericana y del Caribe para la Restauración Ecológica (SIACRE), entre otras instituciones.

Pero también diversos trabajos y conclusiones los llevaron a unirse para enviar un poderoso mensaje al mundo: «paren con la degradación ecológica y restauren los ecosistemas, es ahora el momento de revertir la marea de destrucción ambiental», advirtieron en un fuerte documento denominado «Llamado a la Acción» de la SER2017.

«Si se hace de forma eficaz y sostenible, con foco en resultados reales basados en métricas, la restauración ecológica ayudará en gran medida a proteger la biodiversidad, mejorar la salud y el bienestar humanos, garantizar la seguridad alimentaria y el agua, entregando bienes servicios y prosperidad económica, y proporcionando contribuciones críticas para la mitigación y adaptación al cambio climático. Nunca hubo una necesidad mayor de este llamamiento. Pero sólo esta semana, titulares alarmantes en todo el mundo han reportado huracanes, inundaciones e incendios que están causando una pérdida extraordinaria de vidas, propiedades y la seguridad alimentaria y del agua. Los desastres naturales y causados por el hombre son intensificados por decisiones políticas que favorecen beneficios rápidos en detrimento de la protección ambiental», reflexionan integrantes de la comunidad científica global.

La Conferencia Mundial sobre Restauración Ecológica es un evento de prestigio internacional que se realiza en forma bienal, es el mayor encuentro mundial de científicos, profesionales, responsables políticos y estudiantes que trabajan en este campo importante del rescate del ambiente natural.

«Es un poco perturbador, o decepcionante (…) enterarnos de estos retrocesos en momentos en que traemos investigadores de 65 países para ver de cerca el liderazgo de Brasil en el campo de la restauración ecológica», dijo Walder en una entrevista telefónica desde Foz de Iguazú, donde participó en el 7º Congreso Internacional de la SER, en relación al decreto nacional que permitía la explotación minera en áreas de reservas de la Amazonía.

La investigadora estadounidense sostiene que Brasil no presta suficiente atención a las consecuencias de la destrucción de los ecosistemas. «Un ejemplo de ello es la sequía de 2014 en Sao Paulo, cuando la represa de Cantareira disminuyó sus niveles. Tenemos que entender la relación entre la floresta y el agua: si destruimos las florestas, destruimos nuestra fuente de agua», expuso.

El ambiente en la agenda política

Más de mil especialistas participaron en los cuatro días de la primera conferencia de la SER2017 en Brasil, que concluyó este viernes en la ciudad situada en la frontera con Argentina y Paraguay, a proximidad de las gigantescas Cataratas del Iguazú Maravilla del Mundo, y de la central hidroeléctrica de Itaipú.

El comunicado final del evento insta a ejecutar obras de restauración de forma inmediata, pero advierte que «la restauración ecológica no será suficiente para revertir una crisis ambiental global si no detenemos la destrucción del ecosistema».

La SER pidió crear legislaciones apropiadas con ese fin y garantizar un rol activo a las comunidades indígenas en la implementación de las políticas ambientales.

La Conferencia se realizó en momentos de polémicas ambientales en Brasil. La justicia federal brasileña paralizó al gobierno de Michel Temer el jueves, cediendo a las críticas dentro y fuera del país, la ejecución de un decreto que autorizaba la explotación minera en una reserva amazónica de 47.000 km2, tras un arsenal de críticas.

La semana pasada, se expuso a nuevos reclamos, tras anular la demarcación de un área indígena en el Estado de Sao Paulo.

El Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama), dependiente del ministerio del ramo, rechazó por su parte el martes un estudio ambiental de la francesa Total para buscar petróleo en la desembocadura del río Amazonas, que podría amenazar a una barrera de corales.

La conferencia mundial reunió entre el domingo 29 de agosto y el viernes 1 de septiembre a delegados y oradores de los sectores público y privado y de ONG, incluida Cristina Paşca Palmer, secretaria ejecutiva de la Convención de la ONU sobre Biodiversidad, Joaquim Levy, ex ministro de Economía Federal y actual director financiero del Banco Mundial, Stephen Rumsey, Presidente de Permian Global y Rosa Lemos de Sá, director ejecutivo del Funbio, entre otros. Más de 1.000 participantes de 60 países diferentes se inscribieron al evento internacional.

 

Escenario global

Más de dos mil millones de hectáreas en el mundo ofrecen oportunidades de restauración – un área más grande que América del Sur-. La mayor parte de estas tierras están en áreas tropicales y templadas.

Las iniciativas globales como Bonn Challenge piden la restauración de más de 150 millones de hectáreas de áreas degradadas para 2020. En tanto, en la región de América Latina y el Caribe, los gobiernos y las partes se comprometieron a restaurar 20 millones de hectáreas como parte de la Iniciativa 20×20, que es un sub-compromiso en el marco del Desafío de Bonn.
Desde el punto de vista económico y ecológico, invertir en la restauración ecológica tiene sentido, según afirmó Bethanie Walder, directora ejecutiva de la Society for Ecological Restoration.

El World Resources Institute (WRI) estima que los US $ 1,15 mil millones ya destinados a la Iniciativa 20×20 podrían resultar en retornos económicos de US $ 23 mil millones en los próximos 50 años. Equivale a alrededor del 10% del valor de las exportaciones de alimentos en la región. Además, este programa podría secuestrar casi 5 gigatoneladas de CO2 durante ese mismo período.

Restaurar 12 millones de hectáreas de tierras forestales deforestadas y degradadas hasta 2030, a través de la restauración forestal, reforestación y regeneración natural son un camino para que Brasil alcance grandes reducciones en las emisiones para el Acuerdo de Clima de París, dijo Rachel Biderman, directora ejecutiva de WRI Brasil.

También, ayudará a mitigar los efectos del cambio climático. Con estos compromisos, Brasil se unió a muchas otras naciones para comprometerse a participar en la Iniciativa 20×20 como parte del Desafío de Bonn.
En el momento en que Brasil está pasando por una de las mayores crisis políticas y económicas y amenazas asociadas a la legislación ambiental, incluyendo propuestas para reducir áreas protegidas, y las responsabilidades generadas por el desastre de Mariana, la realización de un evento de esa magnitud en Brasil apoya los muchos ciudadanos brasileños que trabajan y promueven iniciativas nacionales para construir un futuro mejor, reveló Vera Lex Engel, presidenta de la conferencia.
En los últimos 20 años, la restauración ecológica se ha convertido en una herramienta importante para revertir parcial o total la pérdida de biodiversidad y servicios ecosistémicos. Algunos de los principales acuerdos y objetivos medioambientales del mundo, como el Acuerdo de París y los Metas Aichi de la Convención sobre la Diversidad Biológica, exigen la restauración ecológica como un enfoque para proteger y mejorar la biodiversidad, garantizando la seguridad de la comida y el agua y enfrentando otras amenazas ambientales globales.
Gran parte de la conferencia estuvieron centradas en la consecución de estos objetivos internacionales, a través de la “conexión de ciencia y práctica a un mundo mejor”.

 

 

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