El empresario correntino Mariano Martínez Rojas involucró a Ricardo Echegaray y Claudio Minnicelli en la maniobra de lavado de dinero

Luego de que el juez en lo Penal Económico Gustavo Meirovich ordenara su detención, el empresario Mariano Martínez Rojas, acusado del presunto lavado de 200 millones de pesos, explicó cómo eran las maniobras en las que participaba e involucró a figuras como el ex titular de AFIP, Ricardo Echegaray, y el detenido Claudio «Mono» Minnicelli, cuñado de Julio De Vido.
Martínez Rojas consideró que la decisión del juez fue arbitraria y lanzó: «Hizo un show mediático en lo cual lo único que hizo es ponerme en una posición de riesgo ante toda la gente que ya sabemos». El ex dueño de Radio América y Tiempo Argentino se refirió en este marco al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán; Hwang Sung Ku, también llamado «Mister Korea», quien está detenido en la causa; y personas relacionadas al entonces mandatario bonaerense Daniel Scioli.
El empresario está imputado en la causa que investiga a 56 empresas fantasmas que utilizaban las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI) para hacerse de dólares durante la época del cepo y sacarlos de la Argentina. Según explicó, tras constituir estas sociedades, que eran dirigidas por gente insolvente, reunían la documentación correspondiente para importar. Y esa carpeta luego se presentaba en los bancos para poder pagar esos contenedores con divisas que se giraban al exterior a dólar oficial. «Ponete a calcular la diferencia cambiaria con la que jugaban: el oficial estaba a 6 y el blue a 12, se llevaban un 100% diario», graficó.
«Dentro de la organización estaban Echegaray; Daniel Santana, ex funcionario de la Aduana; y Minnicelli», apuntó. Martínez Rojas detalló cómo era el mecanismo a través del cual la banda conseguía ingresar los contenedores. «Si entraban televisores, motos, autos (decían que) había cajas de fósforos, por darte un ejemplo banal», graficó. Y añadió: «Pesaba lo mismo, la misma capacidad y el escaner se apagaba. El que revisaba el contenedor estaba pago, también el policía aduanero, y el contenedor pasaba».
También involucró a «la mitad del Poder Judicial», tras explicar que cada salida de divisas tenía que ser firmada por un juez nacional dado que tenían amparo. «Y por firmar tengo entendido que cobraban, porque gratis no lo hace nadie, y menos en Argentina», señaló.
En otro tramo del reportaje que concedió a TN, el acusado dijo que el entonces secretario de Comercio, Guillermo Moreno, estaba al tanto de las operatorias, pero aseguró que «la que cobraba era su esposa Marta Cascales». «Ella era la recaudadora, él no tocaba un centavo», insistió.
Desde los Estados Unidos, donde está instalado desde hace ocho meses, lanzó: «Si me presento en la Argentina, a mí me matan». «¿Quién me mataría? Nombré tantos nombres, que podés elegir. Trabajé con ellos, se cómo son, como operan. Insfrán, Echegaray, Santana, Moreno, jueces, Minnicelli, que tenía trato directo con Korea», expresó.
«No tuve el disgusto de conocer a la señora Cristina (Kirchner), pero estaba al tanto de cada detalle», aseguró. «Lo sé porque hablaba con gente que se relacionaba directamente con ella. Todos los que te dije. La plata que venían a buscar a mi oficina, de lo que era de Formosa, que se recogía de la Bolsa de Comercio de gente ligada a Lotería -gobierno de la provincia de Buenos Aires de Scioli- era gente del Senado. Eran diputados, senadores, con su propia custodia. La plata la llevaban por Aerolíneas Argentinas con arreglo de PSA, en efectivo, en el avión. Tengo pruebas de todo», concluyó.

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