Centro de Obesidad Misiones: Un servicio integral al servicio del paciente

El equipo especializado en esta enfermedad opera en el sanatorio IOT y brinda un tratamiento basado en cuatro pilares fundamentales para abordar el trastorno de manera global: la nutrición, la psicología, la medicina y la cirugía.

La obesidad es un problema más común de lo que parece y que, en muchos casos, es afrontada con más liviandad de lo que requiere. Se trata de una enfermedad crónica, muy compleja y progresiva. Y además, es cada vez más frecuente: “El 20% de la población de Misiones está en el rango de sobrepeso de obesidad, a pesar de ser una provincia con relativamente bajos recursos. Es una afección que tiene muchas causas, por lo que debe ser tratada por un equipo”, explicó el doctor Eduardo Carrozzo, médico cirujano del Centro de Obesidad Misiones.

Es por ello que el equipo ofrece un servicio interdisciplinario para afrontar esta enfermedad basado en cuatro áreas: la de psicología, el área clínica, la nutrición y la cirugía.

Uno de los problemas más urgentes en el caso de un paciente con obesidad es que muchas veces esa situación trae aparejadas otras enfermedades asociadas: “Es frecuente escuchar que el obeso también tiene diabetes, hipertensión o problemas en las articulaciones”.

“Mucha gente viene al consultorio por primera vez y dice que quiere ver si tiene o no obesidad. Lo que siempre intentamos enseñar al paciente es que el problema no son los kilos, sino la relación que hay entre el peso y la altura. Eso es la masa corporal y es muy fácil sacarlo, incluso hay programas en el teléfono que hacen el cálculo y te dan un número que permite posicionarte dentro de una tabla y saber si tenés un peso normal, un sobrepeso o un sobrepeso en un rango de obesidad. Dentro de la obesidad también hay diferentes grados: el último de ellos es la obesidad mórbida, que constituye un serio problema de salud para el paciente, a veces para sus familiares e incluso para el sistema de salud porque suelen tener diabetes y problemas de articulaciones”, explicó Carrozzo.

Lo primero que se realiza cuando llega un nuevo paciente al Centro es “evaluarlo entre todos”: “Viene el paciente, lo interrogamos y vemos dónde está parado para explicarle que el objetivo del tratamiento es que cambie sus hábitos”, entre los que Carrozzo destaca, por ejemplo, “hacer cuatro comidas por día. Mucha gente, en nuestra zona toma unos mates y ya se va a trabajar. Hacer actividad física es fundamental, porque sino no gastás lo que tenés guardado, la ecuación es bastante simple”.

Otra de las necesidades fundamentales es “descansar bien y alimentarse correctamente. Mucha gente viene y dice que hizo dieta, pero el concepto de la dieta no termina dando resultados. Nosotros reeducamos la alimentación para que sea saludable por el resto de su vida”.

Precisamente, respecto a la alimentación habló Valeria Fronciani, una de las nutricionistas en el equipo: “Trabajamos el orden de las comidas: cuántas comidas hay que hacer, cómo hacerlas, qué alimentos comer en cada comida, cómo combinarlos, qué volumen, cuáles son los alimentos que generan más saciedad y cómo mantener esa saciedad hasta la próxima comida”.

En concordancia con las palabras de Carrozzo, Fronciani explicó que uno de los problemas más frecuentes es “la falta de desayuno: la gente acá está muy acostumbrada al mate y con el mate vienen los bizcochitos, las chipas, las harinas en general.  Hay mucha adicción a las harinas y, generalmente, los pacientes no se dan cuenta porque están muy inculcados, por lo que tenemos que trabajar también con la familia y con su ámbito”.

Otra de las patas necesarias es la psicología, ya que “cada paciente es muy individual, porque cada uno tiene su propia historia y su propio psiquismo. En cuanto a aspectos psicológicos, al abordar la obesidad, lo que hay que lograr es la conciencia de enfermedad. La parte psicológica está muy afectada, es muy común ver estados depresivos, un mal manejo de la ansiedad. Por eso trabajamos en equipo”, explicó la psicóloga Leticia Novau.

En la última instancia está la cirugía, una herramienta que es preferible utilizar en aquellos pacientes que “realmente la necesitan”: “Tiene indicaciones reguladas por normas internacionales para aquellos que tengan índice de masa corporal arriba de cuarenta, que los posiciona en obesidad mórbida. Esos pacientes son los que potencialmente pueden ser operados. De todos modos, no es obligatoria, pero utilizada en tiempo y en forma con un entendimiento de la psiquis y qué comer y cómo, puede tener excelentes resultados”, precisó Carrozzo.

Entre las posibilidades, son dos las técnicas más utilizadas: la bariátrica o la gastrectomía vertical en manga.

La primera “se hace por videolaparoscopía a través de unas pequeñas heridas de un centímetro (en vez de una herida grande, por lo que la recuperación es mejor y el paciente no tiene tanto dolor abdominal). Genera diferentes tipos de cortes: cortes en el estómago, para que la comida ingrese menos; y cortes en el intestino, para que la comida se una al estómago y la comida se vaya más rápido, se “bypassea”. Al hacer un bypass gástrico, la comida va a un estómago residual y ya ingresa al intestino”.

“En la otra técnica, también llamada manga gástrica, se saca el 90% del estómago y queda el estómago como un tubo, por lo cual la comida no tiene lugar. La gente baja de peso por dos razones: porque no le entra la comida, pero básicamente porque le baja el apetito”, apuntó Carrozzo.

El Centro de Obesidad Misiones posee sus consultorios dentro del sanatorio IOT. “Tenemos una agenda los días jueves a la tarde, donde estamos todo el día. El paciente viene por primera vez ahí y ahí vemos cómo lo podemos ayudar”.

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