Qué dicen los especialistas sobre lo que le pudo haber pasado al avión que cayó en el Delta

Luego de que fuera encontrado en las orillas del delta del Paraná, tras 26 días desaparecido, el avión Mitsubishi biturbo con matrícula LV-MCV y que en las últimas horas se conociera la noticia de que fueron hallados «restos humanos» en el interior de la aeronave, especialistas indagaron en las causas que pudieron desencadenar el siniestro.

Fue el titular de la Asociación Nacional de Aviación Civil (ANAC), Juan Pedro Irigoin, el que dio a conocer la noticia que pareciera comenzar a poner fin a todos los interrogantes que a lo largo de casi un mes de búsqueda se tejieron en torno al destino del avión.

«Las características del accidente indican que no va a haber sobrevivientes», fueron las palabras del titular de la ANAC, avanzando con cautela en las horas posteriores al hallazgo, mientras se aguarda por más confirmaciones oficiales desde el Juzgado Nº 2 de la doctora Sandra Arroyo Salgado.

Las hipótesis

Si bien la prudencia de los especialistas lleva a no querer hablar demás respecto a las causas que promovieron el destino final del avión, hasta tanto no se tengan la totalidad de los elementos a analizar, se pueden hacer algunas apreciaciones.

«Es demasiado temprano para definir qué le paso al avión pero me parece que hubo un hecho bastante súbito y al mismo tiempo masivo, además muy extendido y que comprometió la totalidad del avión», evaluó el especialista en aviación de la Auditoría General de la Nación (AGN), Franco Rinaldi, en comunicación con Infobae.

Rinaldi dejó saber que «de acuerdo a la última información que tenemos, la torre de Aeroparque le dice a ese avión que se mantenga a la altura en la que esteba, menos de 500 metros sobre la tierra, por lo cual sabemos que en ese momento ya estaba muy bajo», destacó sobre el dato concreto que da pie a algunos posibles escenarios.

«Si tenés fuego o un problema eléctrico a esa altura, ese avión se convierte en una piedra», precisó el experto, quien no descartó «la posibilidad de que el piloto haya tenido algún problema de salud fulminante como un paro cardíaco o un ACV».

Nuevamente haciendo referencia a la baja altura a la que volaba el Mitsubishi, comentó que no sería descabellado pensar «que en la maniobra de regreso hacia San Fernando, el piloto haya pedido el control en el giro», ya que en ese movimiento, explicó, «el avión pierde mucha altura muy rápidamente y si ya estaba bajo, esos segundos pueden ser claves».

Por su parte José María Vaca, secretario del Consejo de Aviación, precisó a Infobae que ve como poco probable la alternativa de que haya habido fallas en los motores ya que «hay líneas aéreas que aterrizan con un motor menos sin ningún problema» y en ese sentido consideró que sería extraño que ambos hubieran colapsado al mismo tiempo.

«Sin embargo no es imposible. Pasa es que si fallan los dos motores se acaban los protocolos y el único lugar hacia donde se puede ir es hacia abajo», amplió, aunque subrayando que las conjeturas podrían ser infinitas, por lo que deberán esperarse los resultados de la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC).

Además sobre los procedimientos que se están realizando por estas horas, explicó que «se trata de mover lo menos posible el contexto en el que cayó la aeronave», y es en parte por eso que se trabaja con mucho cuidado y se demoran las pericias. «Esto es como investigar un homicidio, va un forense y hace hablar al cadáver», expuso.

Un dato que llama poderosamente la atención es que la ELT, por su sigla en inglés Localización de Emergencia Aeronáutica, un dispositivo que se encuentra en la cola del avión y se enciende manualmente o automáticamente ante una situación de impacto, nunca se activó.

La aparición de la avioneta tras 26 días de búsqueda

Los restos de la avioneta, que había partido desde el aeropuerto del partido bonaerense de San Fernando rumbo a Las Lomitas (Formosa) con dos pilotos y un pasajero, fueron hallados tras 26 días de búsqueda en la tarde del sábado en la costa norte del río Paraná Guazú, en un pantano con vegetación.

La aeronave estaba tapada por agua y no había casi ninguna pieza a la vista.Fue una bajante muy fuerte del río y una lluvia de madrugada que lavó la zona, los factores clave que dejaron piezas del avión a la vista y permitieron su hallazgo.

En la aeronave siniestrada viajaban el piloto Matías Ronzano, de 30 años; su copiloto Emanuel Vega, de 25 años, y Matías Aristi, de 37 años, hijo del dueño de la empresa Aibal SA, propietaria del avión.

(Infobae)

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