África: Piden ayuda alimentaria internacional en Sierra Leona tras la tragedia de Freetown por inundaciones y aludes

Aún traumatizada por los cientos de muertes, entre ellas las de al menos 105 niños, en las inundaciones y aludes que golpearon Freetown la madrugada del lunes, Sierra Leona buscaba ayer a 600 desaparecidos en la capital.

Miles de personas están recibiendo ayuda alimentaria, donde las inundaciones y avalanchas han dejado ya más de 400 muertos y cientos de desaparecidos, según ha informado el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por su siglas en inglés), informó el diario español El Mundo.

Las autoridades, que han señalado que más de 3.000 personas se han quedado sin casa tras las avalanchas de lodo, han advertido de que en la localidad de Regent decenas de casas han quedado enterradas en el marco de unas inundaciones que han supuesto las más mortíferas de las últimas décadas.

«Las avalanchas han dejado un camino de muerte y devastación», ha señalado el director del WFP en el país, Housainou Taal. «Nos estamos centrando en los supervivientes para que puedan recuperarse y seguir adelante», ha añadido.

El WFP ha puesto en marcha la distribución de granos, arroz, aceite y sal entre unas 7.500 personas, entre las que se encuentra un gran número de supervivientes.

Las autoridades de Freetown temen que, aparte de los 400 cuerpos hallados, exista un mayor número de personas atrapadas bajo el lodo. La Sociedad de la Cruz Roja de Sierra Leona estima que unas 600 personas continúan desaparecidas.

«Sólo podemos esperar a que las inundaciones disminuyan para que la emergencia no se convierta en una catástrofe mayor», ha manifestado Taal.

 

Más de cien niños muertos

Un total de 109 niños están entre las más de 400 personas que han muerto a causa del desprendimiento de terreno que se produjo el pasado lunes en la localidad de Regent, cercana a Freetown, por las intensas lluvias que han caído sobre Sierra Leona en los últimos días, según ha informado este jueves el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

La última cifra de víctimas mortales confirmada por las autoridades de Sierra Leona es de casi 400 muertos, aunque han advertido de que el balance podría aumentar drásticamente porque todavía hay 600 personas desaparecidas que se teme que estén sepultadas por el barro, entre ellas varios niños, alerta UNICEF.

«La magnitud del daño no tiene precedentes», ha subrayado Hamid El-Bashir Ibrahim, representante de UNICEF en Sierra Leona. «Los niños se han quedado sin hogar, aterrados y vulnerables. Debemos hacer todo lo que podamos para protegerlos de las enfermedades y la explotación», ha instado.

UNICEF está presente en la zona para dar una «respuesta urgente» a las necesidades de los niños y las familias afectadas. La agencia de la ONU se encarga de proporcionar agua potable, saneamiento y suministros como medicinas, lonas y guantes. También está ofreciendo apoyo psicosocial a «las personas traumatizadas por esta catástrofe».

La organización internacional ha llamado la atención sobre el gran número de fuentes de agua contaminadas y redes de suministro dañadas, que podrían dar lugar a «brotes de enfermedades transmitidas por el agua». Para evitarlo, «se están habilitando tanques de almacenamiento de agua».

La magnitud del desastre natural, que ha dejado a más de 3.000 personas sin casa, ha superado la capacidad del Gobierno de Sierra Leona, que ha pedido auxilio a la comunidad internacional. «Comunidades enteras han sido arrasadas. Necesitamos ayuda urgente ahora», dijo el presidente, Ernest Bai Koroma, desde Regent el miércoles.

 

Más de cuatrocientos

«Hoy, el recuento supera los 400 muertos», ha declarado el secretario general de la Federación Internacional de la Cruz Roja, Elhadj As Sy, en Ginebra.

Ha añadido que Sierra Leona se está enfrentando a una crisis «que supera sus capacidades» y ha pedido a la comunidad internacional que preste ayuda.

Los afectados por la catástrofe en Freetown tienen que dormir al raso «puesto que no hay lugar donde acogerlos a todos».

Ha añadido que la Cruz Roja iba a lanzar un llamamiento para recolectar fondos de emergencia, recalcando que «hace falta combinar los esfuerzos de todo el mundo» para responder a la crisis nacida de esta catástrofe.

Ahora, la mayor preocupación para las agencias internacionales, es evitar la propagación de enfermedades que las inundaciones suelen traer consigo.

 

 

PE

 

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