Lo hizo a través de una publicación en Facebook y provocó polémica.
El turno de José Luis Pérez Castro, el tercer procesado por el doble crimen de María José Coni y Marina Menegazzo en Montañita, será el 11 de septiembre. Sin embargo, le ganó la ansiedad y no pudo esperar a defenderse entonces. Lo hizo desde la cárcel y a través de sus redes sociales.
Una vez más, quedaron expuestos los controles para que los presos no tengan acceso al uso de celulares ni a las redes sociales. Es por esto que los investigadores no descartan que los mensajes hubieran sido publicados por algún conocido del acusado con la clave de ingreso a su cuenta, aunque no son pocos los que aseguran que los escribió el propio Castro.
«En setiembre se terminará esta pesadilla con la fe en Dios siempre», responde desde su encierro en Guayaquil a los comentarios de aliento en su muro y como si no hubiera quedado clara su confianza en la justicia Divina reafirmó: «Con mucha fe que de esta Dios me sacará en victoria».
Sólo confía en Dios porque la pena que enfrenta es la máxima: 40 años. Tal fue la condena que recibieron antes de que él, Segundo Mina Ponce y Aurelio Eduardo «el Rojo» Rodríguez, como autor y coautor del doble crimen. En el caso puntual de Pérez Castro, las pericias revelaron la presencia de su ADN en la casa donde fueron asesinadas Majo y Marina. Eso para la fiscalía es una prueba «irrefutable».
En su defensa, el imputado sostuvo que vivió dos meses en esa vivienda y que los rastros genéticos podrían haber tenido su origen en una lesión que tenía en una de sus muelas. La coartada se le cayó cuando los investigadores demostraron que su visita al odontólogo había sido posterior a la fecha de los femicidios.
Doble crimen en Montañita
María José Coni y Marina Menegazzo fueron vistas por última vez el 22 de febrero del 2016, durante sus vacaciones en Ecuador. Las drogaron y las golpearon. A una de ellas la abusaron y a la otra, la acuchillaron hasta morir. Los cuerpos aparecieron, con 48 horas de diferencia, envueltos en bolsas de plástico negras en un descampado alejado de la playa.
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