¿Venganza por amor? Tenía el cuerpo en una caja y lo tiró en la laguna

Es dueño de una fábrica de galletitas del Conurbano. Creen que recorrió cientos de kilómetros con el cadáver en su camioneta.

Un empresario fue detenido en La Tablada como sospechoso de haber asesinado a un hombre que en julio apareció maniatado con alambre, golpeado y con dos escopetazos en el pecho en la laguna de Chascomús.

Fuentes del caso identificaron al detenido como Ángel Oscar Marcos (38), dueño de una fábrica de galletitas del Conurbano. Lo atraparon anoche en la calle, muy cerca de su casa, y es el único acusado del crimen de Carlos Alberto Peralta (49).

La investigación tuvo un avance clave la semana pasada, luego de que dos testigos que viven en el partido de La Costa declararan que en julio un hombre se había acercado a una localidad balnearia y les había ofrecido plata para hacer desaparecer un cuerpo que tenía escondido en la caja de la camioneta.

 

Según informaron fuentes de la investigación, encabezada por la fiscal Daniela María Bertoletti Tramuja, los testigos describieron una Volkswagen Amarok que coincidía con la que tiene Marcos.

Además, los investigadores establecieron mediante las antenas de telefonía celular el camino que el empresario hizo en ese entonces desde la zona donde vivía la víctima y el empresario, en la localidad de La Tablada, hasta la zona de la Costa Atlántica.

 

Durante la detención del sospechoso, la Policía secuestró su camioneta, que será peritada para tratar de encontrar rastros de sangre u otros elementos de prueba.

 

Una de las hipótesis es que el crimen se cometió porque Peralta mantenía una relación sentimental con una mujer cercana al empresario, aunque tampoco se descarta el móvil económico.

El cadáver de la víctima había sido identificado cinco días después del hallazgo a través del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (Sifebu) que cuenta con la base de datos de todos los argentinos documentados en el Registro Nacional de las Personas (Renaper). Al cotejar las huellas dactilares, surgió que Peralta había digitalizado su DNI en 2010.

 

A partir de la identificación, la fiscal Bertolotti envió una comisión a La Matanza para buscar datos concretos sobre la víctima. No había denuncias por su desaparición.

 

La hipótesis inicial apuntaba a que la víctima no era de la zona y los investigadores siguieron la pista de unos tatuajes tribales particulares que tenía el cadáver que los llevó a sospechar de que podía tratarse de Walter «Lobo» Leguizamón, el ex secretario general de la UOCRA de Lomas de Zamora, quien está prófugo por el crimen de un albañil.

Pero, luego, se cotejaron las huellas del cuerpo con la ficha de Leguizamón en el AFIS -que cuenta con los datos de personas con antecedentes penales- y el resultado dio negativo.

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