Calorías “escondidas” en la alimentación que pueden impedir el descenso de peso

Muchas veces escuchamos decir “yo me cuido en las comidas, pero igual engordo”, y es, sin dudas, una problemática que afecta a muchas personas que luchan por bajar de peso a través de dietas y/o ejercicio físico. Si bien, los factores que provoquen este impedimento pueden ser varios, incluso algún problema de salud, la mayor parte ellos, se deben a pequeños errores o desajustes en la alimentación que no son contempladas a la hora de cuidarnos.

El estado nutricional es el resultado de un balance entre las calorías incorporadas con los alimentos y las que se gastan con el movimiento y el ejercicio físico y las funciones normales del cuerpo. Esto significa que, si se consume más de lo que se gasta a diario, el cuerpo comienza a tener reservas.

Las razones más comunes para no bajar de peso son un bajo nivel de actividad física o una ingesta excesiva de calorías, por lo cual, si este es el caso, se habrá identificado el problema y, para que la dieta tenga éxito, deberíamos aumentar la frecuencia o intensidad de la actividad física. Sin embargo, con la comida no siempre es tan fácil darse cuenta cuando estamos haciendo algo mal. Las calorías pueden estar “escondidas” en alimentos que aparentan ser saludables y de bajas calorías pero que, en realidad, tienen una gran cantidad de grasas por porción, o, al menos, muchas más de las que se cree.

Algunos alimentos que pueden “esconder” calorías extras son:

Los alimentos light: debemos saber que el hecho de que un alimento sea light no implica que no tenga calorías. En realidad, sólo significa que tiene menos calorías o menor cantidad de algún nutriente, que su versión “normal”. Si observamos en la etiqueta del envase, veremos que brinda información acerca de su aporte calórico.  Muchos alimentos pueden, por ejemplo, tener un contenido bajo de grasas, pero alto en azúcares o viceversa, lo cual no modifica necesariamente el total de calorías, o no en gran medida. Los alimentos light son importantes aliados de la dieta, pero nada se gana consumiéndolos sin límite, pues como todo alimento, tienen su porción adecuada.

Los aderezos: Parecen insignificantes al lado de la comida principal, pero cada cucharadita de aderezo que se añade suma calorías. La mayonesa, la manteca, la margarina, y los aderezos para ensaladas, son formas muy habituales e “invisibles” de sumar grasas, sodio y calorías a nuestra dieta. Tenga en cuenta que una cucharada postre de ellos puede aportar entre 50 a 150 calorías. Para darle más gusto a las comidas sin añadirles calorías de más se recomiendan condimentos como vinagre, provenzal o jugo de limón, etc.

Las gaseosas: debido a que tienen azúcar, un vaso de gaseosa común puede contener entre 150 y 200 calorías. Mucha gente toma una cantidad diaria equivalente a 2 a 4vasos, lo que, al final del día se traduce en unas 500-600 calorías, aproximadamente, lo que equivale a una o dos comidas extras, pero a base de azucares, sin nutrientes de calidad para el cuerpo.

El alcohol: La mayoría de las bebidas alcohólicas tienen muchas calorías. Una lata chica de cerveza rubia contiene 140 calorías, un vaso de vino 145 y un daikiri o fernet con cola, alrededor de 300 calorías. Si sumamos este aporte, más las comidas, obtendremos valores altos, difíciles de contrarrestar con actividad física.

Conocer cuáles son las comidas o bebidas que contienen calorías ocultas nos dará más posibilidades de llevar un control de la alimentación y responder a estas dudas acerca del porqué, en muchas ocasiones, a pesar de restringir otros alimentos, no podemos lograr un descenso de peso esperado. No obstante, cada persona es totalmente diferente y su organismo responde de manera distinta a todos los factores, tanto alimentarios, como de actividad física y/o situaciones de estrés. Es por ello que debemos consultar a profesionales que nos ayuden a cuidar nuestra salud en todos los aspectos que la determinan.

Lic. Romina Krauss

M.P. n° 147

 

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