El piloto chaqueño logró imponerse ante miles de fanáticos y varias personalidades, entre ellas el presidente Mauricio Macri, que participaron del octogésimo aniversario de la categoría en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez. El misionero Carlos Okulovich, en tanto, tuvo una gran actuación y terminó 7°.
El chaqueño Juan Manuel Silva (Ford) supo reponerse de un inicio con cierta complicación y se impuso junto al arrecifeño Juan Tomás Catalán Magni en los 1.000 kilómetros de Buenos Aires, prueba con la que el Turismo Carretera celebró su 80º aniversario, ante un marco imponente de público en el autódromo Oscar y Juan Gálvez.
El «Pato», conocedor de las carreras de larga extensión por sus distintas participaciones en las 24 Horas de Nürburgring y el Rally Dakar, contó con la brillante colaboración de su joven compañero, quien apuntaló su recuperación desde el toque con Gastón Mazzacane en los metros iniciales que lo llevó a la posición 44.
Después de una progresiva recuperación, y apoyado en una gran estrategia, Silva coronó una gran actuación en el Coliseo porteño y se apoderó del triunfo luego de 178 vueltas recorridas en 5 horas y 30 minutos de carrera, escoltado por el saltense Guillermo Ortelli (Chevrolet), quien se benefició con los problemas que sufrieron a cinco vueltas del epílogo el Ford de Mariano Werner, conducido por Juan Ronconi, y el Dodge de Juan Martín Trucco, con Elio Craparo al volante.
El obereño Carlitos Okulovich (Torino), por su parte, tuvo un gran desempeño. Junto a Juan Pablo Barucca y Nazareno López, desde el 37° lugar de partida, lograron escalar varias posiciones para terminar en la 7°.
La competencia correspondiente a la octava fecha del campeonato contó con las presencias del presidente de la Nación, Mauricio Macri, y la del titular de la ACTC, Hugo Mazzacane.
Macri dio la orden de salida en la previa de la largada, cuya grilla fue encabezada por Guillermo Ortelli, Matías Rossi y Juan Manuel Silva. «Señores pilotos de Turismo Carretera, pongan sus motores en marcha», exclamó el presidente desde el palco oficial, junto Mazzacane.
El jefe de Estado afirmó luego que «la pasión del Turismo Carretera es increíble» porque se «transmite de generación en generación» ante un autódromo que lució colmado desde muy temprano. «Esto es único y las pasiones no tienen explicación. La pasión del TC es increíble, se transmite de generación en generación», resaltó en diálogo con Radio Rivadavia.
El mandatario reveló que su corazón «tira un poquito para Chevrolet» en la clásica disputa de marcas con Ford, que se transformó en una tradición en la historia del Turismo Carretera.
«La misma pasión que hay en el TC hay que ponerla en el país», afirmó Macri
Passalacqua, mezclado como un vecino más, compartió con los asistentes el Súper TC 2000
