Desde la dirigencia del Colectivero ya le apuntan a la temporada 2017-2018 con la firme intención de recuperar un lugar para el fútbol misionero en la B Nacional. Buscan el nuevo DT que esté preparado para los próximos desafíos: pelear el ascenso y jugar los clásicos ante Guaraní.
Un descenso es una caída y de una caída siempre hay oportunidad de levantarse. Crucero bajó desde la B Nacional al Federal A y lejos de ahogarse en un mar de lágrimas ya dio vuelta la página y comenzó a preparar el “Operativo retorno”. Como lo hizo siempre en estos jovenes 14 años de vida, un día después de consumada la pérdida de categoría, la dirigencia comenzó a diagramar la temporada 2017-2018 en una divisional que no pisa desde del 2012, pero donde supo ganarse el respeto y ser el “grande”, el que todos querían derrotar.
Solo para las estadísticas y para despedirse “temporalmente” de la B Nacional, El Colectivero jugará el fin de semana como local ante Gimnasia de Jujuy. Mientras tanto la búsqueda de un nuevo DT es el próximo paso para posteriormente comenzar el armado del plantel que tendrá dos desafíos por delante: luchar por el ascenso y disputar el “mini torneo” que representa los clásicos ante Guaraní.
Ya hubo contacto con el principal candidato a sentarse en el banco en la próxima temporada y esperan una respuesta. Desde la dirigencia consideran que es el ténico “ideal” para encabezar el “operativo retorno”. Conoce la categoría, conoce el club y vendría precisamente por el desafío de conducir el colectivo hacia la B Nacional.
Hay plan B, en el caso de que “ese” entrenador no acepte, pero será del mismo perfil, porque debe conocer la institución y entender que el objetivo será uno solo: Volver.
A la gran mayoría de los jugadores se les vence el contrato el fin de semana y unos pocos, que todavía tienen vínculo, analizan quedarse o no. Por eso será vital abrochar al nuevo DT cuanto antes para que entregue lista de prescindibles y que conozca la plantilla de jovenes de la entidad que sumaron mucho rodaje en la última competencia y que necesitan ser acompañados por jugadores de jerarquía.
El descenso de Crucero será además una “oportunidad” para reflotar el alicaído fútbol misionero, porque volverán a cruzarse de manera oficial Colectiveros y Franjeados, el único duelo que llena estadios en la tierra colorada. La historia de Guaraní contra la paternidad (hasta en los amistoso) de Crucero. Eso también tendrá que entender el entrenador que conduzca la nueva versión del Colectivero.
Recuperar la mística en el Andrés Guacurarí de Garupá, entusiasmar a socios y simpatizantes y contribuir al resurgimiento de un alicaído fútbol vernáculo será la meta. “Retrocedimos pero para volver con más fuerza”, confiaron desde el seno colectivero. Fiel a su estilo, respetando su historia y en el afán de recuperar las estrellas alcanzadas en su “adolescencia”, Crucero se reinventa. Barajar y dar de nuevo. El operativo retorno está en marcha.
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