El acusado por el crimen de la proteccionista confesó: «La maté con mis propias manos»

El único detenido por el crimen de Gloria Enriqueta Sierra, la abogada proteccionista hallada asesinada en el barrio porteño de Flores, explicó su homicidio con lujo de detalles a un joven de 17 años, hijo de una ex pareja, a quien fue a pedirle consejos para deshacerse del cadáver.

Se trata de Pablo Barberio (49), quien esta tarde estaba siendo evaluado para ver si está en condiciones de ser indagado por el homicidio, ya que es un paciente con antecedentes psiquiátricos.

Fuentes policiales y judiciales reconstruyeron el testimonio de un joven de 17 años, hijo de una ex pareja de Barberio, que fue el que originó la causa y posibilitó el hallazgo del cadáver de Sierra (66).

El chico se presentó el domingo pasado en la comisaría 50 para denunciar que Barberio, con quien mantenía una buena relación pese a la separación con su madre, lo fue a visitar el sábado para contarle que había cometido un homicidio y necesitaba ayuda para deshacerse del cadáver.

Siempre según el testimonio del adolescente, Barberio le contó que el viernes por la tarde había ido a la casa de la abogada Sierra, con quien mantenía una relación laboral porque se encargaba de mantener la limpieza y alimentar a los perros que ella tenía en su casa de la calle Bolivia 706.

«Barberio le dijo al muchacho que tuvo una discusión con Sierra y que la mató”, señaló.

«La ahorqué con mis propias manos”, le dijo el ahora imputado al hijo de su ex y, según las fuentes, también le dio otros detalles de la mecánica del asesinato, como que la dejó “postrada en el piso”, que le apoyó “una rodilla en el pecho”, le colocó “una bolsa de residuos en la cabeza” y que también arrojó a la víctima “por la escalera”, desde el primer piso de la vivienda a la planta baja.

Esta declaración fue la que el lunes por la madrugada originó el allanamiento en la casa de Bolivia 706, de Flores, donde fue hallado el cadáver de Sierra, y la posterior detención de Barberio, en inmediaciones de su domicilio de la calle César Díaz 5714, en Villa Luro.

Si bien algunas fuentes indicaron que entre la víctima y el acusado podía haber una relación de pareja, fuentes judiciales y policiales aclararon que en el expediente el único vínculo acreditado entre ambos hasta el momento era laboral, ya que Barberio hacía limpieza y cuidado de los perros que tenía Sierra.

El juez a cargo de la causa, Roberto Ponce, quien subroga durante la feria judicial el Juzgado en lo Criminal y Correccional 5, ordenó que Barberio sea trasladado esta madrugada a la alcaidía del Palacio de Tribunales con un informe médico interdisciplinario.

Desde que fue detenido la madrugada del lunes, Barberio estuvo internado con custodia policial en el Hospital Alvear de emergencias psiquiátricas.

El juez Ponce y el fiscal de la causa, Fernando Fiszer, quieren evaluar los informes de ese hospital y los que elabore el Cuerpo Médico Forense para determinar si el acusado está ubicado en tiempo y espacio y en condiciones de comprender que está imputado de un delito, para ver si puede ser sometido a una indagatoria.

El padre del imputado, Ernesto, confirmó que su hijo “estaba bajo tratamiento”, que tomaba “medicación psiquiátrica” y que también era proteccionista de animales como la víctima, ya que en la casa tiene “ocho perros”.

«Todos los que se dedican al proteccionismo tienen un cable flojo, están todos medio chiflados”, dijo el padre de Barberio en la puerta de su domicilio de la calle César Díaz 5714, en Villa Luro, donde el imputado fue detenido la madrugada del lunes pasado.

Ernesto también comentó que tanto el viernes -día en que se estima fue cometido el asesinato-, como el domingo antes de su detención, estuvo con su hijo y no lo notó nervioso ni alterado por nada.

Agregó que la policía le comentó que en la casa de la víctima “faltaba una escritura” y se preguntó: “¿Para qué Pablo va a querer una escritura?”.

Sierra era ex presidenta del Movimiento Argentino de Protección Animal (MAPA) y fue hallada asesinada el lunes a la madrugada, con signos de haber sido estrangulada y con una fractura de cráneo.

La víctima llevaba entre 48 y 72 horas de muerta, por lo que se estima que la mataron el viernes a la noche o el sábado a la madrugada.

Justamente, vecinos de la víctima afirmaron a la policía que el viernes pasado a la tarde habían escuchado una discusión a los gritos en la vivienda, entre la abogada y el hombre, algo que ocurría desde “hacía algún tiempo”.

De acuerdo con el informe, la mujer se encontraba sola en la vivienda con el acusado del ataque, ya que estaba separada desde hacía un tiempo de su esposo.

En la vivienda de la víctima fueron encontrados 12 perros, 11 gatos y dos aves que la mujer había recogido de la calle y  tenía a su cuidado hasta conseguir alguna persona que se interesara por uno de los animales.

Amigas de la víctima, también dedicadas al proteccionismo de los animales, solicitaron a las autoridades encontrar un hogar de tránsito lo más rápido posible para trasladar a los animales.

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