Los riesgos de consumir batidos proteicos sin recomendación

En los últimos tiempos, se ha vuelto común el consumo de suplementos a base de proteínas por muchas personas, principalmente quienes tienen un entrenamiento regular en gimnasios o lugares a fines, con el objetivo de incrementar la masa muscular y “marcar” sus músculos. Si bien, existen casos en los que los suplementos son necesarios, debido al nivel de entrenamiento y esfuerzo, en la mayoría de los casos, son mal utilizados por quienes no los necesitan.
Los suplementos de proteínas son complementos que se utilizan cuando la persona necesita un «extra» de este macronutriente ya que con la alimentación no llega a cubrir su requerimiento diario, y al ser un batido es más fácil ingerirlos. Algunos están compuestos por proteínas del huevo, suero de leche o de soja.
No obstante, las ganas de lograr el «cuerpo perfecto», lleva a muchas personas a consumirlos en exceso y sin la prescripción de un profesional responsable, y cabe aclarar en este sentido que, el instructor del gimnasio o “personal trainner” no es un profesional capacitado para esto. De esta forma, hacer ejercicio, estar en forma y lograr tonicidad muscular sin una dieta equilibrada y a costas del consumo de estos «polvos mágicos» se está transformando en una moda peligrosa.
Los principales riesgos para la salud que tiene el consumo excesivo de estos suplementos son las enfermedades renales, debido a que un exceso de proteínas en el cuerpo produce una sobrecarga para el riñón que es el órgano encargado de eliminarlas a través de la orina, por lo cual se produce un trabajo extra y lo puede dañar, incluso provocando insuficiencias renales, con la consecuente terapia de diálisis.
Otra consecuencia grave es la osteoporosis. Esto pasa porque las proteínas tienen pH ácido, y como el cuerpo necesita contrarrestarlo lo hace sacando calcio de los huesos, ya que estos contienen pH alcalino, debilitando así, la masa ósea. Además, los suplementos pueden producir acné, malestares abdominales como distensión, gases, dolores gástricos e intestinales e indigestión.
Es importante volver a remarcar que, no está contraindicado o “prohibido” el consumo de los suplementos proteicos, ya que, en deportistas o personas con un alto grado de entrenamiento, los necesitan para cubrir sus necesidades que no lo logran con alimentos o bien, para reparar las fibras musculares que se rompen durante el ejercicio. Lo que quiero informar con esta nota es que no todos los que vamos al gimnasio dos o tres veces por semana o salimos a correr o andar en bicicleta diariamente necesitamos de suplementos, y, ante la duda, siempre se debe consultar a un profesional para que nos guie e indique la cantidad a consumir si fuera necesario para evitar complicaciones para la salud.
Lic. Romina Krauss
M.P. n° 147

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