Los adultos mayores de 50 años contarían con ciertas capacidades cognitivas propias de gente con menor edad.
Si entre tus principales actividades en días fríos o grises como hoy está la de hacer crucigramas podrías estar mejorando tu salud. Y si no lo hacés, podría ser un momento propicio para comenzar. Las personas que tienen este hábito y lo ponen en práctica regularmente podrían estar «rejuveneciendo» al menos una década.
Así lo determinó una primera investigación realizada por expertos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter y del Kings College de Londres. Ambas academias encontraron evidencia de que quienes tienen este hábito mostraron ser mejores en aptitudes como la atención, el razonamiento y la memoria.
En el trabajo se analizaron datos de más de 17.000 mayores de 50 años o más, con el objetivo de evaluar en cada uno los aspectos centrales de su función cerebral. Para eso, los participantes tuvieron que completar una encuesta y realizar una serie de pruebas, en donde se encontró que aquellos que completaban crucigramas en forma regular habían obtenido las puntuaciones más altas.
Es que el mantenimiento de esa costumbre, según se pudo visualizar, mostraba una capacidad de resolución equivalente a la de una persona diez años más joven, particularmente cuando se trataba de probar habilidades relacionadas a la gramática y la capacidad de memoria a corto plazo.
“Encontramos relaciones directas entre la frecuencia con la que se hacen rompecabezas de palabras y la velocidad y precisión en la ejecución de tareas cognitivas”, explicó Keith Wesnes, profesora de Neurociencia Cognitiva en Exeter. Sin embargo, admitió que para ratificar estos nuevos resultados, harán nuevos estudios que permitan clarificar aún más sobre los beneficios de los crucigramas a la hora de prevenir enfermedades como la demencia y el Alzheimer.
Clive Ballard, especialista en Enfermedades Relacionadas con la Edad de Exeter, sostuvo que muchos de los factores de riesgo que provocan estas patologías son evitables. Pero a la vez se comprometió a «seguir averiguando que otros hábitos pueden hacer una auténtica diferencia» para mantener el cerebro sano.
Mientras esto se comprueba, ambos especialistas coincidieron en que los mejores consejos para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas al cerebro «siguen siendo mantenerse físicamente activo mediante el deporte en forma constante, evitar fumar y tener una dieta equilibrada y saludable».