Reflexión del Pastor Decena: El rechazo y el temor

El miedo tiende a traer el mal sobre nosotros, al igual que la fe atrae la bondad y las bendiciones de Dios. El miedo es una sustancia de las cosas que esperamos que no sucedan, es casi como una condena que va a suceder. El que no cree en Cristo es negativo en su visión de la vida, y puede ser presa del temor. Pero el sabio guarda su corazón y conserva la confianza. Veamos lo que nos dice la Palabra de Dios.

 

2° Timoteo 1:7 “Porque Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de poder, de amor y de dominio propio”.

El temor es un espíritu y no solo una cuestión psicológica. Pablo dio esta palabra a Timoteo para que se produzca un despertar de sus dones espirituales, y venza el temor al rechazo, y así dar testimonio de Jesucristo con libertad. El enemigo no quiere que desates tus dones espirituales. Este espíritu no quiere que hables acerca de Jesús, y busca que tengas temor del sufrimiento que puede venir por servir en el Reino de Dios. De esta forma el maligno ha tenido éxito para detener el avance de muchos por medio del temor al rechazo.

Proverbios 11:9 “Con la boca el impío destruye a su prójimo, pero los justos se libran por el conocimiento”.  

El diablo usa aún los medios de comunicación para sembrar miedo y las palabras negativas que pueden venir de algunas personas. Protegemos nuestra mente y corazón, no dejando que ingresen cosas negativas a nuestro interior. El que no cree en Cristo es negativo en su visión de la vida, y puede ser presa del temor. Pero el sabio guarda su corazón y conserva la confianza.

El temor limita a las personas no sólo en las áreas de testimonio y el uso de los dones espirituales, sino también en obstaculizar a la gente para entablar relaciones maravillosas.

Y Dios no nos ha dado un espíritu de temor, pero, por desgracia muchos han sido perjudicados por este demonio de temor, lo que ha impedido su crecimiento.

El miedo tiende a traer el mal sobre nosotros, al igual que la fe atrae la bondad y las bendiciones de Dios. El miedo es una sustancia de las cosas que esperamos que no sucedan, es casi como una condena que va a suceder.

En contraposición, Dios nos quiere libres del temor, y que crezcamos en fe, confianza y amor. Ver 1 Juan 4:18.

El amor es protección contra el temor y el rechazo.

Entendamos que existe un temor bueno y limpio, que es el temor del Señor. Muchas bendiciones están asociadas con el sano temor a Dios, que lleva a la obediencia. No estamos hablando de ese tipo, ni del miedo o precaución natural como mecanismo de autoprotección (como por ejemplo, la sensación de vértigo al estar al borde de un precipicio). Si nos referimos al temor negativo, que produce ansiedad y preocupaciones. Este temor es estrictamente del diablo.

 

1-¿CÓMO DARNOS CUENTA QUE TENEMOS TEMOR AL RECHAZO?

Todos los espíritus engañadores tratan de enmascarase en la personalidad, de manera que la misma persona no admite que necesita ser sano o ni se da cuenta. Para detectarlos debemos analizar los temores y preocupaciones habituales:

¿Cuáles son tus pensamientos habituales? ¿Sos una persona que se preocupa en exceso? ¿Pensás que siempre puede suceder lo peor? ¿Estás preocupado en forma exagerada por tus trabajos? Si estás siempre pendiente de cosas negativas, de querer controlarlo todo, es porque no confías en vos ni en los demás.

¿Creés que hay peligros por todas partes?

¿Tenés tendencia a ver a los demás como enemigos y te preocupa demasiado lo que puedan pensar sobre vos?

Esa voz interior llena de negatividad que impide que la persona pueda desarrollar sus capacidades debe ser desechada de tu vida.

¿Sos de los que siempre cree saber lo que piensan los demás?

Los que sufren el miedo al rechazo ven peligros por todas partes, y creen saber lo que piensan los demás. Pero dice la Biblia en Salmos 112:7 “No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en Jehová”.  

Isaías 41:13 “Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo”.

El que tiene temor al rechazo no saber decir NO:

Recordemos la historia de Sansón que tanto le insistió Dalila, que no pudo decir que no a su pedido.

Si querés agradar a todos, lo más sencillo es decirle que sí a todo y así evitar problemas o que no te aprueben por tu actitud. Muchos piensan que al decir no, se rechaza a la persona, cuando en realidad no es así. Se rechaza una situación o una petición, pero no a la persona.

¿Decís que sí con demasiada frecuencia y te arrepentís después? Prueba y verás que no hay nada terrible en decir no.

 

El que tiene temor al rechazo da explicaciones por todo:

La incapacidad de decir no, muchas veces lleva a dar excesivas explicaciones de por qué no podés hacerlo.

Decir NO, no implica que tengas que dar todas las justificaciones. Recordemos a Jesús, que nos enseña que nuestro hablar debe ser SÍ y NO; todo lo demás tal vez está causado por temores y cuestiones no sanas.

 

2-ENTIENDA LA NATURALEZA DE LA BATALLA ESPIRITUAL.

Debemos enfrentarnos al rechazo y la incomprensión. Es la misma senda que caminó Jesús, y debemos transitarla sin temor a ser rechazados. Un excelente ejemplo de esto es la historia de Josué.

Este líder de gran influencia tuvo la tremenda misión de tomar la tierra que Dios le había prometido al pueblo de Israel. Josué tal vez era un hombre “inseguro”, pues la palabra nos muestra que Dios mismo le repite 4 veces que estaría con él, y que fuera esforzado y valiente (ver Josué, capítulo 1).

Finalmente, esta condición no detuvo a Josué, pues vemos en todo su libro, cómo tomó la tierra venciendo a sus enemigos; y como marcó a fuego al pueblo de Dios con su testimonio de vida, de tal modo que Israel no se apartó del camino de Dios.

 

3-VENCIENDO EL TEMOR AL RECHAZO.

Si pudiéramos ver al rechazo como una manera de avanzar, si pudiéramos creer que todo nos ayuda a bien, aún nuestros propios fracasos serían nuestro impulso. Con la ayuda de Dios el rechazo se convierte en una motivación.

Debemos superar todo temor al rechazo porque ¡Dios está con nosotros! Ver Romanos 8:32 a 35.

El remedio está en FORTALECERSE en la verdad de Dios, la cual nos hará libres. Y la verdad es que la obra que Jesús ya hizo es monumental, y ¡cuanto más está dispuesto hacer por nosotros!

No hay que temer al acusador, ni al desprecio, la burla y el rechazo; sabiendo que el verdadero amor hace desaparecer todo temor.

Necesitamos la conciencia real de que Dios está dentro de nosotros, alrededor de nosotros y sobre nosotros.

Necesitamos saber quién es Dios y asumir que Él es más grande que el diablo. Jesús dijo: “Yo NUNCA te dejaré ni te abandonaré” (Hebreos 13:5, Mateo 28:20). Si somos conscientes de la presencia de Jesús con nosotros, realmente no podemos ser dominados por el miedo.

Hemos visto en la Escritura que “el perfecto amor echa fuera el temor”. Pero ¿de dónde viene este amor perfecto? Sin duda, viene del Señor. Dios es amor y el Espíritu de Dios echa fuera el de temor. Por ello, debemos acercarnos a Él orando y alabando en todo momento.

Este es el camino del rey David, un hombre que se enfrentó a muchas batallas peligrosas. Leer Salmos 27: 1-3. Debido a que David conocía a Dios y era consciente de la presencia del Señor, no andaba en temor.

Para tener la plena conciencia de la presencia del Señor con nosotros, debemos ser bautizados en el Espíritu Santo y hablar en otras lenguas en forma diaria. Además de esto, tenemos que caminar permanentemente bajo la guía. De esta manera, vamos a cultivar el conocimiento de la presencia de Dios, que nos libra del miedo y nos coloca bajo la influencia del poderoso Espíritu Santo. ¡Coloca la Palabra de Dios en tus labios, comienza a declarar con fe y valentía y derrota al espíritu de temor!

Pastor Guillermo Decena, Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Prédicas en vivo los miércoles y domingos 20 horas, a través de http://cfceldorado.org/

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