Misioneros asesinados en Brasil: un cambista de Capanema aparece como el principal sospechoso por el doble crimen

El principal sospechoso por el doble crimen mafioso que tuvo como víctimas a los misioneros Silvio Alejandro “Tata” Antúnez (24) y Martín Nicolás Ríos (30) en la localidad brasileña de Realeza, estado de Paraná, el miércoles de la semana pasada, es un cambista de Capanema apodado “Polaquito”. Este hombre, con el que Antúnez se habría contactado para hacer una operación (cambio de pesos por reales) habría subido a la camioneta Chevrolet S-10 gris en la que viajaban las víctimas y además de disparar contra ambos, habría sido quien organizó el golpe con otros cómplices para robarle el dinero a los jardinenses.
Los amigos fueron inhumados el viernes en su pueblo. A Tata lo velaron en una cochería de la calle Paraguay, en tanto que a Martín en un salón ubicado sobre Bogotá. Al primero lo sepultaron en el cementerio de Jardín a las 12 y al segundo tres horas después. Ambas despedidas fueron con la presencia de muchos vecinos, entre allegados, vecinos, amigos y parientes.
Antúnez habría organizado con Polaquito cambiar pesos por reales. El dinero lo tenía por la venta de un camión y creía que era más seguro que la plata estuviera en divisa brasileña. Tras cerrar el trato con el cambista brasileño, convenció a Ríos que lo acompañara. Ambos salieron en la S-10 el miércoles por la mañana. Salieron de la Argentina por Comandante Andresito alrededor de las 17. Dos horas después, fueron asesinados, a unos 70 kilómetros de la frontera con Misiones.
De acuerdo con la información que aportaron familiares de las víctimas, sobre todo de Antúnez. Polaquito se habría subido a la parte trasera de la camioneta, mientras Tata conducía y Martín estaba ubicado en el asiento del acompañante.
¿Por qué el negocio no se hizo en Capanema? Porque el cambista brasileño los habría convencido de seguir viaje, no se sabe con qué argumentos. A la altura del kilómetro 122 de la ruta nacional BR 163, en Realeza, un vehículo emboscó a la Chevrolet. Del rodado bajaron desconocidos que abrieron fuego. También tiraron desde adentro de la camioneta: el cambista habría disparado contra los misioneros, según todas las sospechas.
Antúnez, fuera de la S 10, recibió tres disparos en el pecho y fue rematado con dos en la espalda. Ríos recibió un tiro en la nuca. Quedó muerto dentro de la pick up, que terminó su recorrido en un pajonal, a unos 30 metros de donde dejaron tirado a Tata.
El dinero que llevaban para cambiar se esfumó, al igual que el cambista. La Policía brasileña ya tiene el número telefónico desde el que operaba el “arbolito”, al que buscan intensamente.
Los familiares de ambos jardinenses negaron que ambos hayan estado inmersos en operaciones ilegales. Ríos trabajaba con su padre (el ex intendente Miguel) en la empresa yerbatera familiar. Antúnez, de su lado, comandaba dos negocios de la familia: un aserradero y una firma de transporte de cargas.

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