Macabros detalles del femicidio de Emma Córdoba: el asesino las obligó a tocarse entre ellas, las violó y les dio una paliza

Según consta en el expediente, Ariel Báez, detenido por el hecho, habría interceptado a la víctima y a su amiga en su casa del partido bonaerense de Ensenada. El sujeto las ató, las obligó a tocarse entre ellas, las violó y les dio una paliza. La estudiante de Medicina falleció por las heridas sufridas.

Se conocieron tremendos detalles del femicidio de María Emma Córdoba, la estudiante de Medicina de 26 años, y de la tortura que sufrió su amiga, A.G., de 25 años, en Punta Lara, partido de Ensenada.

Según lo que está en el expediente, y que dio a conocer el diario Hoy, a la medianoche del sábado pasado, en la casa que Emma tenía en 126 entre 5 y 7, el asesino sorprendió a su amiga cuando la joven fue a abrir la puerta para que entren los perros.

El vecino de la casa lindante se le abalanzó con un arma de fuego calibre 38, impidiendo que ella evitara su ingreso, según consta en el causa, y al entrar preguntó por la ex pareja de Emma.

“Ahora va a aprender a no meterse conmigo”, dijo refiriéndose al ex novio, con quien se supone que tenía un conflicto. Al no encontrarlo, se puso a esperarlo y apuntó a las chicas. Las obligó a desnudarse y tocarse entre ellas para su regocijo. Luego las ató. A Emma, con un cinturón, sujetándole los pies y amordazándola con una remera.

Según el expediente, luego las llevó al piso de arriba, puso a Emma boca arriba, obligó a su amiga a sentarse en su cara y amenazó a la amiga para que le practicara sexo oral a él. Al intentar violarla, ella se resistió a los gritos y él le pegó con la culata del arma y abusó de ella.

Emma intentó sacarle la pistola y el hombre le pegó en la cabeza, sujetándola también con cables y envolviéndola con una sábana, con la que a su vez la amordazó. Luego les pegó con un elemento contundente, agarró un aerosol y lo activó con un encendedor, prendiendo fuego una frazada. Bajó las escaleras junto a ellas y les pegó con el filo de una pala, para matarlas. A raíz de la golpiza, Emma murió.

El hombre se fue, pero antes robó dinero, una computadora, un celular, documentos de las víctimas, elementos escolares, maquillajes y productos de mujer. Todo lo puso en un mochila, cerró la casa con llave esperando que el fuego acabara con todo.

En la casa de Ariel Báez, único imputado que tiene la causa, la policía incautó 358 gramos de cocaína, una balanza de precisión, dos plantas de marihuana y lámparas halógenas utilizadas para cultivo.

En su declaración ante la fiscal Bravo, el sospechoso admitió que la cocaína hallada era suya, pero no así la balanza de precisión, aunque se negó a responder a quién pertenecía. También dijo ser inocente de los hechos que se le imputan y acusó a otro vecino que hace poco salió de la cárcel.

Se ofreció además a realizarse los análisis de ADN para ser cotejados con los rastros que se encuentren en la causa. Inicialmente se negó a declarar, pero luego pidió ampliar su indagatoria, en la que también negó haberse peleado con el ex novio de Emma. La amiga de Emma continúa internada y con atención psicológica. No trascendió si ya le contaron que su amiga murió.

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