Copa Sudamericana: Independiente goleó a Deportes Iquique, pero la serie está abierta

En Avellaneda, el local ganaba 4-0, pero la visita descontó dos veces en el complemento y mantiene la expectativa para la revancha del 2 de agosto.

De negro, como el paladar que alguna vez supo tener el hincha de Independiente. Vestido como nunca, pero con el fútbol de galera y bastón que marcó gran parte de su historia. Así jugó Independiente, mostrando superioridad y alto vuelo en una noche de copa. Como en sus viejos tiempos, aquellos que busca reeditar Ariel Holan, el técnico que llegó este año para rescatar la historia roja. Le bastaron 45 de los 180 minutos de la llave para liquidar a Deportes Iquique. Y se despidió de su gente entre aplausos por un triunfo que, salvo una gran sorpresa, lo pone con un pie en los octavos de final de la Sudamericana.

Independiente ya tiene el manual de Holan bien estudiado y lo aplica en el terreno de juego como un alumno ejemplar. Campaña sabe por dónde conviene salir. Los defensores entienden cómo construir desde en el fondo. El doble cinco está cada vez más compacto; corta y conecta con los atacantes. Los de afuera desequilibran y el mediapunta trata de penetrar para no dejar aislado a la referencia del área, anoche Leandro Fernández. La cuenta pendiente era la definición. Con Gigliotti recuperándose de la operación de una hernia inguinal y Albertengo todavía con signos de la inactividad que le generó la rotura de ligamentos cruzados, necesitaba mayor presencia en la zona de fuego.

Sólo bastaba recordar el partido contra Lanús, en la última fecha, aquella noche de la fantástica actuación de Andrada y la frustrada clasificación a la Copa Libertadores. De hecho, el técnico sigue buscando un 9 con contundencia en este mercado de pases. Es una de las prioridades.

Sin embargo, anoche le salieron todas. Contra un rival de poca envergadura, con apenas 39 años de historia, Holan había advertido en la semana que había que ganar y por muchos goles. De esa manera, lograría cerrar la serie en Avellaneda. Y todo le resultó a la perfección. Independiente arrasó. Y más allá de que todavía tiene que viajar a la altura de Calama (2.400 metros sobre el nivel del mar), da la sensación de que será muy difícil que Iquique dé vuelta esta historia del otro lado de la Cordillera.

Independiente se aprovechó de la poca resistencia de su adversario. Más allá de ese arranque en el que pareció jugar sin inhibiciones, cuando el equipo argentino se decidió a atacar, marcó la diferencia. La defensa chilena le dio todo tipo de ventajas. Desde la inseguridad del arquero Brayan Cortés hasta la poca claridad conceptual para cerrar de los laterales y las deficiencias de los centrales.

La pegada de Rigoni y el cabezazo de Franco abrieron el marcador. Después, llegó un pase genial de Fernández y una gran definición de Barco. Luego, un testazo de Fernández. Y en el cierre del primer tiempo, el 4-0 de Domínguez. Iquique pudo descontar, pero un tiro de Dávila pegó en la palo.

En el segundo tiempo,el Rojo bajó la intensidad. Iquique complicó poquito. Descontó Bielkiewicz, de penal. Pero se fue feliz Holan, con muchos puntos positivos, al margen de la victoria. El gol de Franco, su bautismo en la red. La vuelta al gol de Barco, el que había errado el penal contra Lanús. El grito de Fernández, sin rastros de la lesión ligamentaria. El buen nivel de Togni, reemplazante de Sánchez Miño. Noche redonda.

 

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