Esperanza: a cinco años del crimen de “Taty” Piñeiro, su familia sigue dudando de la versión oficial acerca de quién fue el asesino

El jueves 12 de julio de 2012, a las 5, un obrero encontró el cuerpo de Lieni “Taty” Piñeiro (18) a pocos metros de una escuela en construcción en Puerto Esperanza. Había sido violada y asesinada. Desde entonces su familia reclama justicia y descree de la versión oficial que apunta a que el principal sospechoso, Hernán Céspedes (18), se suicidó en una celda de la Unidad Regional V de la Policía, en Puerto Iguazú.
Este miércoles, en la plaza 9 de julio de Posadas, a partir de las 8, Rosa González, madre de la chica, informará a la prensa sobre la situación actual del expediente judicial. En Esperanza, en tanto, habrá una movilización el sábado 15, a las 16, desde el Mural en homenaje a “Taty”. Se marchará hasta la plaza central donde se realizara un taller sobre “Violencias de Genero” para la comunidad.
El jueves 19 de julio de 2012, el entonces juez de la causa, Juan Pablo Fernández Rissi, ordenó la detención de Céspedes. El sábado 21 de julio, fue trasladado a la Unidad Regional V de Iguazú, donde debería permanecer hasta el lunes en que sería llevado a indagatoria. Pero en la madrugada del domingo, se encontró al joven colgado en su celda y su declaración prevista para el lunes nunca se obtuvo.
Nora Céspedes, la madre de Hernán, relató lo aportó al expediente judicial: “Así fue la última vez que vi a mi hijo con vida: abrieron el candado y me dejaron verle tres minutos. Me pidió que no lo abrace, porque había estado encadenado a una barra por la espalda, y le dolía todos los brazos, la espalda, lo abracé por las piernas. Tenía golpes por todos lados, me habló al oído y bien clarito me dijo ‘Mami, me están matando, la Policía demasiado quiere que yo diga que fui el que mató a Tati, me están cagando a palos, me ponen bolsas en la cara para asfixiarme, y me están amenazando mamita, creo que no voy a volverte a ver mamá’”.
“Cuando se pudo ver el cuerpo, tenía rotos los huesos, marcas de quemadura de cigarrillo, las manos lastimadas, por todos lados marcas de que fue terriblemente torturado, hay testigos de todos esto que el juez (Fernandez Rissi) no quiso escuchar, a mi hijo lo golpearon hasta matarlo, justo unas horas antes que declare, es una terrible mentira lo del suicidio, eso no va a quedar así”, añadió la mujer.
Céspedes fue el único sospechoso investigado por el caso. En base a muestras que se tomaron tanto del cuerpo del muchacho como de la chica asesinada, la Unidad de Análisis de ADN del Colegio Oficial de Farmacéuticos y Bioqímicos de Capital Federal, a cargo del reconocido experto Gustavo Penacino, hizo una serie de estudios que determinaron:
A- En los hisopados anales se comprobó la presencia de material biológico de Lieni Itatí Piñeiro y de un individuo cuyo patrón genético coincide con la sangre de Norberto Hernán Céspedes, con una probabilidad de coincidencia superior al 99,99 por ciento.
B- En las uñas de la mano derecha se comprobó la presencia de material biológico de Piñeiro y de vestigios de un individuo cuyo patrón genético coincide con la sangre de Norberto Hernán Céspedes con una probabilidad de coincidencia superior al 99,99 por ciento.
C- En los hisopados vaginales, tierra piso pastizal (escena del crimen), piedra pastizal ovalada, piedra pastizal triangular, trozo metálico hoja navaja, capucha de campera, motocicleta CXR-574 (propiedad de Céspedes), pantalón de jean, pelo del casco de motocicleta y un chicle, se halló material biológico atribuible únicamente a Lieni Itatí Piñeiro, con una probabilidad de coincidencia superior al 99,99 por ciento en cada caso.
Para la Justicia no hay dudas: el asesino fue Céspedes. Las familias de Lieni y de Céspedes no piensan lo mismo

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