Reflexiones en memoria de Joaquín Piña: hoy se cumplen cuatro años de su fallecimiento

El Monseñor Joaquín Piña falleció el 8 de julio de 2013, a los 83 años. Cuatro años después, su obra “Amé la Justicia y Odié la Mentira” publicada en el año 2010, y su nombre, se mantienen vivos en el recuerdo de toda la provincia de Misiones. En este marco, el pastor Clovis Eloi Kurtz compartió una reflexión para recordarlo y volver a sembrar las semillas de la justicia y la esperanza.

Joaquín Piña nació en Sabadell, Barcelona, España, el 25 de mayo de 1930, y fue ordenado sacerdote el 10 de diciembre de 1961 en la Compañía de Jesús, en Asunción, Paraguay. El 17 de junio de 1986 fue elegido primer obispo de Puerto Iguazú, por el papa San Juan Pablo II, y recibió el orden episcopal de manos de monseñor Jorge Kémerer SVD. Sirvió a su pueblo hasta el 2006, año en que se jubiló. Cabe destacar que, desde muy joven y hasta sus últimos días, acompañó las luchas sociales, políticas y del medio ambiente.

 

«Querido hermano Joaquín:

Hacen cuatro años ya que te has dormido en esta esperanza del Cristo venidero; ya lo decía el Apóstol a los habitantes de Tesalonica “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.” (1Tes 4:13ss). Y el profeta Daniel también ya había remarcado en el Antiguo Testamento esta misma perspectiva: “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.” (Dn 12:2).

Aprendimos en estas andanzas ecuménicas, a las que Dios nos ha empujado, a conocer una antigua tradición cristiana (recuperada por el movimiento de los Focolares), la de ir al cementerio y/o a la tumba a charlar con los que duermen. De allí la tradición y la gran concurrencia a los cementerios hasta los día de hoy.

Pero no te estoy diciendo esto para hablar de la ausencia de la vida sino para hablar de las semillas de esperanza y de vida que todavía brotan entre nosotros, ejemplos de tu testimonio y compromiso con tus parroquianos y conciudadanos. Como te decía el día en que trajiste tu libro aquí a Oberá y pediste que yo hiciera la presentación: es una paradoja que un jesuita le pida a un luterano que presente su libro, esto mirando al pasado, al génesis de la compañía de Jesús y a la reforma protestante combatida por la misma en la contra-reforma. Una anécdota más para la historia.

El tono dialogal de esta expresión es para intentar, en aquella tradición antigua, hablar con alguien que duerme. Lástima que el lugar en dónde te pusieron es bastante paradójico también, ¿no? Una antípoda de tu testimonio. Pero lo que queda en la memoria de los creyentes y de aquellos que aprendieron a ver más allá de la mitra y el báculo (símbolos de jerarquía que lo usabas como símbolos de servicio – lo que son en verdad), es un espacio de expresión de auténtico compromiso cristiano con la realidad y con los más débiles.

A mi modo de ver, ojo que lo dice un Luterano… Creo que te declararemos Santo (en el Canon del pueblo). El milagro que has gestado no es fantástico ni fantasioso sino totalmente tangible y real (parecido a la multiplicación de los panes – donde el compartir es el milagro). La formación de un espacio ciudadano que pudo marcar un hito en la historia sigue retumbando en los miedos de muchos “porque no duermen ellos si no han hecho mal, Y pierden el sueño si no han hecho caer a alguno. Porque comen pan de maldad, y beben vino de robos… (Pr. 4:16-17).

Aquellos siempre tuvieron miedo de la expresión de un pueblo que busca justicia y espacios de vida digna, porque lo que hacen no puede ser puesto a la luz del día, lo tienen que hacer a las escondidas y a las apuradas. La dinámica del poder todavía sigue la misma, lamento decirte, pero en apariencia le va muy bien a los que lo detentan. Pero sabemos que tienen miedo, que no pueden dormir si no han hecho “bien” su mal. Pergeñan día y noche para hacer de los bienes de todos negocios privados y ganancias vultuosas para sus espurias cuentas bancarias.

Así como el poder compró a Judas (que traicionó a Jesús) hoy también compra con “regalos” bastante importantes a referentes “religiosos” que se sientan a las primeras filas y “bendicen” las bondades recibidas. Como bien decías, el tamaño de la “cruz” no te hace más cristiano, sino el vivir como cristiano comprometido con una realidad más justa en búsqueda del bien común.

Te cuento que tu canonización se está haciendo en el día a día, en el recorrido de las luchas sigues presente. Preocupados por el avance sobre los ríos Uruguay y Paraná (por los proyectos hidroeléctricos) mucha gente se ha empezado a movilizar y siempre has estado presente, en el recuerdo y en la imagen. Fuiste el aliento y la fuerza de aquellos que hemos caminado desde Panambí hasta Posadas, en la marcha por el No a las Represas. En estos días, no estamos prendiendo velas ni haciendo procesiones, hay muchas personas y organizaciones preocupadas por lo que está aconteciendo en la Biósfera del Yabotí (en el Moconá). El poder siempre en su dinámica perversa intenta hacer de las suyas, pero cuando sale a la luz se paran las máquinas y se apagan las topadoras que estaban amenazando a la naturaleza.

Allí vemos tu fuerza y tu santidad, en la resistencia. Sabemos que duermes en la esperanza de la resurrección. Sabemos que en nuestra memoria y en la lucha por espacios de justicia y transparencia podremos sentirnos fortalecidos.

Ah, antes que me olvide. El año pasado tu compañero de la Orden Jesuita, ahora es el Papa Francisco, estuvo en Suecia para comenzar las conmemoraciones por los 500 años de la Reforma Protestante. Fue muy interesante que en Europa del norte, estuvieran Martin Jungue (un Chileno, pastor luterano) y el Papa Francisco (un Argentino, sacerdote jesuita) hablando en español, una paradoja más no? También te extrañamos para las reuniones ecuménicas y como parte del MEDH (Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos), pero seguimos en la lucha, aunque algunos todavía intenten invisibilizarnos por nuestro entrañable compromiso social y ecuménico; pero bueno que vamos hacer: como dice José Fernandes de Oliveira (SCJ) [Padre Zesinho]

 

“Por un pedazo de pan y por un poco de vino,

yo he visto a más de un hermano

volverse un hombre mezquino

Por un pedazo de pan y por un poco de vino,

vive la gente en conflicto

en un mundo maldito por no compartir

y la mitad de las personas

se mueren de hambre y les toca sufrir.”

En la chocolatada que la gurizada y la guainada del barrio van a estar compartiendo este sábado seguramente estarán tu sonrisa y un espacio más de tu santidad presente. Que Dios nos acompañe por siempre en esta esperanza hasta la venida de Cristo, donde encontraremos la resurrección y la vida perdurable.

Tu hermanito en la Fe: Clóvis Elói Kurtz, también pastor”.

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