El Inym dio marcha atrás con la suspensión de cosecha en septiembre y se desató la polémica

El instituto yerbatero consideró que el contexto actual, marcado por una pobre cosecha, no justifica la aplicación de una medida que se había tomado en circunstancias totalmente distintas, cuando los depósitos de las industrias rebozaban de materia prima. El ministro del Agro, José Luis Garay, condenó la medida argumentando que la persistencia de incumplimientos en los precios de la hoja verde señalan que el mercado no está equilibrado. Asociaciones de productores también cuestionaron al INYM y amenazan con salir a la ruta.

El directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) volvió a habilitar la cosecha en septiembre, lo que provocó alivio en algunos actores de la cadena, pero también airadas críticas de distintos sectores. Tradicionalmente, la cosecha de invierno de la yerba mate se extiende desde el primer día de abril hasta el último de septiembre, pero en febrero de este año, el propio INYM había resuelto –a pedido de asociaciones de productores- terminar un mes antes.

La modificación en el calendario yerbatero se planteó como una medida de intervención de mercado para favorecer el cumplimiento de los precios oficiales de la materia prima, que según vienen denunciado los productores, no se vienen cumpliendo en las últimas dos zafras. Desde el sector entendían que el principal motivo para que los productores no cobraran los precios oficiales, era una sobreoferta de materia prima que se había generado tras tres cosechas récord en términos de volúmenes obtenidos.

La idea era interrumpir la cosecha antes de lo habitual para reducir la oferta de hoja verde y así valorizar la materia prima.

En los meses siguientes la naturaleza se encargó de limitar la oferta de hoja verde: por el ataque de diferentes plagas que se diseminaron principalmente por el exceso de lluvias, las plantas perdieron entre 40 y 60 por ciento de sus hojas, lo que se reflejó en una cosecha mucho menos voluminosa que la de años anteriores. A mayo del corriente, los secaderos habían recibido 20 por ciento menos hoja que el año pasado, merma que se estima se profundizará en los meses siguientes.

La inesperada caída en los volúmenes de cosecha provocó que los industriales pidieran al INYM que reviera su decisión de suspender la zafra en febrero, pedido que fue acompañado por la UATRE –sindicato de los tareferos- cuyos dirigentes advirtieron que un mes menos de cosecha significaría un mes menos de trabajo para sus afiliados.

En la vereda opuesta, desde asociaciones de productores y el ministerio de Agro de Misiones, exigieron que la suspensión se mantuviera e incluso redoblaron la apuesta al pedir que se prohibiera la zafriña de verano, lo que interrumpiría durante seis meses la actividad.

Los productores argumentan que aunque la presente cosecha no haya dado la misma cantidad que las anteriores, todavía no se llegó a un punto de equilibrio en el mercado de la materia prima y la prueba de ello es que los precios oficiales siguen sin cumplirse.

En ese contexto, el INYM resolvió ayer volver sus pasos y habilitar la cosecha en septiembre. “El 22 de febrero,  con un contexto absolutamente distinto al que tenemos hoy y preocupados porque había una enorme cantidad de hoja  verde, con stocks (de yerba canchada y molida) muy altos se tomó las decisión de no cosechar en septiembre. Ahora cambiaron las circunstancias y se resolvió posponer esa resolución para habilitar el mes de septiembre sin restricciones”,  comunicó el presidente del directorio, Alberto Re.

Tras la reunión que se desarrolló durante la toda la mañana, el titular del INYM explicó que “más allá del pedido de diversas entidades” la decisión tomada respondió a partir de un análisis exhaustivo acerca de la marcha de la zafra, complicada por las prolongadas lluvias, la caída de hojas en las plantaciones y la necesidad de contar con materia prima en secaderos y molinos. “La cantidad de hoja verde es menor que el año pasado y lo stocks también. Se resolvió habilitar la cosecha por una evaluación de las perspectivas y los stocks presentes, más allá de los pedidos de las entidades”, subrayó.

El primero en salir al cruce fue el ministro del Agro Luis Garay: “Con rechazo de la Provincia el INYM aprobó cosechar en septiembre, pese a que había prometido lo contrario a productores misioneros. Sin criterio claro: la no cosecha en septiembre era porque había sobreoferta y esto hacía que no se cumpla con el precio oficial. Ahora supuestamente se equilibró la oferta, pero tampoco se cumple con el precio oficial, que sigue siendo el problema de fondo”, manifestó a través de su cuenta de Twitter.

También indicó que ya solicitaron audiencia con su par nacional Ricardo Bruyaile, para buscar una solución de fondo con legisladores e intendentes de las zonas productoras.

Otro de los que opinó fue Cristian Klingbeil, vice presidente de la APAM, quien aseguró a INFOBER que la única forma de lograr el cumplimiento del valor fijado para la hoja verde, es cupificando y limitando la cosecha para evitar sobre producción, cosa que había firmado con el instituto en febrero y ahora quedó sin efecto, ampliando el periodo de safra… “hay muchos productores que están dispuestos a salir a la ruta” aseguró.

“No queríamos que se haga la safriña (cosecha de verano) ni cosecha de septiembre mientras no estén las condiciones dadas para nivelar la oferta y demanda, limitar plantaciones ya, urgente y cupos de cosechas al primer desfase porque hoy dicen que está faltando yerba, cuando empiece a haber un desbalance que esté la herramienta implementada” expresó.

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