Victoria Aguirre escuchó cabizbaja mirando al piso la acusación que hizo en su contra la Fiscalía de Instrucción en el auto de elevación a juicio. En la lectura que duró unos 40 minutos se detallaron los indicios que durante la investigación recabaron en contra de la ex estudiante de magisterio y de su ex concubino, juzgados desde hoy en el Tribunal de Oberá por la muerte a golpes de la nena Selene Aguirre, quien tenía dos años y cuatro meses y retraso madurativo.
Apenas acabó la lectura, Victoria se quebró en llanto. La sacaron unos momentos de la sala de audiencias y al regresar en los pasillos se multiplicaron las voces de aliento
Diferente fue la postura de Lovera. Siempre mantuvo la vista en alto. Serio e imperturbable. Pidió para ir al sanitario y al volver a su silla, le gritaron «asesino».
En el auto de elevación a juicio precisaron el calvario que vivió Selene: le fracturaron el cráneo a golpes y tenía distintas marcas en otros sectores del cuerpo. Todo indica que venia recibiendo palizas desde hacía tiempo y que el punto final al infierno fue el 29 de enero de 2015.
El secretario del Tribunal también reprodujo las declaraciones de ambos imputados. Allí se cruzan acusaciones, pero ninguno explicó como la niña, que sufría retraso madurativo, resultó tan brutalmente golpeada.
Asimismo, se oyeron fragmentos del testimonio de una curandera llamada Juana Dino. Ella contó en la investigación que en una ocasión, durante un vencimiento, que notó que Selene estaba golpeada y que percibió violencia en el accionar de Victoria.
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