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Las condiciones de trabajo de los tareferos en Misiones

 

La palabra “tarefa” fue aportuguesada de la palabra “tarifa” o “trabajo” y designa a la acción de cosechar la yerba mate y designa también al cosechero como “Tarefero”. Este proceso es el corte de la hoja verde de la Yerba Mate directamente de la planta realizado por cuadrillas en los diferentes campos. Podemos encontrar paralelismos entre el histórico mensú y el actual tarefero encargado de la cosecha de yerba. Algunos autores coinciden en que la relación entre ambos es una descendencia signada por la dureza de su trabajo.

 

La cosecha de la yerba mate puede extenderse en la actualidad hasta 10 meses en el año con las debidas precauciones. El período más adecuado comprende los meses que van de abril a septiembre.

Los tareferos, hacen el raleo, que consiste en la limpieza de ramas secas y/o podridas que habrán de entorpecer la labor de cosecha posterior. Prontamente se realiza la poda, entre los meses de mayo a junio extrayendo hasta un 60% de hojas y ramas verdes, aptas para su proceso industrial.

Luego de las principales heladas y lluvias invernales, se procede al despunte, en el que se extrae el 40% restante del follaje. Finalizada la cosecha en sus diversos pasos, se hace el viruteo, que es una especie de “raleo”, donde se procede a eliminar ramas verdes gruesas que se consideran prescindibles.

Cada tarefero, con la poda y el despunte, cosecha una determinada cantidad de yerba verde mejor conocida como hoja verde.

 

Cosechada las ramas, se procede a la quiebra eliminando las más gruesas de otras menores y de las hojas aisladas. Las ramas ya quebradas se colocan sobre amplios lienzos de arpillera denominados ponchadas recogido y atados en sus cuatro extremos constituyendo el raído, el cual es pesado en una balanza anotándose el kilaje cosechado a nombre del tarefero; por la cantidad de kilos cosechado y según el precio de mercado preestablecido para la cantidad de yerba cosechada, cobrara luego una suma determinada.

El trabajo que realiza el tarefero es “a destajo”, es decir que su ingreso depende directamente de nivel de producción individual, que aumentara o disminuirá en la medida que se acreciente o no la cantidad que coseche.

 

Relación entre productor y el tarefero

 

Desde la instauración de leyes laborales en el sector, la contratación de los tareferos por parte de los productores fue la relación de trabajo más común en el ámbito. Se empleaban cuadrillas de tareferos que vivían en zonas rurales aledañas al campo y conformaban villas. Algunas familias tareferas trabajan como peones dentro de los terrenos del productor y cultivaban pequeñas parcelas con hortalizas y animales de pequeño porte para uso propio.

 

En la década del 80 además de los productores, empresas agroindustriales se encargaban de contratar a las cuadrillas de tareferos. Estas se caracterizaban por la formalidad y estabilidad relativa de los vínculos laborales. El proceso de urbanización no fue ajeno a la provincia de Misiones. En la década de los 90, varias familias de cosechadores se movilizaron a las áreas pericentrales y de riesgo dentro del los tejidos urbanos, en pos de la cercanía con centros médicos, comerciales y lugares de trabajo, prescindiendo de las zonas de cultivo que les daban sustento durante la inter-zafra. Esto dio pie a que se produjera una fuerte sobreoferta regional de trabajo cosechera. En la actualidad, en las localidades yerbateras, una gran cantidad de trabajadores forma parte de un grupo de desocupados durante la inter-zafra.

 

El rol del contratista

 

Aparece otro actor en el proceso productivo encargado de ser el nexo entre tareferos y productores/agroindustriales: los contratistas de mano de obra.

En la actualidad el productor, en lugar de realizar la tarea por sus propios medios, recurre a una empresa de servicios y contrata una cuadrilla de tareferos. Modus operandi comparativo por las agroindustrias.

De ese modo, estos actores, ya no participan directamente en el mercado de trabajo para la cosecha, sino en un mercado de servicios, mostrando una tendencia a sustituir las formas tradicionales de contratación y empleo directo.

Lo contratistas tienen distintos orígenes:

  • En algunos caso se trata de personas que anteriormente trabajaban en relación de dependencia con el secadero, en calidad de administradores, estableciendo acuerdos con los colonos dueños de los yerbales o gestionando el manejo del personal de cosechas.
  • Por otro lado se han identificado algunos contratistas que eran chóferes de los transportes que trasladaban tareferos.
  • Ex capataces de cuadrillas que en una época comenzaron como tareferos y después de años de trabajo vieron la posibilidad de “progreso”.

 

El tamaño del grupo de contratista puede variar de entre los que disponen de dos o tres, 15 a 30 tareferos cada una.

“Los factores que permitieron a algunos los agentes contratistas ofrecer precios convenientes por el servicio de cosecha y asegurar la rentabilidad de su empresa de subcontratación han sido en primer lugar, los salarios deprimidos que aceptan los cosechadores allí donde se concentran miles de oferentes de fuerza de trabajo desocupados. En segundo lugar, el empleo clandestino que permite eludir los costos patronales de la contratación formal, aportes a la seguridad social, contratación de A.R.T. Y por último las diferentes modalidades de fraude en el pago de los salarios, eso seria, pago con mercadería sobrevaluadas, pago parcial, no pago. Cabe aclarar que estas prácticas anteriormente fueron llevadas a cabo por productores y agroindustrias pero prescindieron de ellas al acumularse juicios laborales en su contra. Plantaciones, en las que las condiciones de trabajo varían en su calidad, pero en la que ya no se registran condiciones de esclavitud.” (Wikipedia)

 

 

Fuente: Extraído del Proyecto Hábitat Nómade

 

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