En la fiesta de Boca campeón, Olimpo celebró el empate

El equipo de Guillermo ganaba 2-0 pero los bahienses alcanzaron la igualdad en la segunda parte y por ahora siguen en Primera.

Lo que para Boca era una fiesta para Olimpo era un partido vital en su lucha para quedarse en Primera. Lo que para el Mellizo Guillermo y sus dirigidos era 90 minutos de disfrute para su rival representaba el nerviosismo acumulado de una temporada que aún no encuentra el veredicto del cuarto equipo descendido. Y así quedó reflejado en el campo de juego.

Con un tiempo para cada uno. Con un 2-2 que celebró Olimpo en su pelea dramática por quedarse en la máxima categoría.Boca, que había marcado diferencia en el primer tiempo y que ganaba cómodo con los gritos de Ricardo Centurión y Darío Benedetto se relajó demasiado, dejó progresar a los bahienses y terminó sufriendo. Por eso, la fiesta del campeón no pudo ser completa.

La iniciativa fue de Boca. Con Gago manejando los hilos del mediocampo y Centurión picante en el frente de ataque. El 10 de Boca no tenía un puesto fijo y así sorprendía a los defensores locales.

El ex Racing tuvo la primera chance clara entrando por el corazón del área, pero su cabezazo fue a parar justo al lugar en el que esperaba el arquero Gabbarini. Más tarde fue Benedetto el que probó de zurda.

¿Y Olimpo? Solo resistía. Juntaba las líneas y apostaba a algún contraataque aislado, con Coniglio o Pizzini.

Hasta que el campeón apareció en su máxima expresión. En un par de minutos demostró su poder de fuego en ataque y la diferencia que existe entre el ganador del título y un equipo que busca zafar y quedarse en Primera.

A los 41 minutos del primer tiempo llegó el 1-0: centro con rosca de Silva desde la derecha; cabezazo de Centurión por el segundo palo ante la salida fallida de Gabbarini.

Y a los 42 apareció el goleador. Benedetto aprovechó un desacople de la defensa local se metió en el área y no perdonó.

Era todo de Boca. La fiesta completa. Lo único que podía complicar la historia fue lo que ocurrió: un blooper defensivo. Lisandro Magallán convirtió un centro cruzado de la izquierda en gol en contra con un rechazo pifiado que se coló por encima de Rossi.

Y desde ahí todo fue suspenso. Porque Olimpo encontró esperanzas donde no había nada. Y a los tumbos intentó llenar de centros el área de Boca en busca del empate.

Para ejemplo de esta búsqueda alcanza con ver la manera en la que consiguió el 2-2. Una seguidilla de rebotes en el área, la pelota que no podía ser despejada por los defensores de Boca, el arquero Rossi que nunca salió a romper hasta que Yonatan Cabral la mandó a guardar.

Y el que celebró fue Olimpo.

 

 

 

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