Fue en Francia. Perdió la vida después de recibir una grave herida en el pulmón. Esta vez, el ganador fue el toro. En Aire-sur-l’Adour, una localidad de Francia, el animal se cobró revancha y le dio una cornada mortal a Iván Fandiño. El torero del país vasco murió por una perforación en el pulmón.
Fandiño, que llevaba 12 años en la profesión, estaba realizando maniobras para provocar al animal cuando tropezó con su capote. Al caer, el toro lo embistió por la espalda y le perforó un pulmón. Espectadores dijeron que «fue atacado por sorpresa y sufrió las consecuencias».
En un principio, la multitud creyó que «no era nada grave», pero al poco tiempo empezaron a ver a otros toreros y a los paramédicos entrando a la plaza de toros. Fandiño no logró llegar al hospital, la magnitud de las heridas le provocó la muerte en la ambulancia.
El toro, que pesaba más de media tonelada y también estaba herido de gravedad, fue asesinado después de la corrida.
Las corridas de toros, un deporte que es patrimonio cultural de España, son siempre tema de discusión. Este deporte se prohibió en 1991 en las Islas Canarias y en 2012 en Cataluña. En lo que va del año, Fandiño es el segundo profesional que muere de una cornada en una plaza de toros.
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