Asesinato del sindicalista: testigo clave desapareció y el juez ordenó a la Policía que la ubique y detenga

Algunos fueron reticentes. Otros, los pocos, más locuaces. Así se mostraron ante el juez de Instrucción Uno de Posadas, Marcelo Cardozo, los primeros testigos citados a declarar en el marco de la causa por el asesinato del sindicalista mercantil Pablo Sabino Achingo (57), a quien golpearon brutalmente y luego prendieron fuego vivo hace caso dos semanas.
Palabras más, palabras menos, los convocados ratificaron todo lo que habían dicho ante los investigadores policiales. Es decir, no arrojaron mayores revelaciones. Ahora bien, la novedad estuvo en la llamativa ausencia de una mujer cuyo relato es muy importante, porque ubicó a los investigadores sobre la pista que finalmente llevó a los cinco detenidos que actualmente tiene el caso. Fuentes judiciales confían en que ubicarán en las próximas horas a esta persona.
El juez Cardozo ordenó a la Policía que la ubique y detenga para que comparezca.
Se trata de la novia de Elio Romualdo O. (28), sindicado como el organizador del supuesto atraco que le costó la vida al secretario adjunto del Centro de Empleados de Comercio de Posadas. Ella le contó a los investigadores policiales que el miércoles 7 de junio oyó decir a su pareja que con unos conocidos habían matado a un hombre durante un atraco. Ella sospechó que podía haber sido Achingo cuando se enteró por las noticias del hallazgo del cadáver del gremialista, quemado, en el cruce de las calles 127 y 82 de la chacra 130.
Elio fue arrestado con el correr de las horas por dos asaltos que lo tenían como sospechoso. Después lo vincularon con el asesinato del sindicalista, al conocerse el relato de la testigo. Además de él están entre rejas e imputados por el crimen su hermano Jhonatan Ortega (25), Marcelo Ojeda (30), Pedro Ramírez (28) y Camila L. (22).
En el coche Citroën C4 en el que se movían Elio y sus allegados perros entrenados de la Policía encontraron indicios de que Achingo fue subido al vehículo. En otro rodado secuestrado, un VW Suran, incautaron un garrote con el que habrían golpeado sin piedad a la víctima. En una casa de la avenida Santa Cruz casi San Martín, peritos dieron con muchos rastros de sangre. Esto fue posible gracias a la prueba de luminol.
La principal hipótesis indica que Achingo fue “entregado” por una prostituta a una banda de asaltantes.