Ataque al juez Silva Dico: con un detenido y la hipótesis del robo como eje, dan por cerrada la instrucción

La causa por el ataque que sufrió en noviembre del año pasado el juez Laboral Uno de Posadas, Manuel Silva Dico, será remitida en los próximos días a la Fiscalía para el requerimiento de elevación a juicio. Pasa que el magistrado que investiga el caso, Ricardo Balor (del Instrucción Seis), prácticamente agotó la investigación en lo que se refiere al único imputado: Fernando Ochoa. Su presunto cómplice jamas fue ubicado.
Ochoa se encuentra con prisión preventiva confirmada. La Cámara de Apelaciones le rechazó el planteo para conseguir la excarcelación.
Fuentes judiciales indicaron que hay indicios suficientes de que los malvivientes que abordaron al funcionario querían cometer un robo y como el juez se resistió, intentaron matarlo. Por eso, la causa está caratulada «robo calificado y tentativa de homicidio, ambos en grado de tentativa».
El 30 de noviembre de 2016, dos delincuentes abordaron al juez Silva Dico en la vereda de su casa sobre la avenida 115. Uno de ellos lo encañonó. ‘Quietito, doctor’, le ordenó. Pero la situación se complicó porque el juez se defendió y tuvieron que golpearlo para reducirlo. En medio de las trompadas el juez escuchó el sonido del percutor de un revólver, pero el proyectil no salió.
Los malvivientes huyeron. Ochoa fue arrestado a fines de diciembre, poco antes de las fiestas de Fin de Año, en su casa del barrio UPCN, en Juana Koslay, provincia de San Luis.
En la rueda de reconocimiento, Silva Dico apuntó a Ochoa como uno de los criminales que casi lo matan. Eso selló la suerte del puntano, a quien le dictaron la prisión preventiva. Quienes o quienes supuestamente colaboraron con él nunca fueron ubicados.