Yerba: estiman pérdidas de 40% por caída de hojas y auguran mejora de precios

Técnicos atribuyen la merma en la producción de los yerbales al ataque de hongos que se multiplicaron como efecto de las prolongadas lluvias. Afirman que casi no queda nada por cosechar. Confían en que la mala cosecha sirva para levantar los alicaídos precios de la materia prima, como consecuencia de la ley de oferta y demanda.

Después de mucho debatir en torno a la conveniencia o no de limitar la oferta de hoja verde a través de una cupificación de cosecha, finalmente fue el clima el que obligo a los productores yerbateros a cupificar. No hay datos certeros respecto a cuánta yerba se perderá, pero técnicos del INTA y productores de distintas zonas calculan “a ojo de buen cubero” que alrededor de 40 por ciento del total de las hojas que estaban en las plantas, terminaron en el suelo. El perjuicio no fue parejo, ya que algunas mientras algunas plantaciones quedaron literalmente peladas, otras no sufrieron mayores daños.

Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) explicaron que la caída de las hojas se produjo por la acción de hongos que proliferaron en los yerbales gracias a las copiosas y reiteradas lluvias que cayeron en suelos misioneros desde abril. Advirtieron además que se observan pérdidas mucho mayores en plantaciones cuyos suelos están más degradados, explicaron que aquellas en las que se practicaron tareas de fertilización, los hongos atacaron pero las hojas resistieron.

Las voces del sector coinciden en advertir pérdidas que en algunos casos llegan al 60 por ciento. Desde Andrestito, el productor y dirigente Julio Petterson estimó que un 40 por ciento de la producción se perdió en por la caída de hoja y otro 10 por ciento por “la plaga del rulo” que atacó en el verano. El secretario de la Producción de Apóstoles, Julio Zajaczkowski, estimó en 60 por ciento la pérdida y productores de la zona de San Vicente y Aristóbulo del Valle hablaron de pérdidas en torno al 50 por ciento.

Técnicos advirtieron además que tomará mucho tiempo recuperar los yerbales que sufrieron en mayor medida la caída de hojas, dado que el ataque de los hongos perjudica la sanidad de la planta y la ausencia de hojas complica la recuperación. Otro factor a tener en cuenta es que para levantar la productividad de los yerbales afectados sería necesario invertir en fertilización, lo que en muchos casos resulta inviable por los precios bajos que se están pagando por la materia prima.

Pero algunos productores ven un lado positivo entre tanto perjuicio. No son pocos los que anticipan un repunte de los precios impulsado por la falta de materia prima. Los que defienden esta hipótesis recuerdan que en los únicos momentos en que la yerba verde tuvo un buen valor, fue cuando faltó.

Advierten empero que la pobre cosecha de este año no repercutirá inmediatamente en el mercado de materia prima, dado que la industria cuenta con un alto nivel de stock luego de tres cosechas consecutivas que fueron récord. Apuntan además, que muchos industriales “apuraron” a los productores al inicio de la zafra advirtiéndoles que si no cosechaban pronto, luego iban a poder hacerlo por la cupificación dispuesta por el INYM, lo que terminó sumando aún más materia prima a los ya cargados galpones de las industrias.

Estiman que ese sobre stock de yerba permitirá a la industria “aguantar” varios meses, pero confían en que en algún momento comenzará a faltar yerba en la plaza y allí los precios comenzarán a aumentar y el mercado entrará en la parte del ciclo que más conviene a los productores.

Sin embargo ese eventual incremento en los precios no beneficiaría a todos por igual: los productores que tengan un respaldo financiero que les permita invertir en sus yerbales ni bien los precios aumenten –o incluso antes- , estarán en mejores condiciones para aprovechar un hipotético nuevo período de bonanza para el oro verde, mientras que a los demás les tocará seguir esperando.

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