Desde hace un tiempo, los showroom comenzaron a ganar terreno frente a las tiendas de ropa tradicional. Este fenómeno se extendió en todo el país y en Misiones ya son muchas las mujeres que eligen realizar sus compras de indumentaria, zapatos y accesorios en estas “ferias a puertas cerradas”, ya que la combinación de precio y calidad se hace irresistible frente a los altos costos de los mismos productos en los comercios de la provincia.
El showroom era un espacio, dentro de la casa o taller de los grandes diseñadores, donde las clientas, a principios del siglo XX, iban a pasar una tarde social tomando el té y viendo las nuevas propuestas de los “anfitriones”. Allí unas lindas y jóvenes modelos, pasaban entre las mesas u ocasionalmente sobre una pequeña pista estilo pasarela para que las clientas pudieran apreciar de cerca las prendas y sus materiales.
Hoy la evolución del concepto “original” del showroom nos lleva a espacios propios o en algunos casos alquilados para la ocasión, en los que se instalan auténticas “tiendas privadas” a las que accede un número cada vez mayor de personas interesadas en comprar más barato. Si bien este tipo de ferias a “puertas cerradas” opera desde hace años, lo cierto es que las redes sociales y la expansión de la compra por internet las han impulsado vertiginosamente. Estos ámbitos comerciales sin vidrieras se caracterizan por una variedad de productos, que incluye: ropa, zapatos, artículos de cuero, joyas y accesorios.
La diseñadora de indumentaria, Nerea Larumbe, explica el crecimiento de los showroom en Misiones: “La gente empezó a buscar una alternativa de un ingreso económico extra, el showroom lo podes hacer en tu propia casa, por lo tanto tiene menos gastos que un local comercial donde los costos de alquiler son muy altos. Yo organizo un showroom una vez al mes para tener contacto con mis clientas, porque al dejar mis prendas en los locales para vender tengo poca relación directa con las compradoras minoristas, que están desde mis comienzos. Me gusta charlar con la gente ver directamente que quiere, sin el intermediario del comercio”.
Además la experta en moda Nerea, resaltaba otros beneficios que le brinda el showroom: “Es un lugar que permite tener en exposición un montón de cosas que vos tengas o hagas, es la forma que encuentro de estar trabajando en mi casa y al mismo tiempo tener un espacio para que la gente venga a mirar mis creaciones y también cuidar de mi bebé, es un alternativa muy buena para las mujeres que son madres”.
Según la organizadora de showroom, Karen Lunge, los describe como un espacio más personalizado para la compra: “En los showroom se vende indumentaria, ya sea ropa, ropa interior, accesorios, y se diferencia de los comercios por ser en un espacio más íntimo, con horarios y días a disposición del vendedor. Lo fundamental es la publicidad en las redes sociales para que sea exitoso”.
Además Karen remarcaba la clave de su triunfo frente a las tiendas tradicionales: “Las chicas eligen los showroom porque pueden ver las prendas publicadas en las páginas de internet y ya van decididas a realizar la compra, evitando la recorrida por todos los comercios. Comencé a organizarlos porque noté que los locales no contaban con las prendas que se estaban usando, y si las tenían sus precios eran muy elevados. En mi caso no tengo el tiempo para trabajar, porque me dedico a entrenar y a cursar en la facultad, y aprovecho los fines de semana para organizar los showroom y de esta manera poder costearme mis gastos”.
El fenómeno de los showroom se ha instalado no solamente con un fin comercial sino que las mujeres los eligen porque se sienten a gusto, conociendo a otras mujeres compartiendo espontaneas charlas con mates de por medio, compran lo que les gusta y se sienten plenas disfrutando de buena compañía.
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