“Creo en la justicia y esperamos que se esclarezca para tener un poco de paz”, dijo el hijo del sindicalista brutalmente asesinado

El hijo del sindicalista Pablo Achingo, quien tiene el mismo nombre que su padre se mostró muy conforme con la justicia misionera por el modo que está llevando la investigación.  En diálogo con Misiones Online, contó cómo era su padre y los detalles del martes previo al atroz asesinato cometido en la madrugada de miércoles en Posadas.

 

El gremialista apareció muerto el miércoles por la mañana en el cruce de las calles 127 y 82, en la chacra 130 (cerca de la parroquia Santa Rita). Estaba quemado y tenía signos de haber sufrido una golpiza letal. Su auto Renault Fluence había aparecido totalmente incendiado en el Acceso Oeste un rato antes.

Pese a que por la saña y atrocidad del asesinato, el caso llegó incluso a los medios nacionales, el hijo mayor del sindicalista, el periodista Pablo Achingo dijo que el acompañamiento de la justicia y el respeto de la prensa está haciendo que, “dentro de todo, se haga más llevadera la situación”.

Pablo Achingo, era secretario adjunto de la Cámara de Comercio de Posadas. El martes, después de haber trabajado, compartido con su familia como lo hacía habitualmente, fue a jugar al fútbol como todos los martes. “El último en verlo fue un amigo, a quien dejó en su casa después del fútbol, desde ese tiempo hasta su muerte no sabemos qué pasó”, contó su hijo.

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Describió a su padre como un hombre de familia, cariñoso, atento, “era el pilar de toda la familia”, sostuvo. Tanto el, sus hermanos como toda la familia, no pueden imaginar que pudiera haber terminado como sucedió. “No podemos creer”, dijo. De la misma manera manifestó que tratan de no ver los medios ya que las cosas que se dicen son muchas, “y muchas no son ciertas”.

Achingo dejó, además de su esposa e hijos a una única nieta de cinco años, para quien tal vez entender la muerte no será tanto el problema, el tema es que quepa en la cabeza de una inocente que hay gente que puede causar tanto daño. “Hablamos con ella, entendió que su abuelo ya no está, también en el colegio ya se dicen cosas, pero tratamos de contenerla al máximo”,  dijo.

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