El cordobés Gustavo Fernández sumó hoy otro gran triunfo en Roland Garros, al superar al francés Nicolás Peifer en dos sets y avanzar a la final del tenis adaptado del segundo Grand Slam de la temporada, donde defenderá el título.
Fernández, de 23 años y campeón también del Abierto de Australia 2017, venció a Peifer, cuatro del ránking mundial, por un doble 6-2, y jugará la final contra el británico Alfie Hewett.
También este sábado, Fernández estará en la semi del dobles, donde junto al holandés Maikel Scheffers enfrentará a la dupla británica de Gordon Reid y Alfie Hewett.
«Llegar a otra final significa mucho, la consistencia y regularidad que veníamos buscando. Vengo jugando grandes partidos y estoy muy satisfecho de este momento de mi carrera. ¿Cuál es el secreto? Siempre se puede mejorar, siempre hay cosas para trabajar. Nadie logra la excelencia total, pero hay algunos que se acercan y la idea es rrabajar para conseguir eso. Eso es lo que te inspira y motiva cada día. A medida que vamos subiendo, el camino se hace más fino. Trabajamos para alcanzar el máximo nivel tenístico que yo pueda desplegar en mi vida», afirmó el cordobés de Río Tercero, en declaraciones a La Nación.
Fernández sufrió un infarto medular al año y medio de vida, una extraña afección que padece una de cada 20 millones de personas en el mundo y que lo paralizó de la cintura para abajo.
Pero con el empuje de su familia -su padre es el «Lobito» Fernández, exbasquetbolista que participó en la Liga Nacional-, logró canalizar toda su fuerza en el deporte.
«Mi sueño deportivo es ser lo mejor tenista que pueda. Me encantaría llegar a número 1 porque sería el premio a tantos años de trabajo. Y consolidarse como el mejor del mundo sería algo muy especial para mí y mi equipo, que me viene aguantando desde hace tantos años», sostuvo.
Abierto de Australia 2017: Gustavo Fernández se consagró campeón
