En la despedida de Achingo sus amigos afirmaron que no tenía conflictos con nadie

Los restos de Pablo Achingo, secretario Adjunto del Centro de Empleados de Comercio de Misiones ya descansan en un nicho del cementerio La Piedad, en Posadas. El gremialista fue asesinado en la madrugada de este miércoles y mientras la investigación para dar con los autores del hecho continúa, sus familiares claman para que el crimen sea resuelto.

Minutos después de las 9, el cortejo fúnebre partió desde una casa velatoria ubicada en Lavalle y Japón con los restos mortales de Achingo. La caravana arribó minutos después al cementerio de la chacra 60 donde lo esperaban más familiares y amigos que se acercaron para su último adiós.

Una vez depositado el féretro, el que tomó la palabra fue el secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio, Héctor Benigno Gómez, amigo personal y compañero de tareas del fallecido. Gómez lo recordó como una persona de bien, amigo, compañero y siempre dispuesto a dar una mano. “Seguro se van a tejer un montón de conjeturas pero yo les doy fe de que Pablo no tenía enemigos ni conflictos con nadie”, aseguró el dirigente quien además recordó que este mismo año tuvo que despedir de una manera igual de dolorosa a Ricardo Alegre, otro directivo que falleció en enero de este año.

Luego de las palabras de Gómez, los amigos y familiares de Achingo cantaron a capela su canción favorita, Bailar pegados, del artista español Sergio Dalma. Luego entre llantos y aplausos fue cerrado el nicho donde sus restos descansarán para la eternidad.

El cuerpo de Achingo fue hallado en una calle de la chacra 130 y según las primeras pericias lo prendieron fuego vivo y murió asfixiado por el humo. Su auto apareció quemado en la zona del acceso oeste de Posadas.

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