La Legislatura realizó un conmovedor reconocimiento a mujeres destacadas en el ámbito de la salud

 Trabajadoras de los sectores público y privado recibieron ayer el premio «Marta Teodora Schwarz», instituido por la Cámara de Representantes para reconocer y homenajear a mujeres que hicieron aportes significativos al servicio de salud, desde sus profesiones, y a partir de rasgos de la personalidad como la solidaridad, capacidad de entrega y de empatía con el otro.

La distinción, que es acompañada de la estatuilla “ángel de la Selva”, fue entregada a la médica pediatra Liliana Beatriz Chumen de Wanda; a la enfermera Blanca Cuevas de Puerto Iguazú; a la médica cirujana Laura Rosa Fritd de Posadas; María Eva Gómez, médica pediatra de Posadas; y a Graciela Krieger, médica cirujana de Leandro N. Alem.

También la recibieron  Sonia Lindstrom, docente y presidente del Hogar de Madres en tránsito de Oberá; Norma Beatriz Miño, licenciada en Trabajo Social de Posadas; Rosa Beatriz Rastopolo, empleada del ministerio de Salud; Ana Catalina Robledo, empleada del IPS; Mabel Rodas enfermera de Campo Viera; Silvana Itatí Salvatierra, médica clínica de Posadas; y Norma Vicente, médica pediatra de Eldorado.

Presidieron el acto el presidente de la comisión de Salud de la Legislatura, Chas Roubineau; el ministro de Salud, Walter Villalba; el subsecretario de Atención Primaria y Salud Ambiental, Martín Cesino; el presidente del Instituto de Previsión Social, Carlos Arce; y los legisladores Carlos Báez y Claudia Gauto.

Participaron también otros legisladores provinciales, funcionarios de los Poderes Legislativo y Ejecutivo; y familiares y amigos de las mujeres premiadas.

Chas tuvo a cargo la bienvenida a la Casa del Pueblo y transmitió los saludos del presidente del Parlamento, Carlos Rovira. Motivó a reflexionar sobre la historia y el presente, y las historias de vida que confluyen para transformar la salud de nuestra provincia.

Recordó a Marta Schwarz al indicar que “emprendió el camino de ser farmacéutica y médica desprendida”, que se instaló en Iguazú e inició un camino revolucionario tanto en la atención de personas, como en la historia institucional.

Schwarz asistió el nacimiento de unos 2 mil niños –relató- y “dio todo de sí”. Es un prócer que muestra que desde la medicina y el amor, se puede construir una salud distinta, con eje en el ser humano, dijo Chas.

Sobre las 12 mujeres reconocidas, aseguró que “van a honrar el nombre de Marta”, desde “la entrega del conocimiento”.

A su turno, el diputado Báez contó que el criterio de selección está dado en “ser lo más amplios posibles”, y por esto entre las candidatas a la mención se propusieron a mujeres de organizaciones públicas y privadas, que se desempeñan como médicas, enfermeras, administrativas y en otros puestos.

“Cada una fue elegida por sus compañeras de trabajo” y son una expresión “del corazón y del trabajo”.

Astrada también dedicó palabras para recordar a Schwarz y mencionó que fue una de las fundadoras del Círculo Médico de Misiones, precursor de la actual Federación Médica que preside.

El Ministro Villalba, por su parte, se pronunció sobre este “tipo de eventos como una gran representación popular”; y advirtió que este premio pone de manifiesto la importancia que tiene la mujer en el ámbito de la salud.

Este protagonismo tiene impacto en las estadísticas, precisó, y en el accionar eficiente frente a situaciones críticas “como lo fue la epidemia de dengue”.

“El  70 por ciento del personal de salud es femenino”, informó; por esto “tenemos mejores indicadores día a día, porque la salud representa una gran vocación de servicio que está sustentada en el amor”.

A las trabajadoras del sistema de salud agradeció “la representación social, el profundo compromiso y el hecho de que la tarea nunca finalice para ustedes”.

El ángel de la Selva

Marta Teodora Schwarz nació el 8 de marzo de 1915 en Buenos Aires. Fue la primera y única mujer médica subsecretaria de Salud, y más tarde ministra de Salud Pública de la provincia de Misiones. Luego de ese cargo se dedicó de lleno a la dirección del Hospital de Puerto Iguazú, que hoy lleva su nombre.

«La salud no puede practicarse detrás de un escritorio», dijo cuando renunció para atender en su casa y fue ahí que recibió el apodo «el ángel de la frontera» primero, y más tarde, «el ángel de la selva».

Cuando dejó la función pública, atendió a turno completo en su consultorio y fundó una asociación civil que lleva su nombre y que sustenta una guardería para niños de escasos recursos. Murió el 29 de marzo de 2005, a los 90 años.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas