Recorriendo Toledo, la ciudad de las tres culturas

A solo media hora en tren desde Madrid se encuentra Toledo, conocida como “La Ciudad de las Tres Culturas”, por haber estado poblada durante siglos por cristianos, judíos y musulmanes. Este municipio y ciudad de España, capital de la provincia homónima de la comunidad autónoma de Castillo-La Mancha, también es reconocida como “La Ciudad Imperial” por haber sido la corte de Carlos I.

 

Localizada a escasos 70 kilómetros de Madrid, está ubicada al margen derecha del Tajo, en una colina de cien metros de altura sobre el río. La historia de esta ciudad se remonta a la Edad de Bronce, y fue un importante centro carpetano hasta su conquista romana en 193 a. C.

Algunos restos quedan en la ciudad, como ser el acueducto o el circo. Tras las invasiones germánicas, la ciudad se convirtió con Leovigildo en capital, y posteriormente en sede eclesiástica del Reino Visigodo.

 

En el año 711, fue conquistada por los musulmanes dirigida por Táriq ibn Ziyard. Luego Alfonso VI reconquista la ciudad en 1085.

Durante la edad moderna Toledo se destacó como sede de los Reyes Católicos y por su participación en la guerra de las Comunidades de Castilla. Al trasladarse la corte a Madrid en 1561 la ciudad entró en decadencia. En 1983 se convirtió en Capital de Castilla – La Mancha, manteniendo la capitalidad de la provincia homónima, y desde 1986 es considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

 

Los edificios que se destacan son el monasterio del siglo XV, y la Catedral de Santa María, de estilo gótico del siglo  XIII.

También la residencia de artistas como Garcilaso de la Vega y el Greco. La industria metalúrgica ha sido la base económica, sobre todo por la fabricación de espadas y cuchillos.

 

 

Mi recorrido comenzó con el tren turístico de Toledo, recomiendo hacerlo apenas llegan a la ciudad, esto les permite tener una visión global de la misma y por supuesto tener las mejores postales de la ciudad.  El recorrido arranca en la plaza central conocida como “Zocodover”, o Plaza Mayor.  Este tren recorre el periferio de la ciudad, y pasa por diferentes puntos turísticos.

Se puede observar el Puente de San Martín, puente medieval, situado en la zona oeste de Toledo. Fue construido en el siglo XIV, con cuatro arcos, mientras que el central es el más grande.

Una vez de regreso pueden seguir el recorrido a pie, desde la Plaza Mayor hacia el casco histórico de la ciudad. Si tiene un poquito de apetito, en el camino pueden saborear algún bocadito de masa pan, el dulce típico de Toledo.

La figura “El Quijote de la Mancha” hecho en masa pan,  es una obra maravillosa, que se llevó a cabo para celebrar los 400 años de la muerte de Cervantes, quien fuera un soldado, novelista, poeta y dramaturgo español.  Está considerado la máxima figura de la literatura española y es conocido mundialmente por haber escrito El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Macha (Quijote).

 

 

Luego pueden seguir el camino hasta llegar a la Catedral de Santa María, denominada Catedral Primada de España, es sede de la Archidiócesis de Toledo. Con un estilo Gótico, es considerada por algunos como el opus magnum del estilo gótico de España.

Su construcción comenzó en 1226 bajo el reinado de Fernando III el Santo y las últimas aportaciones góticas se dieron en el siglo XV cuando en 1493 se cerraron las bóvedas de los pies de la nave central en tiempos de los Reyes Católicos. Tiene una longitud de 120m por 59 m de ancho.

La fachada principal posee tres puertas: Puerta del Perdón en el centro, Puerta del Juicio Final a la derecha, y Puerta del Infierno a la izquierda. La puerta del perdón es del siglo XV,  se denominó así porque hubo una época en que se concedían indulgencias a los penitentes que entraban por ella. Actualmente permanece cerrada, solo se abre para ocasiones especiales.

La puerta del Juicio Final es la más antigua, y la puerta del infierno, se reservaba para la entrada de la procesión de las palmas en el Domingo de Ramos.

Dentro de la Iglesia se pueden observar varias obras de arte famosas, pero la que más se destaca es una de las obras más representativas de El Greco “El Expolio”  que fue pintado el 2 de julio de 1577.  El motivo de este cuadro, es el momento inicial de la Pasión en el que Jesús es despojado de sus ropas.

Luego podemos seguir el recorrido hasta llegar al museo de  Doménikos  Theotakópulos, conocido como el GRECO de nacionalidad Griego. Nació en Cándia, República de Venecia, en 1541 y falleció en Toledo en 1614. El Greco se desarrolló como pintor del final del Renacimiento con un estilo bien personal.

Hasta los 26 años vivió en Creta, donde fue un apreciado maestro de iconos en el estilo posbizantino vigente en la isla. Luego vivió 10 años en Italia, donde se transformó en un pintor renacentista, primero en Venecia, asumiendo el estilo de Tiziano y Tintoretto, luego en Roma estudiando a Miguel Ángel.

 

En 1577 se estableció en Toledo el resto de su vida. Actualmente está considerado uno de los artistas más grandes de la civilización occidental. Fue uno de los pintores más excéntricos y marginales en la historia del arte.

En su museo, se pueden observar varias obras, y estilos de vida del pintor.

Después de pasar por este maravilloso Museo, pueden seguir el recorrido hasta la zona del barrio judío. Se destaca La Puerta del Cambrón (su nombre se debe a las zarzas llamada cabroneras que crecían en sus alrededores). Esta puerta es muy antigua, tal vez de la época Visigoda. Desde el siglo XV se la denomina la Puerta de los Judíos, fue reedificada casi por completo entre los años 1571 y 1573.

Luego se destacan las Sinagogas, principalmente la “Sinagoga del Tránsito” o “Sinagoga de Samuel ha-Leví”. Es un edificio del siglo XIV erigido bajo el mecenazgo de Samuel ha-Levi en tiempos del Rey Pedro I.

Para descansar un poco, se puede hacer una parada en el Bar La Campana Gorda, y pedir unas tapas de quesos y jamones, típicas de España, para calmar un poco el apetito.  Recomiendo la cerveza artesanal de la zona “Calatrava”.

 

 

Pueden seguir el recorrido visitando la muestra de Leonardo Da Vinci, como inventor. Los imponentes diseños de máquinas que plasmó Da Vinci en sus cuadernos, se materializan aquí.  La capacidad de observación de Leonardo, si espíritu curioso y práctico, y su originalidad son rasgos que lo caracterizaron.

 

 

Un hombre que supo adelantarse al tiempo. Nacido en 1452, en pleno Renacimiento italiano, él tocó temas como la anatomía, la botánica y las matemáticas. Como ingeniero diseñó máquinas, herramientas, relojes, medidores, barcos, máquinas voladoras, e instrumentos musicales.

 

Toledo te invita a quedarte, en una próxima oportunidad seguro voy a disfrutar de esta ciudad de noche, con la magia de sus calles, que encierran el misterio de tres culturas.

 

 

(*) Sommelier

www.karlajohan.com.ar

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